V¨ªa Campesina
Las dos grandes transformaciones sociales del siglo XX son la irrupci¨®n de la mujer en la vida profesional y en los ¨¢mbitos del poder y la transformaci¨®n urbana de una poblaci¨®n que hasta los a?os treinta era, en Europa, mayoritariamente rural. Hoy la participaci¨®n de la agricultura, incluyendo la cadena agroalimentaria, en el PIB de la Uni¨®n Europea es inferior al 10% y el porcentaje de agricultores en su poblaci¨®n activa no llega al 7%. A pesar de lo cual la dimensi¨®n rural sigue siendo un componente esencial de las identidades colectivas de nuestros pa¨ªses y del modelo europeo de sociedad. La vuelta al campo, aspiraci¨®n siempre diferida del urbanita medio, la figura espacial de su territorio, la calidad de sus productos, las excelencias de la cocina a que dan lugar, son, escribe Jean Viard, la materia de que est¨¢ hecha la envoltura carnal de la patria. En la mitolog¨ªa de nuestra contemporaneidad, el campo y el campesino siguen siendo dos referentes mayores. De aqu¨ª la extraordinaria capacidad de resonancia de todo lo que les afecta.En 1973, el Movimiento de los Trabajadores-campesinos, que acaba de crearse, convoca en Larzac (Francia) a 80.000 personas para oponerse a la extensi¨®n del terreno militar decretada por el Gobierno franc¨¦s, revindicando con ello la herencia de Mayo del 68 y su vocaci¨®n pacifista, al mismo tiempo que su condici¨®n de representante de un nuevo tipo de agricultor, de una nueva manera de relacionarse con el campo, de cultivar la tierra. En claro antagonismo con la poderosa Federaci¨®n Nacional de los Sindicatos de Cultivadores Agr¨ªcolas y del Centro Nacional de J¨®venes Agricultores -que han controlado durante 40 a?os el mundo del trabajo agr¨ªcola en Francia- y en clara oposici¨®n al productivismo que ambas organizaciones han pactado con el Estado franc¨¦s e impuesto a trav¨¦s de la PAC a la Comunidad Econ¨®mica Europea, la resistencia campesina acampa en plena modernidad, asume sus contradicciones y sit¨²a la cuesti¨®n agr¨ªcola en el cogollo de la confrontaci¨®n econ¨®mica mundial y de las luchas sociales del ¨²ltimo cuarto del siglo XX.
En 1987, el movimiento se convierte en confederaci¨®n campesina e interviene cada vez con m¨¢s determinaci¨®n y visibilidad, en los grandes problemas de la agricultura actual. Las crisis de superproducci¨®n sobre todo en los sectores con menor nivel de protecci¨®n; los oligopolios de las grandes cadenas de distribuci¨®n y la indefensi¨®n de los peque?os agricultores; la industrializaci¨®n creciente de los cultivos con los riesgos de poluci¨®n para los suelos que ello conlleva; la insoportable desigualdad creciente de las rentas agr¨ªcolas entre las grandes empresas y los peque?os cultivadores; la quiebra de confianza en los consumidores por causa de tantos desafueros desde los b¨®vidos con hormonas y antibi¨®ticos hasta las vacas locas, y desde las dioxinas a los lodos s¨¦pticos en la alimentaci¨®n animal; sin olvidar la irresistible presi¨®n de los grandes grupos para vendernos sus productos, incluyendo los organismos gen¨¦ticamente modificados, que motivaron la acci¨®n beligerante de Jos¨¦ Bov¨¦ contra un restaurante McDonald"s, lo que motiv¨® su encarcelamiento y la reacci¨®n de solidaridad posterior confirmando su condici¨®n de l¨ªder. Frente al productivismo depredador, la confederaci¨®n propone una reapropiaci¨®n multifuncional de la agricultura por parte de los campesinos, inscribi¨¦ndola en la cadena productores-ecologistas-consumidores y planteando su acci¨®n en la esfera mundial que es hoy determinante. Con este fin crea en nuestro continente la Coordinaci¨®n Campesina Europea y lanza en la perspectiva global V¨ªa Campesina que agrupa a 69 organizaciones de 37 pa¨ªses. De la mano del citado Jos¨¦ Bov¨¦, que publica un art¨ªculo-manifiesto en Le Monde Diplomatique de este mes de octubre y al que The New York Times acaba de presentar en primera p¨¢gina, estar¨¢ en la reuni¨®n de la OMC de Seattle a finales de octubre. Para decir "no" a la mercantilizaci¨®n del mundo en favor de unos pocos y decir "s¨ª" a una agricultura y a una sociedad a escala humana.
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