C¨¢nticos

La ciudad de Madrid est¨¢ presente, como tel¨®n de fondo o como protagonista, en centenares de canciones populares, algunas de ellas sonrojantes, la verdad. Pero otras muchas son hermosas, como La Violetera y El relicario (maestro Padilla), Madrid (Agust¨ªn Lara) o Pongamos que hablo de Madrid (Joaqu¨ªn Sabina). Es curioso constatar que Padilla era valenciano y Lara mexicano; Sabina es andaluz de ?beda, aunque no ejerce demasiado. La letra del himno de la Comunidad (rigurosamente desconocida por el pueblo y las autoridades) es de Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, zamorano, catedr¨¢tico de Lat¨ªn y enemigo de cualquier cosa que se parezca a un himno o una bandera. Los otros himnos relacionados con la capital pertenecen al g¨¦nero balomp¨¦dico; esgrimen ¨¦pica cimarrona y l¨ªrica de pelotas, pero cumplen la misi¨®n para la que fueron creados.El cancionero de Madrid es sincr¨¦tico y variopinto, como la ciudad. Una somera relaci¨®n de int¨¦rpretes es ilustrativa: de Raquel Meller a Ismael Serrano, pasando por Celia G¨¢mez, Concha Piquer, Manolo Caracol, Lola Flores, Tom¨¢s de Antequera, Sara Montiel, Olga Ramos, Los Chunguitos, Patxi Andi¨®n, Luis Pastor, Pablo Guerrero, Javier ?lvarez, Ketama, Wyoming, Moncho Alpuente, Hilario Camacho, Luis Eduardo Aute, Rosendo, Luis Mendo y Bernardo Fuster, Javier Krahe, V¨ªctor Manuel y Ana Bel¨¦n, Sabina... Y, por supuesto, todas las tunas del mundo, de Cascorro a Chamber¨ª. Y la zarzuela.

Hasta el momento no existe una recopilaci¨®n discogr¨¢fica de todo ese material. Es incre¨ªble esta ausencia. Porque ese posible disco ser¨ªa, incluso, muy comercial a corto, medio y largo plazo. La selecci¨®n tendr¨ªa que ser muy cuidada, antidogm¨¢tica y cualitativa: es decir, todo lo contrario a localismos baratos y patateros. Madrid es una ensalada mixta; sus m¨²sicas, tambi¨¦n. Todo consiste en alinear bien la mezcolanza. Madrid, en la m¨²sica popular, es una org¨ªa de ritmos y tendencias. Aqu¨ª cabe todo, para bien y para mal. Y usted que lo baile.