Paul McCartney se convierte en el cl¨¢sico m¨¢s popular
El ex 'beatle' estrena el ¨¢lbum 'Working classical', que incluye tres temas orquestales
Apenas unos d¨ªas despu¨¦s de la aparici¨®n de Run devil run, su m¨¢s reciente disco de rock, el cantante brit¨¢nico Paul McCartney ha presentado en su tierra Working classical, su tercera incursi¨®n en la m¨²sica cl¨¢sica despu¨¦s de The Liverpool oratorio (1991) y Standing stone (1997). El ¨¢lbum, que incluye tres piezas orquestales, es tambi¨¦n un emotivo homenaje a su malograda esposa, Linda, fallecida a causa de un c¨¢ncer el pasado mes de abril.
El ¨¢lbum, adem¨¢s de las tres piezas orquestales, incluye una serie de arreglos para cuerda de varias de las canciones de amor escritas durante su matrimonio. Estrenado la noche del pasado s¨¢bado en el Philarmonic Hall de Liverpool, Working classical no es un t¨ªtulo cualquiera. McCartney ha estado siempre muy orgulloso de sus or¨ªgenes proletarios y esta vez ha mezclado el trabajo (work, en ingl¨¦s) invertido en componer, con la noci¨®n de la clase trabajadora (class) de la que proviene.El hecho de que las tres principales composiciones: A leaf, Spiral y Tuesday sean orquestales, le permiti¨® apropiarse tambi¨¦n del resto de la palabra, classical. El resultado trata de condensar, en dos sencillas voces, sus ra¨ªces e inquietudes musicales m¨¢s recientes.
Filigranas sem¨¢nticas aparte, el disco es, sobre todo, una declaraci¨®n p¨®stuma de amor de Paul a Linda. Una muestra de la intensidad de su uni¨®n, que ¨¦l recrea con ayuda del cuarteto de cuerda estadounidense Loma Mar en t¨ªtulos como My love, The lovely Linda o Maybe I"m amaced, escritos en los felices a?os setenta. La enfermedad que desbarat¨® la relaci¨®n llega m¨¢s adelante con Somedays, una melod¨ªa emocionante, triste y a la vez serena.
Entusiasmo
McCartney, que acudi¨® el s¨¢bado a Liverpool para delirio de sus admiradores, evit¨® hacer declaraciones. Sentado con su familia en el patio de butacas, correspondi¨® agradecido al entusiasmo desbordante de sus paisanos. Los gritos de "?Paul, Paul!" resonaron por todas partes. Uno de los asistentes se permiti¨® incluso una confianza bien recibida. "?Qu¨¦ tal est¨¢s, Paul?", le pregunt¨® desde el fondo de la sala. Silencioso en el estreno, el cantante hab¨ªa reconocido antes que el disco le ha unido m¨¢s que nunca a su desaparecida esposa. "Al elegir la m¨²sica para los funerales de Londres y Nueva York, pens¨¦ que a Linda le habr¨ªa gustado escuchar estas canciones escritas para ella con unos arreglos de cuerda".
El conjunto Loma Mar Quartet interpret¨® 11 de estas melod¨ªas en la presentaci¨®n del s¨¢bado y las ha grabado tambi¨¦n para el disco de la casa EMI. Las tres composiciones orquestales corrieron a cargo de la London Symphony Orchestra, dirigida por Andrea Quinn, una de las m¨¢s j¨®venes maestras del Reino Unido. Concebidas como suites para combinar de diversas formas la misma tonalidad, la primera de ellas, A leaf, fue escrita despu¨¦s de The Liverpool oratorio. Incluye un solo de piano y notas de clarinetes, violonchelo y trompetas con sordina. Un fondo de vals abre y cierra esta entrega. En Spiral, el solo es de flauta, instrumento que se impone con suavidad a las cuerdas. La inspiraci¨®n para la ¨²ltima obra, Tuesday, surgi¨® de un cuento infantil del mismo t¨ªtulo. Absorbido por las aventuras de sus ranitas protagonistas, ocurridas en un martes, McCartney compuso la banda sonora de la serie de animaci¨®n para que la que fue adaptado el texto.
M¨²sicos
Como ya sucediera con The Liverpool oratorio y Standing stone, el ex beatle ha colaborado con algunos de sus m¨²sicos de cabecera. Una vez escritas las melod¨ªas, Lawrence Foster, actual director musical de la Orquesta Sinf¨®nica de Barcelona, le ayud¨® a estructurarlas. Richard Rodney Bennett y Jonathan Tunick llegaron despu¨¦s para dar forma a la orquestaci¨®n. McCartney colabora en todo el proceso y ha recordado que temas legendarios como Yesterday y Eleanor Rigby ya coqueteaban con formaciones cl¨¢sicas de cuerda. En Working classicals se ha apoyado en las personas que califica de "expertos" , sin asomo alguno de pedanter¨ªa.
Una vez concluido el s¨¢bado el concierto, el cantante subi¨® al escenario, dio las gracias a p¨²blico y m¨²sicos y acept¨® con donaire abundantes ramos de flores. Para regocijo general, una rendida admiradora le regal¨® un bolso que ¨¦l enarbol¨® como un trofeo. Otras seguidoras igualmente entregadas prefirieron llenar sus vestidos de broches con el nombre y el rostro del ¨ªdolo. Para todas hubo una sonrisa. McCartney salud¨® por ¨²ltima vez y desapareci¨® cargado de rosas.
Babelia
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