La ciencia y el crecimiento econ¨®mico
La econom¨ªa de las sociedades modernas depende cada vez m¨¢s de la innovaci¨®n cient¨ªfica. Desde un punto de vista puramente econom¨¦trico, frente a rentabilidades del 5% al 10% de las actividades tradicionales, la rentabilidad de la inversi¨®n en ciencia ha sido cuantificada en el 30% anual a lo largo de los ¨²ltimos 50 a?os. En las sociedades avanzadas son, por tanto, la ciencia y la innovaci¨®n tecnol¨®gica motores claves de la econom¨ªa. Sin embargo, en un pa¨ªs como el nuestro el "que inventen otros" parece estar justificado. Y es que hay una grave incomprensi¨®n de la ciencia misma y de su papel social, quiz¨¢ motivado por el escaso nivel educativo de un amplio sector de la poblaci¨®n, y magnificado por el aislamiento secular de la ciencia respecto de la sociedad. La ciencia es a menudo vista como amenazadora, como provocadora de grandes crisis sociales, por su contribuci¨®n a la carrera de armamento y al deterioro del medio ambiente. Ante esta situaci¨®n de la ciencia como motor de la econom¨ªa por una parte, y de poco entendida por otra, es fundamental que la ciencia sea comprendida en su dimensi¨®n real por todos los actores sociales. Dos son los aspectos claves que han de ser entendidos sin ambages por la sociedad.1. La ciencia es una actividad humana cuyo fin es avanzar en el conocimiento del Universo y de todo lo que contiene, incluyendo las relaciones sociales, su vertiente econ¨®mica, cultural y la historia de ¨¦stas. 2. La ciencia es hoy d¨ªa un factor determinante de la pujanza de las econom¨ªas avanzadas, un agente importante en la creaci¨®n de empleo, y un elemento que inyecta ilusi¨®n a la sociedad.
Sobre el primer aspecto no es necesario abundar, pues es bien sabido y quiz¨¢ aceptado por todos los actores sociales que el fin de la ciencia es el avance del conocimiento en todas sus facetas. El segundo aspecto es, sin embargo, menos conocido, a pesar de que varios estudios, en particular los del Comit¨¦ para el Desarrollo Econ¨®mico de los EEUU o los del Comit¨¦ de Ciencia del Congreso de EEUU, demuestran que en las econom¨ªas avanzadas la ciencia y la investigaci¨®n cient¨ªfica son una fuente importante de riqueza nacional. Y me refiero no ¨²nicamente a la ciencia aplicada, que quiz¨¢ es intuitivamente f¨¢cil de entender, sino tambi¨¦n a la ciencia b¨¢sica, incluyendo las ciencias sociales.
Baste decir a modo de ejemplo que mientras que la inminente eliminaci¨®n del d¨¦ficit presupuestario de los EEUU, que en 1992 ascend¨ªa a 290.000 millones de d¨®lares, s¨®lo a?adir¨¢ un 0,1% anual al PIB de este pa¨ªs durante los pr¨®ximos 10 a?os, la inversi¨®n en ciencia, en conocimiento, ha estado produciendo rentabilidades del 30% anual durante los ¨²ltimos 50 a?os. Es m¨¢s, en el mercado de valores de EEUU el 80% de las ganancias actuales son debidas al sector tecnol¨®gico.
Un ejemplo viene al caso. El gran desarrollo actual de los sistemas de navegaci¨®n GPS tiene su fundamento en los estudios de Ramsey que condujeron a los relojes at¨®micos en los a?os 30 y 40, y en la teor¨ªa de la Relatividad General de Einstein. En efecto, el funcionamiento de los GPS est¨¢ basado en el uso de relojes at¨®micos muy precisos y necesita introducir correcciones debidas a la curvatura del espacio-tiempo predicha por la Relatividad General. En el a?o 1995 el mercado de los GPS mov¨ªa ya 2.300 millones de d¨®lares, con ventas de 70.000 unidades al mes y dando empleo a m¨¢s de 100.000 trabajadores.
Podr¨ªa abundarse en numerosos ejemplos, como los avances de la medicina o el incre¨ªble desarrollo de las comunicaciones con Internet como paradigma, pero lo importante es fijar la idea clave de la ciencia como motora del desarrollo econ¨®mico, impulsora de la mejora de la calidad de vida y creadora de empleo. No es extra?o, pues, que el informe arriba citado del Comit¨¦ de Ciencia del Congreso de los EEUU concluya que la financiaci¨®n de la ciencia es un seguro "barato" del futuro econ¨®mico y de la calidad de vida de una naci¨®n.
Con semejante rendimiento anual en t¨¦rminos puramente econom¨¦tricos no se explica que en ¨¦pocas de crisis se opte por reducciones de la inversi¨®n en ciencia, y que en ¨¦pocas de expansi¨®n el esfuerzo en ciencia no sea mayor. Invertir en ciencia es apostar por el futuro, un ejercicio ilusionante frente a pol¨ªticas restrictivas que dibujan una sociedad en crisis.
Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Espinosa es investigador del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias y director cient¨ªfico de Gran Telescopio Canarias (
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