Monte Benacantil, hito hist¨®rico
Cuando los intereses de unos pocos persisten, lamentablemente, no hay respeto por aquello que nos rodea, ni a¨²n en el supuesto de mediar razonamientos de car¨¢cter hist¨®rico y como tal, de gran trascendencia en el an¨¢lisis cualitativo de los or¨ªgenes y formaci¨®n de la ciudad de Alicante. Probablemente, este jueves 21 a las 17.00 el Consell Valenci¨¤ de Cultura tome una postura oficial sobre la problem¨¢tica existente por la decisi¨®n del Ayuntamiento de esta ciudad, en levantar una edificaci¨®n en el monte Benacantil.La prensa est¨¢ llevando a cabo un seguimiento al litigio que supone la actuaci¨®n c¨ªvica de ciudadanos al oponerse a la ocupaci¨®n del monte Benacantil por una edificaci¨®n destinada a palacio de congresos y requerir a un ¨®rgano consultivo la emisi¨®n de un informe sobre la idoneidad o el equ¨ªvoco que supone la decisi¨®n de ocupar el ya exiguo monte Benacantil.
Por otro lado, lo que se publica en prensa sobre el monte no llega a divulgar los valores hist¨®ricos y de sitio de los que goza dicho monte. El an¨¢lisis sobre lo improcedente de la ubicaci¨®n del palacio de congresos debe versar sustancialmente sobre aquellos argumentos incuestionables que el monte ostenta y que a mi juicio son:
1. El monte como origen de los primeros asentamientos urbanos y consolidaci¨®n de la ciudad de Alicante.
2. El monte como ¨¢mbito de tradiciones populares vinculado a acontecimientos del pasado.
3. El monte como base y sost¨¦n y unidad indivisible del Castillo de Santa B¨¢rbara (BIC).
4. El monte como hito paisaj¨ªstico de la ciudad y,
5. El monte como pulm¨®n verde de la ciudad.
La Ley Valenciana de Patrimonio Cultural nos ofrece un marco legal donde el ciudadano y la Administraci¨®n P¨²blica puede encontrar cumplida respuesta, en materia de protecci¨®n y en materia de fomento, sobre el mantenimiento de nuestro patrimonio cultural.
Al ciudadano le falta h¨¢bito en el ejercicio de la reivindicaci¨®n por la defensa del patrimonio cultural y a la Administraci¨®n le ocurre otro tanto de lo mismo, aunque ¨¦sta ¨²ltima, en ello ve gigantes donde ¨²nicamente hay molinos.
Lo publicado en estos d¨ªas recoge la situaci¨®n o el momento de espera que las partes interesadas en el asunto esperan del informe de la Comisi¨®n de Legado Hist¨®rico.
Para la Administraci¨®n local, el pronunciamiento de dicha comisi¨®n se trata de un mero acto de tr¨¢mite no vinculante. Para los ciudadanos, contrarios a la ocupaci¨®n del monte, tiene el inter¨¦s coincidente con el propio pre¨¢mbulo de la Ley de Patrimonio, cuando expone que: "El patrimonio cultural valenciano es una de las principales se?as de identidad del pueblo..." (...) "...cuya conservaci¨®n y enriquecimiento corresponde a todos los valencianos y especialmente a las instituciones y los poderes p¨²blicos que los representan".
Cierto, el resultado del informe que emita el Consell Valenci¨¤ de Cultura, inicialmente, no es vinculante desde el punto de vista normativo para la Administraci¨®n actuante, pero s¨ª representa un problema de considerable carga ¨¦tica.
No podemos hacer o¨ªdos sordos a una instituci¨®n como la que se pronuncia. Una instituci¨®n que ha adquirido el conocimiento suficiente para emitir una opini¨®n s¨®lida. Una opini¨®n objetivizada a trav¨¦s de la escucha atenta, primero, a los representantes de la Administraci¨®n local y al autor del proyecto, segundo, a conocer el lugar donde se pretende la ubicaci¨®n del palacio de congresos, mediante traslado a Alicante de una representaci¨®n de la Comisi¨®n de Legado Hist¨®rico. Y tercero, a miembros de la plataforma Salvem el Benacantil.
As¨ª fue, cuatro miembros de la plataforma ciudadana nos trasladamos a Valencia, previa petici¨®n a la Comisi¨®n de Legado Hist¨®rico, fuimos invitados a exponer los argumentos obvios basados en los valores que ostenta el monte Benacantil.
No creo equivocarme en el sentir que all¨ª se respiraba. En silencio absoluto y bajo la atenta mirada de todos los presentes, mientras se expon¨ªa la situaci¨®n con diapositivas y transparencias, se percib¨ªa una opini¨®n serena, clara e indiscutiblemente coincidente por la totalidad de los miembros de la Comisi¨®n de Legado Hist¨®rico.
No quiero dejar a un lado la importancia que representa el que la mayor¨ªa de los componentes de esa digna instituci¨®n del Consell Valenci¨¤ de Cultura pertenecen o han sido elegidos a instancia del grupo popular, y a pesar de ello pudieron, ante la evidencia de lo inadecuado del lugar y al reconocimiento de los valores que el sitio ostenta, decir no, a la ocupaci¨®n del monte Benacantil.
De todo ello, no cabe hacer otra lectura que la lectura sencilla y honesta, indiscutiblemente de resultado grato. En aquella sala, todos alrededor de una gran mesa, la raz¨®n, el sentido com¨²n, no tuvo color alguno, hubo convergencia y afinidad en el sentir. El monte Benacantil debe conservarse, debe restaurarse y debe rehabilitarse. Debe quedar sujeto bajo la tutela de los poderes p¨²blicos, como patrimonio cultural en la categor¨ªa de Sitio Hist¨®rico, como as¨ª establece la ley 4/98 de Patrimonio Cultural Valenciano a tenor de su Art.1.2 y Art.26. Por otro lado, el ciudadano debe aportar una estrecha colaboraci¨®n como parte integrante de la sociedad, asegurando con ello el mantenimiento de su conservaci¨®n, difusi¨®n y fomento, e incluso llegado el caso, ejerciendo el derecho de denuncia contra quienes con la actitud o la omisi¨®n, ocasionen cualquier acci¨®n da?osa contra el monte.
Para terminar recordar simplemente que la ley no es un mero instrumento al servicio de una voluntad, sino que la ley y el Derecho deben tender al ideal de justicia, donde converja la voluntad de todos.
Manuel A. Ay¨²s y Rubio es doctor en Arquitectura.
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