?La marca! AGUST? FANCELLI
Le dej¨¦ a las once de la noche del jueves, cuando acab¨® la Turandot que inauguraba el Liceo. Yo sal¨ª pitando para el diario, pero ¨¦l debi¨® de quedarse todav¨ªa un rato para despedir a los egregios invitados. Nos volvimos a encontrar ayer a las nueve de la ma?ana. Yo estaba tom¨¢ndome el primer caf¨¦, todav¨ªa sin duchar, mientras que ¨¦l ya se encontraba en perfecto estado de revista -ol¨ªa su colonia por las ondas- en Radio Barcelona. I?aki Gabilondo le entrevistaba con esa afabilidad que desprende su voz incluso cuando dispara preguntas duras. Sin ir m¨¢s lejos, la que le escuchaba en ese momento:-?Ha contemplado usted la posibilidad de perder estas elecciones, se?or Pujol?
-Mire, yo no pienso en eso...
-Bueno, pues h¨¢galo ahora, ni que sea durante 10 segundos.
-Es que yo necesito todos los segundos para ganar.
Si el di¨¢logo fue aproximadamente ¨¦se, la ¨²ltima respuesta est¨¢ tomada al pie de la letra: "Necesito todos los segundos para ganar". Me precipit¨¦ a consultar su agenda del d¨ªa. Tras la entrevista radiof¨®nica, Pujol se quitaba la chaqueta de candidato y se pon¨ªa la de presidente para desayunar en el Palau de la Generalitat con cient¨ªficos espa?oles que residen en Estados Unidos. Luego, nuevo cambio de chaqueta y en ruta hacia El Vendrell, donde realizaba un puerta a puerta acompa?ado por Josep Miquel Nadal. A las 14.30 horas asist¨ªa a un almuerzo popular en Tarragona. Y por la noche, vistiendo a esas alturas no se sabe qu¨¦ prenda, presid¨ªa la Noche del Empresario de Tarragona, en Vila-seca. Tras lo cual, se supone que deb¨ªa regresar a Barcelona a echarse un rato. Durante el trayecto nadie, salvo el ch¨®fer, sabe si se quit¨® la americana y, si lo hizo, cu¨¢l de las dos era. Pero es seguro que sigui¨® aprovechando los segundos.
Semejante don de la ubicuidad y el travestismo plantea como m¨ªnimo dos perplejidades. La primera es a qu¨¦ velocidad viaja el presidente para llegar a tiempo a todos esos sitios, que r¨ªete t¨² de la acampada ilegal en el parque del Aneto. De hecho, ya ha tenido un par de sustos de circulaci¨®n. Y la segunda es qu¨¦ demonio se toma para soportar ese ritmo inaudito. Tanto si es legal como si no... ?queremos la marca!
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