Crivill¨¦ deja el Mundial listo para sentencia

Misi¨®n casi cumplida. ?lex Crivill¨¦ (Honda) dej¨® el Mundial de 500 pr¨¢cticamente sentenciado en Sur¨¢frica. Se clasific¨® tercero, por delante de su rival en el campeonato, el japon¨¦s Tadayuki Okada (Honda), y ahora s¨®lo necesita terminar d¨¦cimo en cualquiera de las dos ¨²ltimas carreras para asegurarse el t¨ªtulo. Seis puntos le faltan al noi de Seva para entrar en la historia. Ayer actu¨® con prudencia, estuvo calculador y supo sufrir. No le import¨® dejar la victoria en manos del italiano Max Biaggi (Yamaha) ni que su compa?ero Sete Gibernau (Honda), segundo, fuera el mejor espa?ol del d¨ªa.A Crivill¨¦ se le van a hacer muy largas las dos semanas que faltan para que se dispute el Gran Premio de R¨ªo, en Brasil. Si todo va normal, podr¨¢ festejar su t¨ªtulo despu¨¦s de aquella carrera. El resultado que precisa para coronarse parece tarea accesible: si termina la carrera ser¨¢ campe¨®n, porque si termina la carrera seguro que lo hace m¨¢s arriba de la d¨¦cima posici¨®n. Esta temporada, hasta ahora, cuando ha llegado a la meta nunca lo ha hecho por debajo del quinto lugar.

El nuevo circuito de Welkom, construido junto a una de las numerosas minas de oro de la zona, pon¨ªa en juego mucho m¨¢s que el lingote del preciado metal con que se premiaba al vencedor de la carrera. Para Crivill¨¦, y para los aficionados espa?oles, se decid¨ªa el enfoque de las dos ¨²ltimas carreras de 1999 (R¨ªo y Argentina). Un buen resultado dejaba el Mundial a punto de fiesta. El ¨¦xito de Okada, por el contrario, conduc¨ªa al sufrimiento, pues permit¨ªa que crecieran las opciones del japon¨¦s.Bajo un sol abrasador, ?lex sali¨® a la pista pendiente s¨®lo de dos cosas: de su mano izquierda y de la moto n¨²mero 8 -pintada con los mismos colores de Repsol que la suya-, sobre la que viaja Okada. Para el piloto catal¨¢n era fundamental no cometer errores, intentar sumar el mayor n¨²mero posible de puntos y, puestos a pedir, quedar por delante de su rival. Lo consigui¨® todo. Jornada completa.

El arranque ya result¨® significativo. Desde la segunda fila de la parrilla, ?lex tuvo una puesta en acci¨®n m¨¢s r¨¢pida que la del japon¨¦s, que estaba en la primera posici¨®n de salida. Lleg¨® a la primera curva en segunda posici¨®n, por detr¨¢s de Biaggi, y a partir de ese momento Okada siempre vio el col¨ªn de la moto n¨²mero 3, la del l¨ªder del campeonato del mundo.

Las 28 vueltas le parecieron eternas a Crivill¨¦. Corri¨® tanto con la cabeza que tuvo la sensaci¨®n de que el tiempo no avanzaba. Detr¨¢s de ¨¦l, Gibernau no hizo ninguna maniobra que pudiera inquietarle; delante, tampoco Biaggi fue capaz de escaparse. Y a lo lejos, aunque siempre amenazador, Okada intent¨® acercarse, pero acab¨® descolg¨¢ndose para terminar cuarto, cinco segundos por detr¨¢s de ?lex.

El japon¨¦s, convertido en ¨²nico rival tras la salida de pista que efectu¨® el estadounidense Kenny Roberts (Suzuki), fue la referencia constante. Crivill¨¦ gir¨® la cabeza con frecuencia para saber por d¨®nde ven¨ªa. Los miembros de su equipo, desde la pizarra, tampoco se cansaron de ofrecerle datos, casi siempre tranquilizadores, pero nunca definitivos. Conforme avanzaba la carrera, la mano izquierda se convirti¨® en una segunda preocupaci¨®n. Aunque no necesit¨® infiltrarse, la mu?eca rota a¨²n le molesta.

Ese factor, a?adido a su obligado conservadurismo y a las dificultades de Okada para seguir el ritmo, fueron argumentos suficientes para que Crivill¨¦ dejara escapar a Biaggi y m¨¢s tarde a Gibernau. Ayer su guerra era otra, y los 16 puntos de la tercera posici¨®n le sentaron como el mejor de los botines. Fue su d¨¦cima visita al caj¨®n en 14 grandes premios.

En las ¨²ltimas vueltas, Gibernau trat¨® de cazar al l¨ªder de la carrera, pero su reacci¨®n lleg¨® demasiado tarde. S¨®lo atac¨® cuando vio que su maniobra no iba a influir en la lucha por el t¨ªtulo entre sus otros dos compa?eros. Pero fue Biaggi quien conquist¨® su primera victoria en m¨¢s de un a?o y complet¨® el triplete italiano en el Gran Premio de Sur¨¢frica. Ayer s¨®lo son¨® su himno, pues tambi¨¦n en 125 y 250 se impusieron pilotos italianos.

El lingote de oro, por tanto, se lo llev¨® Biaggi, pero tan satisfecho estaba Crivill¨¦ del trabajo realizado, y tan cerca ve ya el t¨ªtulo, que se equivoc¨® al subir al podio y pretendi¨® ocupar el primer escal¨®n. En Seva, su pueblo, aplazaron la fiesta, pero tambi¨¦n saben que la celebrar¨¢n muy pronto.

En casa de los Gibernau el gozo bebi¨® de otras fuentes. Sete obtuvo en Sur¨¢frica su mejor resultado desde que corre el Mundial. En la ¨²ltima vuelta le falt¨® poco para perder el segundo lugar, pero el movimiento extra?o que hizo su moto se qued¨® s¨®lo en un susto, y pudo acompa?ar a Crivill¨¦ en el podio, quedando esta vez por delante de su jefe de filas.

M¨¢s atr¨¢s, Juan Borja (Honda) se clasific¨® quinto, Carlos Checa (Yamaha) sexto, Jos¨¦ Luis Cardoso (Honda) 17? y David de Gea (Modenas), 20?. La ¨²ltima posici¨®n de la carrera la ocup¨® el que hasta hace poco constituy¨® el mayor enemigo de Crivill¨¦, el estadounidense Kenny Roberts.