El rastro de corrupci¨®n de la 'd¨¦cada Menem'
Los partidos convierten la limpieza del Gobierno en el asunto clave de la campa?a electoral
"La sociedad, cansada de la corrupci¨®n, me convirti¨® en un monstruo al que responsabiliz¨® por todo", exclam¨® el exconcejal justicialista (peronista) Jos¨¦ Manuel Pico minutos antes de que un tribunal de la ciudad de Buenos Aires le condenara a cinco de a?os de prisi¨®n y diez a?os de inhabilitaci¨®n para ocupar cargos p¨²blicos, por el delito de enriquecimiento il¨ªcito.Pico se convirti¨® el 15 de octubre, a nueve d¨ªas de las elecciones presidenciales argentinas (que se celebran el pr¨®ximo domingo), en el primer pol¨ªtico de relevancia condenado por corrupci¨®n. Otros dos altos funcionarios del Gobierno que se despide -Mar¨ªa Julia Alsogaray, secretaria de Recursos Naturales, y V¨ªctor Alderete, presidente del PAMI (Programa de Asistencia del Estado para Jubilados y Pensionistas)- est¨¢n acusados del mismo delito y pueden ser los siguientes en el banquillo.
La palabra corrupci¨®n ha estado omnipresente en toda esta campa?a electoral. Todos los candidatos, con Fernando de la R¨²a a la cabeza, enarbolan la bandera de la transparencia. Aporta votos. No en vano la corrupci¨®n es, despu¨¦s del desempleo, la segunda inquietud de los argentinos, seg¨²n indican los estudios de opini¨®n.
El Gobierno de Carlos Menem deja un largo reguero de esc¨¢ndalos, pero no es un fen¨®meno inventado por el presidente saliente ni patrimonio exclusivo de Argentina. "La corrupci¨®n existe en estas tierras desde 1492 en adelante", dice, medio en serio, medio en broma, Luis Moreno Ocampo, exfiscal federal y presidente de la organizaci¨®n Transparencia Internacional para Am¨¦rica Latina, dedicada a estudiar los tent¨¢culos de la corrupci¨®n. Sin necesidad de remontarse a la ¨¦poca del Descubrimiento, el periodista ?lvaro Ab¨®s repasa en su libro Delitos ejemplares 12 historias de la corrupci¨®n argentina que se remontan a Santiago de Liniers y la fundaci¨®n de Argentina, en 1810, y llegan hasta los Gobiernos de Menem.
En otras palabras, la corrupci¨®n existe desde tiempos inmemoriales, pero no es hasta la ¨²ltima d¨¦cada que los argentinos empiezan a reflexionar seriamente sobre ella. "La corrupci¨®n entra a formar parte de la agenda pol¨ªtica con la recuperaci¨®n de la democracia y el fin de la hiperinflaci¨®n", observa el fiscal del juicio a las ¨²ltimas juntas militares, hoy convertido en consultor de empresas y organismos internacionales. "Sin democracia no hab¨ªa informaci¨®n p¨²blica, por lo que no hab¨ªa datos para hablar de corrupci¨®n. Por otra parte, la hiperinflaci¨®n pasaba por encima de cualquier otro problema para los argentinos".
"El menemismo sum¨® esc¨¢ndalos", sentencia Moreno Ocampo. "Por ejemplo, con las privatizaciones el nivel de compra del Estado descendi¨® de 18.000 millones de d¨®lares a 4.000 millones (de 2,7 billones de pesetas a 610.000 milllones de pesetas). Al comprar menos, la corrupci¨®n estatal se export¨® al sector privado". En importantes operaciones de compra-venta de empresas del Estado se amasaron fortunas repentinas gracias al cobro de suculentas comisiones.
Estima el exfiscal que "no es s¨®lo una cuesti¨®n de personas. Es un problema estructural, que va m¨¢s all¨¢ del Gobierno. Hace falta un compromiso de las empresas de no pagar sobornos. Se necesita un cambio de mentalidad", asegura.
Otra forma de corrupci¨®n, como la evasi¨®n de impuestos, alcanza en Argentina el 28%, porcentaje superior al 20% considerado normal en palabras de Transparencia Internacional, y a distancia sideral del 5% que se da en Suecia. La evasi¨®n supera el 50% en sectores como el agrario y el de la construcci¨®n.
