EMILIO JOS? CAMACHO BOMBERO "Queremos prepararnos por si hay que actuar en Andaluc¨ªa"
Emilio Jos¨¦ Camacho Benito, de 39 a?os, primer jefe del Servicio de Extinci¨®n de Incendios y Salvamento de Huelva, recibir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, junto a los otros 11 bomberos que se desplazaron para trabajar en Taiwan en el rescate de v¨ªctimas del pavoroso terremoto que hace algunos d¨ªas sacudi¨® esta peque?a isla, la medalla de oro de la ciudad. Tras una b¨²squeda agotadora y angustiosa, los ya c¨¦lebres bomberos de Huelva acompa?ados de sus perros adiestrados consiguieron recuperar a una persona con vida de entre los escombros de uno de los muchos edificios que se vino abajo con el se¨ªsmo. Ahora, tras su buen trabajo a miles de kil¨®metros de casa en un intento de restarle ¨¦xito a la muerte, sus ojos s¨®lo expresan cansancio. Pregunta. ?Por qu¨¦ este grupo de bomberos de Huelva decidi¨® desplazarse a Taiwan tras el terremoto, para ayudar tareas de salvamento? Respuesta. Nos movi¨®, sobre todo, una sensaci¨®n de solidaridad. Pero, adem¨¢s de esto, ocurre que Huelva est¨¢ situada en una zona con un riesgo potencial en cuanto a se¨ªsmos, y queremos estar preparados, adquirir la m¨¢xima experiencia posible, por si alg¨²n d¨ªa, que ojal¨¢ no llegue nunca, resultara necesaria nuestra ayuda aqu¨ª, Andaluc¨ªa, o en alg¨²n otro lugar de Espa?a donde se produzca una cat¨¢strofe. P. A su vuelta, han sido ustedes recibidos como h¨¦roes. ?Qu¨¦ tal lo lleva? R. Efectivamente, los ciudadanos y los pol¨ªticos nos han hecho sentirnos como h¨¦roes, pero no lo somos, de verdad que no lo somos, y a m¨ª, personalmente, no me agrada nada este tipo de recibimientos, tanto agasajo. Nosotros somos bomberos profesionales y continuamente nos estamos jugando el tipo, que es nuestra obligaci¨®n. P. ?Ha sentido mucha angustia en Taiwan al toparse con un desastre que se ha cobrado miles de v¨ªctimas entre la poblaci¨®n? R. S¨ª, percib¨ª sobre todo esa angustia cuando llegamos a un lugar donde se hab¨ªa derrumbado un monte y hab¨ªa ocultado completamente una aldea. All¨ª existieron muchas casas y ya no quedaba ninguna. S¨®lo ve¨ªamos gente que deambulaba de un lado para otro, como son¨¢mbulos, buscando el sitio donde seguramente qued¨® sepultada su casa. Fue el sentimiento de tristeza m¨¢s grande que he tenido en mi vida. P. ?C¨®mo entrenan ustedes y los perros que les ayudan? R. Los perros se preparan un par de veces al mes en escombreras, que es lo m¨¢s parecido a un desprendimiento. Hay personas que se prestan a enterrarse debajo de los escombros y el perro las busca. Nosotros realizamos una preparaci¨®n f¨ªsica y t¨¦cnica. P. Usted no repara en jugarse la vida, ?tiene hijos? R. S¨ª, estoy casado y tengo dos hijos, como la mayor¨ªa de los bomberos del grupo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.