Impotencia tras el verano

?La culpa es de los profesores! Una excusa tan mencionada y que tantos padres creen. Yo no sabr¨ªa si culparles por embusteros o por poco originales, pero la cuesti¨®n es que los padres no hacen demasiado por fomentar el estudio de los hijos. Y al final, van a pedirle reclamaciones al maestro que se ha estado desgarrando la garganta, que ha aguantado insultos y desobediencia, que ha sido descaradamente ignorado mientras explicaba la tabla peri¨®dica de los elementos. Si el profesor decide imponer disciplina echando al alumno fuera de la clase, lo que conseguir¨¢ es que este ¨²ltimo atraviese la puerta con la frente bien alta y lustrada por los aplausos de sus compa?eros; si opta por el castigo corporal, no volver¨¢ a ejercer la ense?anza, y los padres le dar¨¢n una paliza. Por ello decide continuar su clase sin que nadie le escuche, hasta que entrega las notas. Entonces son los padres los que le insultan y no le escuchan.Por ello, ya que le hace acarrear tanta responsabilidad, yo recomendar¨ªa a los profesores de primaria que en vez de ense?ar hagan, por solidaridad, el trabajo de los padres, educar. Porque lo importante no es que sepa los verbos o las ecuaciones; lo fundamental es que sepa escuchar, que respete, que sepa comer, es decir, todos esos peque?os detalles que forman nuestra personalidad. Una vez hecho esto, ens¨¦?enle lo que ustedes quieran, y aunque no lo aprenda, por lo menos estar¨¢ callado para que los dem¨¢s lo hagan y se comportar¨¢ como una persona decente.- . .