En diciembre de 1998, la revista XXI public¨® un n¨²mero especial bajo el t¨ªtulo "Gu¨ªa de la corrupci¨®n" en la que figura una larga lista, de la A a la Z, de nombres de acusados, procesados o condenados por el mismo delito.
Ah¨ª est¨¢n ministros como Jos¨¦ Luis Manzano, implicado en m¨¢s de una docena de causas a las que finalmente se dio carpetazo; Antonio Erman Gonz¨¢lez (Trabajo y Defensa), imputado en la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, y Carlos Corach (actual titular de Interior), acusado en varias causas; jueces como Norberto Oyarbide, investigado por varios delitos, entre ellos una red de prost¨ªbulos en Buenos Aires; familiares del presidente Menem, como sus cu?ados Amira y Emir Yoma; gobernadores como el de la provincia de La Rioja, ?ngel Eduardo Maza, denunciado por desviar dos millones de d¨®lares del Tesoro Nacional, o el de Tucum¨¢n, Antonio Bussi, general de la dictadura, a quien se descubri¨® una cuenta secreta en Suiza con los bienes hurtados a los detenidos-desaparecidos durante el golpe de Estado.
El primer esc¨¢ndalo de corrupci¨®n de la d¨¦cada menemista estalla al a?o y medio de asumir Carlos Menem la presidencia de la naci¨®n. Amira Yoma, secretaria de Audiencias de la Presidencia, Ibrahim al Ibrahim, antiguo asesor de aduanas, y Mario Caserta, expresidente del Consejo Federal de Agua, son acusados de integrar una banda internacional de lavado de dinero del narcotr¨¢fico. Yoma fue sobrese¨ªda, aunque abandon¨® el cargo, Caserta estuvo siete a?os en prisi¨®n y est¨¢ en libertad, e Ibrahim huy¨® a Siria.
La presa hidroel¨¦ctrica de Yacyret¨¢, sobre el r¨ªo Paran¨¢, que comparten Argentina y Paraguay fue calificada en 1990 por Menem como "el monumento nacional a la corrupci¨®n". Las acusaciones de irregularidades y sobreprecios en la construcci¨®n de la central fueron constantes desde principios de los ochenta.
En agosto y septiembre de 1993 entraron en Argentina 13 contenedores con una mercader¨ªa por valor de 600.000 d¨®lares (unos 90.000 millones de pesetas) sin pagar impuestos. Varios funcionarios de aduanas fueron juzgados y condenados. Ninguno de ello est¨¢ preso.
En 1994, el Banco Naci¨®n otorg¨® a la empresa IBM la licitaci¨®n para la renovaci¨®n de su sistema inform¨¢tico, por la que se pagaron m¨¢s de 21 millones de d¨®lares en sobornos. Un ex presidente y tres antiguos directores del banco, as¨ª como cinco empresarios, est¨¢n procesados. El hermano y secretario de uno de los imputados, Marcelo Catt¨¢neo, apareci¨® suicidado.
El PAMI es un organismo carcomido por las pr¨¢cticas corruptas. Su m¨¢ximo responsable, V¨ªctor Alderete, enfrenta nada menos que 17 denuncias. Los presidentes de los ¨²ltimos 10 a?os terminaron procesados, recuerda el fiscal Moreno Ocampo.
En febrero de 1995 trascendi¨® la noticia de la venta de armas argentinas a Croacia y Ecuador, pa¨ªses sobre los que pesaba un embargo militar de la ONU por estar en guerra en la antigua Yugoslavia y contra Per¨², respectivamente. Dos exministros y varios militares est¨¢n procesados.
La batalla contra la corrupci¨®n tropieza con un serio obst¨¢culo llamado impunidad, que favorece la comisi¨®n del delito ante la deslegitimaci¨®n en que se encuentra el poder judicial desde 1992, con los cambios introducidos en la Corte Suprema. En este sentido, "los organismos de control de fronteras y de recaudaci¨®n [Direcci¨®n General Impositiva y Aduana] deben dejar de ser tierra liberada, para sumarse a un esfuerzo que conjugue los elementos de seguridad y de mayor eficiencia fiscal y econ¨®mica", ha escrito Gustavo Beliz, ex ministro del Interior y hoy diputado del partido Nueva Dirigencia.
