Los habitantes de Taiwan y de Hong Kong siguen los festejos con recelo y desinter¨¦s

Las grandiosos fastos de Pek¨ªn, con ocasi¨®n del 50? aniversario de la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular China, han tenido escaso eco en Hong Kong, donde la gente aprovech¨® la festividad para acudir en masa a la playa. En Taiwan, isla que la China comunista considera "una provincia renegada", la preocupaci¨®n fue mayor. "No hay nada de malo que un pa¨ªs celebre su fiesta nacional, pero s¨ª que la utilice para exacerbar los sentimientos nacionalistas. Nosotros estamos a favor de la paz y la estabilidad en el estrecho de Formosa", asegur¨® ayer Jason Hu, ministro taiwan¨¦s de Exteriores.

Esta medida declaraci¨®n de Hu era impensable hace unos a?os. Los dirigentes de Taiwan se refer¨ªan siempre a sus hom¨®logos del continente como "los bandidos comunistas". La agresividad verbal se ha suavizado, pero las relaciones pol¨ªticas entre China y Taiwan se encuentran en su peor momento desde que el presidente taiwan¨¦s, Lee Teng-hui, reclam¨® una relaci¨®n de Estado a Estado. Las manifestaciones de masas organizadas en Pek¨ªn y el espectacular desfile militar se entienden en Taipei como una advertencia a la isla para prevenir a sus l¨ªderes contra cualquier tentaci¨®n independentista. La propia prensa local, como el angl¨®fono Taipei Times, se ocup¨® ayer m¨¢s en sus p¨¢ginas de las declaraciones del primer ministro chino, Zhu Rongej¨ª, que acus¨® a EEUU de ser el responsable de empujar al Gobierno de Taiwan hacia una declaraci¨®n formal de independencia. Un posici¨®n que Rongej¨ª considera "peligrosa".Para Taiwan, asegura Hu, la ¨²nica soluci¨®n a los desacuerdos hist¨®ricos es el compromiso pol¨ªtico, pero advierte que cualquier acci¨®n china contra la isla forzar¨ªa a sus dirigentes a adoptar las medidas necesarias para proteger sus intereses.

Fuera de estos intercambios verbales, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n taiwanesa vivi¨® ayer el aniversario preocupada por reconstruir sus casas o normalizar su vida tras el fort¨ªsimo terremoto del pasado mes. No hubo manifestaciones significativas; tampoco en Hong Kong, la ex colonia brit¨¢nica que se encuentra bajo soberan¨ªa china desde el 1 de junio de 1997. Los ciudadanos de este enclave aprovecharon el d¨ªa festivo para acudir en masa a las playas y preparar barbacoas familiares, una de las pasiones locales.

Una veintena de activistas se manifestaron por el centro de la ciudad, vigilados de cerca por polic¨ªas chinos, que no llegaron a intervenir. Algunos polit¨®logos locales, como Sonny Lo, director de un centro de estudios, explica esta desidia como una prueba de que la mayor¨ªa de la gente en la ex colonia (6,5 millones) se siente hongkonesa y no china. "Los intentos de Pek¨ªn por crear un sentimiento nacionalista no van a funcionar aqu¨ª".