El 'violador de Pir¨¢mides' logra aplazar el juicio dos meses tras discrepar p¨²blicamente de su abogado

Arlindo Carbalho, el violador de Pir¨¢mides, renunci¨® a su abogado y logr¨® suspender, hasta el pr¨®ximo 29 de noviembre, el juicio que iba a iniciarse ayer contra ¨¦l en la Audiencia de Madrid por los 43 ataques sexuales a mujeres que le imputa el fiscal (aunque ¨¦l confes¨® 150 agresiones tras su detenci¨®n). Antes de que el tribunal optase por aplazar la vista, Arlindo y su abogado mantuvieron un airado enfrentamiento verbal, repleto de reproches y delante de los jueces y el p¨²blico que abarrotaba la sala.Nada m¨¢s sentarse en el estrado, Arlindo, siempre esquivo a los micr¨®fonos y con voz apagada explic¨® que "no estaba en condiciones de que se celebrase el juicio". "No es que renuncie", dijo, "es que no he tenido defensa; y prefiero defenderme yo solo a que lo haga este se?or" [se refer¨ªa a su abogado, Miguel ?ngel Cocero]. Para evitar que los fot¨®grafos captasen su imagen se present¨® ante los jueces con una capucha que cubr¨ªa su cabeza.

Arlindo -de 34 a?os, padre de dos hijos y vecino de Fuenlabrada- acus¨® a Cocero de desatenci¨®n ("no ha preparado conmigo el juicio") y de perfilar una estrategia de defensa de la que ¨¦l disiente ("yo no estoy loco", remat¨®). Su abogado le record¨® que en los tres a?os que lleva preso "le ha visitado m¨¢s de 100 veces" y que no cobra "ning¨²n emolumento por defenderle". Notoriamente molesto y elevando la voz, Cocero afirm¨® que Arlindo hab¨ªa "pagado 300.000 pesetas [no especific¨® a qui¨¦n] para huir de la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco en un helic¨®ptero": "No creo que vulnere el secreto profesional, pero cuente usted al tribunal", le exhort¨®, "la vez que pag¨® 300.000 pesetas para que un helic¨®ptero le sacara de Alcal¨¢-Meco,... Yo mismo tuve que protegerle...".

Sobre la idoneidad de su estrategia defensiva, Cocero, compungido, alz¨® con una mano el voluminoso sumario que contiene las pruebas cient¨ªficas que supuestamente acreditan la intervenci¨®n de Arlindo en 16 violaciones, y afirm¨® que la ¨²nica estrategia posible era la planteada por ¨¦l; es decir, que "es un enfermo mental". Cocero agreg¨®: "No acepto tomaduras de pelo; esta defensa est¨¢ m¨¢s que preparada para el juicio". "Aqu¨ª no hay una cuesti¨®n de indefensi¨®n; el problema es que no podemos negar lo evidente", repuso el abogado, clavando sus ojos en los de Arlindo.

"?l no lo ha hablado conmigo, pero por lo que he le¨ªdo en la prensa ¨¦l quiere demostrar que yo estoy loco, y yo no estoy loco", replic¨® Arlindo. "La ¨²ltima vez que me visit¨® fue el 2 de agosto", agreg¨®. "Eso es mentira, estuve hace tres d¨ªas vi¨¦ndole", repuso Cocero. El abogado hab¨ªa tra¨ªdo para el juicio desde Boston (Estados Unidos) a un catedr¨¢tico de psiquiatr¨ªa, Roberto Redinger, para que abundase en la tesis de los peritos judiciales que mantienen que Arlindo es un psic¨®pata con neurosis obsesiva. Un trastorno, no obstante, que no le impide discernir entre el bien y el mal, seg¨²n los informes. Los jueces, absortos con los comentarios que se intercambiaban defensor y defendido, decretaron un receso de 20 minutos para que cliente y abogado hablasen a solas.

Como alternativa, el acusado propuso a la sala tras el receso que nombrase un abogado de oficio "independiente" que actuase junto a Cocero. Tanto la sala como el letrado rechazaron la opci¨®n. El tribunal le dio tres d¨ªas para que designase un abogado; de lo que contrario, le ser¨¢ nombrado de oficio.

Cocero asegur¨® ayer, tras el juicio, que se hizo cargo de la defensa de Arlindo porque le pidi¨® un favor en ese sentido el psiquiatra de la prisi¨®n de Carabanchel, ?ngel Hebrero, y que a la vista de los informes de ADN, que inculpaban a Arlindo, entendi¨® que la ¨²nica defensa posible era su salud mental.

A la sesi¨®n de ayer acudieron cinco de las v¨ªctimas, que tendr¨¢n que esperar hasta el 29 de noviembre para testificar. El fiscal reclama a Arlindo una condena de 20 a?os de c¨¢rcel, mientras que la Asociaci¨®n de Asistencia a V¨ªctimas de Agresi¨®n Sexual de Madrid, personada como acusaci¨®n particular en el juicio contra el denominado violador de Pir¨¢mides, pedir¨¢ una pena superior a los 400 a?os de prisi¨®n.