?Hay esperanzas de que el Gobierno que surja de las elecciones del domingo encarar¨¢ con valent¨ªa la lucha contra la corrupci¨®n?
"El gran cambio", sostiene Moreno Ocampo, "es que el pr¨®ximo presidente quiere controlarla. Menem, como m¨ªnimo, la toler¨®". La impunidad no s¨®lo alcanza a la corrupci¨®n. Termina una d¨¦cada sin que se hayan esclarecido graves sucesos que ensangrentaron Argentina: los atentados antijud¨ªos contra la Embajada de Israel (marzo de 1992), con 22 muertos, y contra la sede de la AMIA (julio de 1994), que caus¨® 86 v¨ªctimas; la sospechosa muerte del hijo de Carlos Menem al estrellarse el helic¨®ptero en que viajaba, el asesinato del reportero gr¨¢fico Jos¨¦ Luis Cabezas, o el suicidio del empresario Alfredo Yabr¨¢n.
Otro homicidio, el del soldado Omar Octavio Carrasco, fallecido a causa de una paliza brutal perpetrada por un grupo de suboficiales y soldados veteranos, tuvo consecuencias para toda la sociedad argentina. El presidente Menem aboli¨® cinco meses despu¨¦s, en agosto de 1994, el servicio militar obligatorio, vigente desde 1901.
El presidente se apunta el fin de la hiperinflaci¨®n y la estabilidad
Las cifras de la d¨¦cada del Gobierno de Carlos Menem ofrecen luces y sombras, como toda su gesti¨®n. En cualquier tribuna que le ceda la palabra el presidente procura vanagloriarse de sus ¨¦xitos: el fin de la hiperinflaci¨®n, la estabilidad democr¨¢tica y la modernizaci¨®n de la econom¨ªa.En julio de 1989, cuando Menem asumi¨® el poder, la inflaci¨®n era del 1.472% y al terminar el a?o subi¨® hasta el 4.923%. Para 1999 las estimaciones prev¨¦n una ca¨ªda de los precios del 0,7%. El producto interior bruto (PIB) era de 82.773 millones de d¨®lares en 1989; el a?o pasado fue de 298.131 millones de d¨®lares (45,6 billones de pesetas, aproximadamente la mitad que el de Espa?a). Hace 10 a?os el desempleo era del 8,1% de la poblaci¨®n activa. Hoy se sit¨²a en el 14,5%. La deuda externa era de 62.843 millones de d¨®lares, y en una d¨¦cada se ha encaramado hasta los 144.000 millones de d¨®lares.
El legado social deja una ristra de puntos negros. La distribuci¨®n de la riqueza ha profundizado la desigualdad desde los a?os ochenta hasta la actualidad, seg¨²n datos de la Fundaci¨®n de Investigaciones Econ¨®micas Latinoamericanas (FIEL). M¨¢s del 17% de la poblaci¨®n del Gran Buenos Aires est¨¢ bajo la l¨ªnea de pobreza (las cifras oficiales hablan de 10 millones de pobres en todo el pa¨ªs).
En salud hay situaciones contradictorias. La relaci¨®n de tres m¨¦dicos por cada 1.000 habitantes es superior a la de muchos pa¨ªses desarrollados, y la inversi¨®n representa el 6,9% del PIB, la m¨¢s elevada de todo el continente despu¨¦s de Estados Unidos y Canad¨¢. Sin embargo, la mortalidad infantil es del 20%, dos veces m¨¢s que Chile y tres m¨¢s que Cuba, y la tercera parte de la poblaci¨®n carece de cobertura m¨¦dica.
Grave desigualdad
En educaci¨®n hay una grave desigualdad entre las escuelas de Buenos Aires y de las provincias, deficiente rendimiento escolar y un bajo nivel de inversi¨®n (3,1% del PIB, frente al 5,3% de promedio en los pa¨ªses desarrollados).
En las provincias, las protestas sociales han ido en aumento a medida que se acercaba el fin del mandato de Menem. Empleados p¨²blicos, peque?os productores, docentes, camioneros, agricultores y pescadores han salido a la calle a lo largo y ancho de la geograf¨ªa argentina para exigir al gobierno provincial de turno mejores condiciones en su trabajo, en un marco de recesi¨®n general.
Las protestas han puesto de manifiesto otra realidad de Argentina. El pa¨ªs no termina en Buenos Aires.
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