"En el universo la realidad supera a la imaginaci¨®n"
Para el poeta, "la escuela es una ventana abierta al mundo". El colegio p¨²blico Landako-Intxaurrondo, de Durango, se ha transformado en un observatorio astron¨®mico, el primero que se construy¨® en Espa?a. Su artifice: Joaqu¨ªn Rueda, a quien despu¨¦s de 39 a?os dedicado a ense?ar, su pueblo le hace un reconocimiento popular: txupinero de las fiestas. Joaqu¨ªn Rueda no s¨®lo vive dedicado a los ni?os, sino tambi¨¦n a los profesores y "ciudadanos en general", a los que les ense?a astronom¨ªa y ciencias naturales. Su ¨¦xito de esta ense?anza pr¨¢ctica y de campo (con salidas al exterior y laboratorios did¨¢cticos) llega muy lejos. Ahora se anuncia la visita de profesores chilenos para que Rueda les ense?e sus m¨¦todos y les transmita su fortaleza educativa. Pregunta. ?Puede decirse que su m¨¦todo llega al fondo, a descubrir la verdad de algo tan complejo como el universo? Respuesta. Es un m¨¦todo de an¨¢lisis cient¨ªfico y, por tanto, el profesor pone s¨®lo los medios y responde a las dudas, cuando las hay, pero no sustituye al alumno o a la persona interesada en la b¨²squeda de la verdad, que ¨¦l mismo conquista. El alumno debe sentirse protagonista de su aprendizaje, que realiza disfrutando y form¨¢ndose. P. ?C¨®mo empez¨® todo? ?C¨®mo se lleg¨® a conseguir este observatorio astron¨®mico que acoge a m¨¢s de tres mil personas al a?o? R. En 1980 se hicieron unos estudios del comportamiento de los alumnos con las distintas materias. Los resultados fueron sorprendentes, sobre todo en ciencias naturales, asignatura en la que exist¨ªa un fracaso escolar muy elevado, siendo como era la que, en principio, m¨¢s gustaba a los chavales. El fracaso estaba en el m¨¦todo, reduciendo la ense?anza a unos libros de texto que entraban en la cabeza del ni?o ¨²nicamente a trav¨¦s de la memorizaci¨®n y no del an¨¢lisis cient¨ªfico ni de la vivencia. El resultado estaba en que el alumno terminaba por aburrirse, cansarse y se sent¨ªa fracasado en su intento de aprendizaje. Entonces, algunos profesores interesados tratamos de remediar el problema. Nos dedicamos a dar un curso, preparando laboratorios y pr¨¢cticas, sobre todo en astronom¨ªa, porque no hab¨ªa nada. P. S¨ª, pero el caso de Durango todos lo citan como excepci¨®n. R. Con el apoyo del municipio, me dejaron una parte de la cubierta del tejado del colegio y all¨ª formamos la base cil¨ªndrica que sirve de asiento al observatorio, construimos una c¨²pula artesanal y fuimos incorporando material did¨¢ctico, pedag¨®gico, informativo, con v¨ªdeos, telescopios, c¨¢maras. E iniciamos actividades de campo por la zona. P. ?Cu¨¢l ha sido el resultado de este trabajo, sorprendente en un centro p¨²blico? R. El nuestro es un centro con pocos medios, pero muy bien aprovechados. Se convirti¨® simplemente en una apertura al universo, a su conocimiento, al aprendizaje interactivo. El alumno, sin darse cuenta o, mejor, sinti¨¦ndose vivo y activo, fue asimilando aspectos matem¨¢ticos, f¨ªsicos, qu¨ªmicos, naturales. P. ?Asistir a sus clases es participar de un espect¨¢culo? R. Ese es mi deseo, adem¨¢s de que aprendan la verdad cient¨ªfica que ofrece lo que entendemos por el exterior. Sentirse participe de la naturaleza dentro y fuera de nuestro planeta. Trato de que los alumnos salgan enamorados de los planetas, de la luna o el sol, y fundamentalmente de que les atraiga la ciencia y su descubrimiento, la realidad. Desde el primer momento los ni?os comprueban lo peque?os que somos en la inmensidad del espacio, y dan a partir de entonces importancia m¨¢xima a lo que tenemos, con firmes deseos de proteger nuestra Tierra, es decir, la vida. P. Si la astronom¨ªa es una ciencia que despierta tanta o m¨¢s imaginaci¨®n que conocimiento, conocerla ser¨¢, supongo, empezar a suponer y so?ar. R. La astronom¨ªa es una ciencia en la que la realidad va siempre mucho m¨¢s lejos que la imaginaci¨®n. Es l¨®gico, porque incluso la medida que damos a las cosas, las distancias entre los astros, se hace en a?os luz. Cuando dices que la estrella m¨¢s cercana -Alfa de Centauro- est¨¢ a 4,2 a?os luz de la tierra, cuatro billones de kil¨®metros, y que la nave m¨¢s r¨¢pida imaginable ahora, a una velocidad de 100.000 kil¨®metros por hora, tardar¨ªa 42.000 a?os en llegar a ella, oyendo eso se caen muchos esquemas, se alimentan mil imaginaciones y acabamos siendo conscientes, si hasta ahora no lo hab¨ªamos sido, de que no somos sino una mota de polvo en el universo. P. Hay que echar mucha imaginaci¨®n, pero ?no ser¨¢ tambi¨¦n porque sabemos muy poco? R. Claro, claro. De nuestro sistema solar (que es una m¨ªnima parte de la multitud de galaxias que pueblan el universo) sabemos bastante, pero ignoramos gran parte de lo que puede ocurrir fuera de nuestro sistema. Lo que s¨ª espero es que de los millones y millones de estrellas del universo no seamos los de la tierra los ¨²nicos seres inteligentes. Tiene que haber otros sitios donde existan y estoy convencido de que en el pr¨®ximo siglo llegaremos a comunicarnos con ellos. P. ?C¨®mo se empieza a explicar la astronom¨ªa a los profanos? R. Lo mejor es partir de una idea global y poner las cosas en su sitio. Partir de nosotros mismos, de lo que somos y donde estamos en el universo, insertos en el sistema solar, girando alrededor de una estrella que es el sol y formando parte de una galaxia que llamamos V¨ªa L¨¢ctea, y olvid¨¢ndonos para siempre de eso que se ha prestado a tanta especulaci¨®n y enga?o, de que la Tierra es el centro del universo. La Tierra es una peque?¨ªsima parte de ese universo y, afortunadamente, est¨¢ donde est¨¢, en un extremo, siendo lo que es, porque de no ser as¨ª no ser¨ªamos lo que somos. Una vez ubicada nuestra galaxia hemos de ser conscientes de que es solamente una m¨¢s entre millones de galaxias. Los chavales tienen que partir de conocer con humildad, y descubrir lo que realmente somos.
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