Asun Balzola
.Asun Balzola (Bilbao, 1942) inspira ternura, a trav¨¦s de sus rasgos tersos y pronunciados, de la misma forma que irradia sensibilidad en los trazos de sus dibujos que han ilustrados tantos libros, de aqu¨ª y de all¨¢. Para muchos, una actividad secundaria (algo similar al escritor de portadas, que se autotitulaba aquel compa?ero de viaje de Sandra Bullock en una comedia americana) y sin embargo imprescindible cuando el libro es algo m¨¢s que un terreno estricto de lectura. Como la m¨²sica de cine, los coros de la ¨®pera o los banderilleros de la tauromaquia, Asun Balzola viene cumpliendo la perfecta compa?¨ªa, con un arte propio. Algo as¨ª como trabajar en pareja con separaci¨®n de bienes creativos.Pero Asun Balzola, adem¨¢s de ilustre ilustradora, tambi¨¦n hurga en el otro costado del libro, y escribe incluso sus memorias, que ahora se publican en euskera bajo el t¨ªtulo Txori Buru, un repaso a la vida que pasa.
Una vida que le ha dejado una discapacitaci¨®n f¨ªsica, producto de un accidente automovil¨ªstico, pero que no le ha sentado al borde del camino. En la noche de autos, a los 22 a?os, se la acab¨® la juventud, estampada contra un taxi. Pero aquel accidente, que le rob¨® buena parte de la movilidad, no le rest¨® ni un gramo de ternura a su trabajo, ese mundo imaginario de la literatura traducida al dibujo, que no tiene edad aunque se prodigue con m¨¢s frecuencia en la literatura infantil, en aquellas aventuras de Munia y el cocodrilo naranja o en Por los aires, (premio internacional).
Asun Balzola es una ilustradora reclamada internacionalmente, una dibujante (el dibujo es un arte) valorada y una escritora latente que en breve presentar¨¢ un nuevo libro de cuentos (Cuentos rellenos, los llamar¨¢) y fiel a su tradici¨®n y a sus ambiciones planea novelas para j¨®venes y adultos.
La literatura juvenil e infantil constituye el grado superlativo de la heroicidad. Lo infantil, en la sociedad compradora, suele estar muy ligado al regalo, con poco elecci¨®n y escasa informaci¨®n. Una especie de derrota ante la figura egregia del tebeo que cubr¨ªa las ausencias generales en la postguerra.
El paso del tebeo al siguiente descansillo est¨¢ resultando m¨¢s complejo de lo previsto. Asun Balzola pertenece a ese terreno de la heroicidad (sin alamares), que domina ambos lenguajes: la escritura y la ilustraci¨°n; lo juvenil y lo adulto, que no quiere encasillarse aunque su nombre permanezca m¨¢s atado a su primera funci¨®n, aquella que engancha con mayor facilidad el pincel que el l¨¢piz (aunque el ordenador haya roto tantas met¨¢foras).
No es extra?o que ¨¦lla, como tasntos otros reclame mayor atenci¨®n primaria a la literatura infantil, que todo empiece antes, cuando tiene que comenzar y no se deje al albur de la madurez de cada quisque. La literatura es la asignatura pendiente de la educaci¨®n, algo que se estudia tarde y como quien estudia la lista de los r¨ªos de Noruega. Y se investigan las sin¨¦cdoques, y el hiperbaton del autor . Y se acaba aprendiendo a odiar esos subterfugios que esconden el plaver de leer, es decir de descubrir
Dos por uno
En cierto modo, Asun Balzola ha pintado la vida con trazos suaves y rotundos, aunque quiz¨¢ muchos ni?os y muchos aduyltos no lo sepan. Quiz¨¢ s¨®lo aquellos provilegiados que han tenido en sus manos una obra completamente suya. Los dem¨¢s habr¨¢n encontrado una obra, una idea o un apunte, una historia contada sucesivamente en literatura y en im¨¢genes, un dos por uno aut¨¦ntico y sin subsidios.
Y est¨¢ la escritora que recuerda e imagina y convierte la imagen en palabra contada, con una actividad constante.
Y est¨¢ la persona que no se resigna a la discapacitaci¨®n, que se empe?a en hac¨¦rselo por s¨ª misma, a costa de ciertos sacrificios y m¨¢s satisfacciones de la vida cotidiana.
Tiene Asun Balzola la claridad de la l¨ªnea y la profundidad de la historia, como argumentros principales de la creatividad. Sus historias pertenecen tanto a la imaginaci¨®n como al recuerdo(la vivencia). Es el otro mundo, nada cotidiano, tan m¨¢gico como un cocodrilo amarillo (que sin duda existe en alg¨´n reducto insospechado de las personas).
Y aparece con su libro de memorias en euskera y castellano y con los cuentos rellenos de lo que tiene que siempre han estado: de las dosis suficientes de carne y de pescado, porque todo cabe en el universo de un cuento.
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