El Gobierno utiliza 2.000 millones confiscados a los "narcos" para luchar contra las drogas

En contra de su voluntad, los narcos han financiado con m¨¢s de 2.000 millones la lucha contra el tr¨¢fico de drogas y sus efectos. ?sta es la cantidad que se ha requisado a los traficantes condenados en sentencia firme por delitos contra la salud p¨²blica en los tres a?os de vigencia del Fondo de Bienes Decomisados por Tr¨¢fico de Drogas, un instrumento legal ideado para que los beneficios il¨ªcitos del narcotr¨¢fico puedan ser utilizados precisamente para combatirlo. La mayor parte del dinero procede de los fajos de billetes decomisados por polic¨ªa y Guardia Civil.

El Fondo de Bienes Decomisados fue aprobado por ley en diciembre de 1995 con la idea de que las actuaciones de prevenci¨®n, investigaci¨®n o represi¨®n del tr¨¢fico de estupefacientes no resultaran tan gravosas para el Estado. El objetivo era, sobre todo, el patrimonio y las grandes fortunas que se les suponen a los capos de la droga.En aquellas fechas, las asociaciones antidroga de Galicia ten¨ªan en la retina la opulencia de la residencia de Laureano Oubi?a, el Pazo Bai¨®n (Cambados, Pontevedra). A¨²n siguen esperando, ya que Oubi?a no ha sido condenado hasta hace unos d¨ªas por tr¨¢fico de drogas y, adem¨¢s, la propiedad de la mansi¨®n no est¨¢ clara.

Los resultados no han sido tan espectaculares como se esperaba, debido, fundamentalmente, a que en las grandes operaciones contra el narcotr¨¢fico, en las que se presume que hay dinero de verdad, "es muy dif¨ªcil localizar y atar los bienes para que puedan engrosar el fondo", aseguran fuentes de la Delegaci¨®n del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas, el departamento del Ministerio del Interior que se encarga de gestionar el fondo. Pese a ello, el fondo ha obtenido en el periodo de vigencia 2.068 millones.

El mecanismo para que se pueda disponer del dinero y los bienes es largo y dif¨ªcil, ya que obliga a que haya sentencia firme, lo que en la mayor¨ªa de las ocasiones se demora varios a?os. Y un coche o un barco decomisado que se mantiene varado un par de a?os pierde gran parte de su valor. Esto explica que de la subasta de los 1.649 veh¨ªculos decomisados desde finales de 1996 hasta hoy ¨²nicamente se hayan obtenido algo m¨¢s de 105 millones.

Ni siquiera las embarcaciones dan para mucho, entre otras cosas porque casi siempre son pateras, de bajo precio y cuya subasta est¨¢ suspendida cautelarmente despu¨¦s de que se comprobara que eran adquiridas por grupos mafiosos o personas interpuestas para su reutilizaci¨®n. Ya han pasado por el fondo, convertidas convenientemente en dinero tras su subasta, 299 embarcaciones, que han reportado 61 millones.

El grueso del dinero procede de las cantidades que se decomisan en met¨¢lico en las operaciones antidroga, ya que directamente en billetes se han logrado recaudar 1.887 millones.

El dinero del fondo se ha distribuido en dos grandes bloques: m¨¢s de 1.132 millones han sido destinados al llamado control de la demanda de drogas, es decir, a los departamentos encargados de los planes de prevenci¨®n de las toxicoman¨ªas y de rehabilitaci¨®n de comunidades aut¨®nomas, ayuntamientos, ONG o entidades privadas sin ¨¢nimo de lucro. Otros 642 millones han ido a parar al otro gran bloque, a quienes controlan la oferta de drogas, o m¨¢s bien la evitan: los departamentos antidroga de las fuerzas de seguridad, el Plan Nacional, la Fiscal¨ªa Antidroga o el Servicio de Vigilancia Aduanera.