Baudrillard cree que el mundo se ha convertido en una gran Disneylandia
El pensador inaugura un congreso en Galicia
L¨²gubre y sard¨®nico, el pensador franc¨¦s Jean Baudrillard ti?¨® ayer de tonos catastrofistas la jornada inaugural del congreso latinoamericano de semi¨®tica que re¨²ne en A Coru?a a 500 especialistas para debatir sobre el fin del milenio. Cuando el mundo ha sido explorado ya hasta sus ¨²ltimos confines y ninguna de las grandes preguntas ha obtenido respuesta, argument¨® Baudrillard, la humanidad ha optado por las "soluciones imaginarias", instal¨¢ndose en una "gigantesca Disneylandia" donde lo real ha sido desplazado por lo virtual. El corolario a ese razonamiento resulta inevitable: "El mundo est¨¢ acabado".
"La injerencia humanitaria es una nueva forma de colonialismo", afirma el pensador franc¨¦s.Este gran te¨®rico de la posmodernidad, a quien su presentador ayer, el profesor espa?ol Jorge Lozano, defini¨® como "el Andy Warhol de la sociolog¨ªa", acompa?a su cr¨ªtica implacable con un deje de iron¨ªa, tal vez un modo de relativizar lo sombr¨ªo de sus afirmaciones. Ese sentido del humor aflora cuando Baudrillard, por ejemplo, resalta lo "c¨®micas" que resultan las tribulaciones a prop¨®sito del efecto 2000, que podr¨ªa convertir a la rampante tecnolog¨ªa en una v¨ªctima de su propio ¨¦xito. "Soy catastrofista", reconoci¨® Baudrillard, "pero las cat¨¢strofes pueden ser negativas o positivas, o incluso ambas cosas a la vez. El discurso intelectual de Occidente siempre ha sido en cierta forma apocal¨ªptico. La obsesi¨®n por el fin y el origen es una constante en nosotros. Las culturas primitivas sol¨ªan situar un crimen en el origen, el pecado original. Nosotros ponemos el crimen al final".Ese crimen terminal es el crimen perfecto, como reza el t¨ªtulo del ¨²ltimo ensayo de Baudrillard publicado en espa?ol, buena parte de cuyas tesis repiti¨® ayer en A Coru?a. El crimen no consiste en que la historia se haya terminado sino en que, a falta de respuestas a las grandes preguntas, ha encontrado una "soluci¨®n final" en esta era de las comunicaciones o "mediosfera": lo real se disuelve en lo virtual, la copia sustituye al original. El final del mundo, en el sentido de que ¨¦ste ya ha perdido la referencia de su origen y de su meta, se manifiesta en la permanente voluntad de archivar el pasado o incluso de recrearlo, como ocurre con los dinosaurios de Parque Jur¨¢sico. "De esa manera se impone la cultura muse¨ªstica", ilustr¨® Baudrillard, "las cosas van directamente al museo sin haber pasado antes por la historia".
Cuerpo in¨²til
Si lo real ha sido reemplazado, como sostiene Baudrillard, y la ingenier¨ªa gen¨¦tica anuncia la inminente aparici¨®n del "hombre artificial", ?qu¨¦ somos los seres humanos, acaso s¨®lo espectros? "?se es el gran problema: ?Qu¨¦ ocurre con lo real cuando es sustituido?, ?qu¨¦ ocurre con el cuerpo cuando ya es in¨²til?, ?tendremos un cuerpo de s¨ªntesis?, ?c¨®mo deshacerse de lo real? La reacci¨®n de los comportamientos humanos a todo eso es un misterio".
Las espectaculares transformaciones de los ¨²ltimos a?os permiten predecir que el nuevo milenio "cambiar¨¢ las reglas del juego", pero no podemos saber en qu¨¦ direcci¨®n. Baudrillard est¨¢ seguro de que se producir¨¢n cat¨¢strofes, aunque en ese sentido ambivalente que le da al t¨¦rmino, ya que, para muchos, la cat¨¢strofe se ofrece como una esperanza para comenzar de nuevo desde cero. Internet es una de esas cat¨¢strofes, ben¨¦fica como instrumento l¨²dico y de comunicaci¨®n, pero en el que Baudrillard tambi¨¦n intuye presagios oscuros. "La red es en cierto modo una desmesura, produce una saturaci¨®n de informaci¨®n y crea un mundo nuevo donde es posible estar en varios sitios al mismo tiempo", opin¨® el soci¨®logo, "no s¨¦ si podremos soportar todo eso. Internet puede convertirse en un lugar inhabitable, casi en un suicidio".
Babelia
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