Sin faltar, por favor JOS? ANTONIO MILL?N

La reciente campa?a del Consejo Nacional de la Juventud de Catalu?a, dirigida, aparentemente, contra la abstenci¨®n juvenil, exhibe por una parte a un burro con la leyenda siguiente: "Tiene 18 a?os y no vota. 17 de octubre. T¨² mismo", y por otro a una vaca, con la variante: "T¨² misma".Esta campa?a es insultante. Tanto para los j¨®venes como para quienes no lo somos. Los animales utilizados son materia de insulto: no se ha usado un delf¨ªn y una gacela, por ejemplo. El mensaje es ¨¦ste: los que no votan son burros o vacas, animales torpes.

Sin embargo, no votar es una opci¨®n v¨¢lida y respetable, tan respetable como votar a este o a aquel partido, o votar en blanco... Me explicar¨¦: en la degradada situaci¨®n de la democracia espa?ola (y de gran parte de la europea) el voto es un simple cheque en blanco para cuatro a?os de acci¨®n absolutamente al margen de la intervenci¨®n de los ciudadanos. Las listas cerradas y la falta de contacto real entre los elegidos y sus representados convierten el voto en algo esquem¨¢tico y ritual. El voto delega del todo la soberan¨ªa, y los representantes de los partidos hacen y deshacen, pactan y se separan a su antojo. Ya ni siquiera en tiempo de elecciones se presentan programas o compromisos m¨ªnimamente articulados.

Y en cuanto a la posible respuesta del ciudadano, la variaci¨®n que cabe es m¨ªnima: votar a uno de los tres, cuatro o cinco partidos que realmente existen, emitir un voto inv¨¢lido, y no votar. Fij¨¦monos: frente a una acci¨®n pol¨ªtica de incre¨ªble complejidad y matices, de la que depende sin duda nuestro futuro; frente al discurso local, europeo y mundial que se nos brinda constantemente; frente a una actividad que vemos cada d¨ªa, el ciudadano, en el ¨²nico de sus enunciados que realmente cuenta (el resto son pataleos, cartas al director, desahogos en la intimidad...), s¨®lo tiene un pu?ado de respuestas telegr¨¢ficas.

Amordazados, atados, acosados y culpabilizados, nos dicen, magn¨¢nimamente: "Ciudadano: he aqu¨ª tu oportunidad cuatrienal, la consulta esperada. Mira la situaci¨®n de Europa, del mundo, el paro y lo que se nos viene encima. Y ahora: levanta una ceja, la otra, o las dos, gui?a el ojo derecho, el izquierdo o ambos al tiempo. ?Preparado? ?Ya!".

Mi posici¨®n (y la de opciones pol¨ªticas respetables, como tales: por ejemplo, el anarquismo) es que el silencio es una respuesta. V¨¢lida y leg¨ªtima, tan v¨¢lida y leg¨ªtima como cualquiera de las otras. Ocurre, naturalmente, que coincide con la respuesta de los despreocupados, de los que no quieren nada del sistema. ?Y qu¨¦? ?ste es un sistema de consulta telegr¨¢fica: la decodificaci¨®n del voto est¨¢ sujeta a una hermene¨²tica complej¨ªsima (basta ver los an¨¢lisis de los resultados, en los d¨ªas posteriores). Uno puede no votar y coincidir con el joven pasota, del mismo modo que puede votar a CiU por acuerdo con Pujol y coincidir en ese voto con el que quiere castigar a Maragall, con el que quiere contener a ERC, o con la se?ora de mala vista y edad avanzada que se confundi¨® de papeleta... ?Qu¨¦ quieren? ?ste es un sistema torpe y tosco, y luego pasa lo que pasa...

En resumen, se?ores del Consell Nacional de la Joventut: si quieren exhortar al voto a los j¨®venes, primero: no insulten; y luego, intenten quiz¨¢ otros caminos: expl¨ªquenles a los j¨®venes -si pueden- qu¨¦ grado de participaci¨®n en la vida p¨²blica ganar¨¢n votando.