El componente emocional de las decisiones
Votar en unas elecciones, elegir pareja, invertir en Bolsa o cometer un delito son decisiones humanas que, para bien y para mal, tienen m¨¢s que ver con la emoci¨®n que con la fr¨ªa raz¨®n. A la luz de la neurociencia se est¨¢ viendo que las emociones condicionan nuestra voluntad, hasta tal punto que "una persona que tiene pocas emociones se encuentra con un panorama muy plano a la hora de tomar decisiones", dice Ignacio Morgado, catedr¨¢tico de Neurobiolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.Los neurocient¨ªficos han observado que cuando ciertas zonas del cerebro est¨¢n lesionadas la gente es incapaz de generar respuestas emocionales, y que esto deteriora la capacidad para tomar decisiones ventajosas para el sujeto e incluso actuar con arreglo a unos principios ¨¦ticos.
En el cerebro hay dos ¨¢reas principales relacionadas con las emociones que al lesionarse -por un accidente, un tumor u otra enfermedad- comprometen la toma de decisiones. Estas dos ¨¢reas, denominadas la am¨ªgdala y la corteza prefrontal ventromediana (VMF), tienen mecanismos distintos, como indica un trabajo publicado en julio en Journal of Neuroscience. "En la vida real, los dos tipos de pacientes muestran dos tipos de deficiencias en la toma de decisiones", indica Antoine Bechara, autor de la investigaci¨®n y profesor de Neurolog¨ªa de la Universidad de Iowa, en EEUU.
La carretera y el soborno
Las personas con la am¨ªgdala da?ada tienen problemas para rellenar de contenido emocional un suceso en principio neutro. Caminar por una carretera es en principio un suceso neutro, pero si una persona es atracada o violada en esa carretera, inevitablemente sentir¨¢ miedo cuando vuelva a pasar por all¨ª. Sin embargo, los pacientes que tienen lesionada la am¨ªgdala son incapaces de asociar ese lugar con el miedo, con lo que no evitar¨ªan ese peligro.
A diferencia de ¨¦stos, los pacientes con la corteza VMF lesionada no tienen problemas en crear asociaciones sencillas con las distintas emociones. Su caso es m¨¢s complejo, seg¨²n Bechara, y se relaciona con situaciones que implican una recompensa inmediata y consecuencias a largo plazo. Bechara pone el ejemplo de alguien a quien se quiere sobornar para que robe unos documentos. Esta situaci¨®n confronta dos tipos de se?ales emocionales: una positiva (la recompensa econ¨®mica), y otra negativa (el miedo de ir a la c¨¢rcel). Si la se?al positiva es m¨¢s fuerte, el sujeto puede cometer el delito. Los pacientes con da?o en la corteza no toman en consideraci¨®n los efectos de su acci¨®n en el futuro.
El da?o en la regi¨®n VMF suele comprometer las decisiones sobre asuntos financieros o de relaciones sociales, pero no las decisiones que ponen en peligro la propia integridad o la de los dem¨¢s, como les ocurre a los pacientes con la am¨ªgdala lesionada.
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