El argumento del naturalismo

La exposici¨®n Naturalezas pintadas de Brueghel a Van Gogh en la colecci¨®n Carmen Thyssen-Bornemisza presenta una selecci¨®n de 65 obras, la mayor parte de cuyos autores son grandes maestros del arte occidental de los ¨²ltimos cinco siglos. Esta convocatoria tiene, adem¨¢s, dos alicientes complementarios a los meramente art¨ªsticos de la pintura mostrada: en primer lugar, nos proporciona una confirmaci¨®n m¨¢s de c¨®mo sigue creciendo, en cantidad y calidad, con asombroso ritmo trepidante, la colecci¨®n de la baronesa Thyssen-Bornemisza, una de cuyas ¨²ltimas adquisiciones y, por tanto, novedad en la presente exposici¨®n es el bello Corot titulado La solitude; y, en segundo, el que podr¨ªa ser instalada en los edificios colindantes recientemente adquiridos, con lo que se reforzar¨ªa de forma apabullante el ya muy excepcional contenido del Museo Thyssen-Bornemisza. Al margen de estos datos, cuya trascendencia no hace falta ponderar, esta exposici¨®n se presenta con un hilo argumental, el de ordenar su contenido seg¨²n el patr¨®n naturalista, que fue el que se us¨® en la pintura moderna occidental para demoler el ideal clasicista, tanto en su jerarquizaci¨®n de los g¨¦neros como en su concepci¨®n dogm¨¢tica de belleza. Los dos aspectos explican, por tanto, la direcci¨®n seguida por el arte de la ¨¦poca contempor¨¢nea. En cuanto a la ruptura con la jerarqu¨ªa clasicista de los g¨¦neros, supeditada a la superioridad del g¨¦nero hist¨®rico, lo que muestra esta selecci¨®n son los ejemplos de los g¨¦neros alternativos emergentes, sobre todo a partir del siglo XVI, como el paisaje, el bodeg¨®n y las escenas populares; y, en cuanto a la rebeli¨®n frente a la belleza can¨®nica, la exploraci¨®n del ensanchado horizonte de lo verdadero, lo expresivo y lo trivial.El armaz¨®n de esta propuesta viene did¨¢cticamente indicado en la exposici¨®n mediante una serie de apartados hist¨®ricos f¨¢cilmente reconocibles, que se enuncian de la siguiente forma: 1. Paisaje y vida cotidiana en la tradici¨®n pict¨®rica de los Pa¨ªses Bajos, no s¨®lo con cuadros de flamencos y holandeses, como los de Jan Brueghel, Van Goyen, Steen, Pieter de Hooch, De Witte o Ruysdael, sino tambi¨¦n con sus proyecciones internacionales, como los italianos Crespi y Piazzetta, o el espa?ol Goya. 2. Paisaje y vida cotidiana en la pintura norteamericana del siglo XIX, que, como es ya sabido, constituye uno de los puntos fuertes de la colecci¨®n, y, por consiguiente, ilustrado con nombres muy relevantes; y, por fin, en el tercer apartado, el mismo planteamiento referido a la pintura europea del XIX, con Constable, Boudin, Corot, Courbet, Daubigny, Jongkind, Van Gogh, o los espa?oles Carlos de Haes, Mart¨ªn Rico, Mart¨ª Alsina, Raimundo de Madrazo. La exposici¨®n muestra el estimulante rumbo de esta pujante colecci¨®n.