Los grandes partidos de Austria quieren capitalizar el miedo a la ultraderecha
El canciller austriaco, Viktor Klima (del Partido Socialdem¨®crata, SPOE), y el vicecanciller y ministro de Asuntos Exteriores,Wolfgang Sch¨¹ssel (del Partido Popular, OEVP), intentaron en su ¨²ltimo debate cara a cara, en directo ante las c¨¢maras de la televisi¨®n, conseguir m¨¢s votos en las legislativas del domingo al capitalizar el miedo a la ascensi¨®n en las encuestas del Partido Liberal (FPOE), del populista de ultraderecha J?rg Haider.
Los ¨²ltimos sondeos demosc¨®picos pronostican un 34% de los sufragios para los socialdem¨®cratas del canciller Klima; un inquietante segundo puesto para los liberales de Haider, con un 28% de votos; y el tercer puesto para los democristianos del vicecanciller Sch¨¹ssel, con un 25%. A Los Verdes las encuestas les asignan un 7%. A los aut¨¦nticos liberales -el llamado Foro Liberal, que se escind¨® del FPOE ante el cariz ultraderechista que Haider daba al partido- se les concede un peligroso 4%, el l¨ªmite m¨ªnimo para entrar en el Parlamento.Ante semejante panorama demosc¨®pico, Sch¨¹ssel ha anunciado que los democristianos pasar¨¢n a la oposici¨®n si obtienen menos votos que el partido de Haider. La gran coalici¨®n entre socialdem¨®cratas y democristianos, que gobierna en Austria desde hace 13 a?os, ha dado al pa¨ªs una estabilidad envidiable.
Este Gobierno de gran coalici¨®n ha servido de terreno abonado para la irresistible ascensi¨®n del demagogo y populista Haider, quien ha llevado al FPOE de menos de un 10% en las elecciones de 1986 a casi un 22% en las de diciembre de 1995. Ahora los sondeos coinciden en darle hasta un 28% al FPOE, aunque algunos analistas estiman que el elector austriaco puede sentir en el ¨²ltimo momento una especie de horror al salto al vac¨ªo que supone votar a un partido de tintes xen¨®fobos, racistas y nacionalistas. De una manera m¨¢s o menos velada, con un mensaje casi subliminal, Klima y Sch¨¹ssel intentaron la noche del martes llevar al electorado la idea de que votar al FPOE conduce a Austria por el camino de la inestabilidad. S¨®lo al final de un aburrido debate de una hora y cuarto surgi¨® la amenaza de Haider y las posibles constelaciones pol¨ªticas que se pueden formar a partir del domingo. Klima dej¨® claro que su partido garantiza que no habr¨¢ una coalici¨®n con el FPOE y anim¨® a Sch¨¹ssel a seguir juntos en una gran coalici¨®n.
Gran coalici¨®n
Sch¨¹ssel tuvo un momento de debilidad, una especie de lapsus, y casi le dio el s¨ª a Klima, al decir que ambos negociar¨ªan despu¨¦s del domingo la continuidad en un matrimonio por inter¨¦s, que no por amor. Al preguntarle el moderador del debate si sus palabras significaban la continuidad de la relaci¨®n, Sch¨¹ssel reaccion¨® y repiti¨® lo que ha dicho durante la campa?a electoral: "Si el electorado le quita al OEVP el segundo puesto, esto significa una clara voluntad de que el partido no gobierne y pase a la oposici¨®n". Entonces Klima acus¨® a Sch¨¹ssel de irresponsabilidad por llevar a Austria a la inestabilidad, al negarse a reeditar la gran coalici¨®n por una postura partidista. Con su afirmaci¨®n de pasar a la oposici¨®n, si no consigue m¨¢s votos que Haider, Sch¨¹ssel amenaza al electorado con las consecuencias y deja entrever un cuadro de un pa¨ªs ingobernable.
Los dos socios de la gran coalici¨®n parec¨ªan no formar parte del mismo Gobierno. El ministro de Exteriores Sch¨¹ssel intentaba llevarse el m¨¦rito de haber logrado que Austria entrase en el euro. Y el canciller Klima acusaba a su contrincante de intentar atribuirse los m¨¦ritos del Gobierno conjunto. Por a?adidura, Klima garantiz¨® que con el SPOE Austria no entrar¨¢ en la OTAN y mantendr¨¢ su posici¨®n de neutralidad.
Pero tras los resultados del domingo, Austria puede convertirse en un pa¨ªs ingobernable, o en un miembro de la Uni¨®n Europea con un partido de ultraderecha en el poder.
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