Golf y hoteles de lujo a cambio de pinos

El negocio es redondo. Se compra a buen precio un bosque de pino pi?onero a la orilla misma del mar de C¨¢diz -un lugar paradisiaco donde ya los romanos levantaron Baelo Claudia- y se convierte en un complejo tur¨ªstico de lujo: hoteles, apartamentos, hasta verdes campos de golf en una zona de sequ¨ªa end¨¦mica. S¨®lo hay un problema. La ley del suelo lo proh¨ªbe expresamente. La finca El Chaparral -una extensi¨®n de 426 hect¨¢reas junto a las ruinas de Bolonia, t¨¦rmino municipal de Tarifa- est¨¢ calificada como "no urbanizable" por su indudable "inter¨¦s ambiental". O lo que es lo mismo: muy bonita para la vista, pero improductiva para el bolsillo. ?Qu¨¦ se hace entonces?La respuesta descansa en el despacho del fiscal jefe de C¨¢diz, Isidoro Hidalgo, a quien el PSOE de Tarifa acaba de entregar un informe en el que se destapan los presuntos tejemanejes del anterior alcalde, Jos¨¦ Fuentes Pacheco, un independiente que intent¨®, gracias al apoyo pol¨ªtico del PP, recalificar la zona a cambio de -seg¨²n denuncia el PSOE- una suculenta mordida.

?El m¨¦todo? No tiene desperdicio. Aunque sin llegar a ser tan burdo como el de Sanl¨²car de Barrameda -contratos firmados, dinero negro en bolsas de deporte, billetes de avi¨®n-, el ex alcalde de Tarifa s¨ª lleg¨® a estampar su firma en un papel -reproducido aqu¨ª- de dudosa validez legal.

Todo empez¨® en septiembre de 1997. Un abogado de C¨¢diz, diciendo representar a gente muy solvente de Madrid, contacta con un conocido intermediario de Tarifa -lo que de toda la vida se conoce vulgarmente como un conseguidor-. Le hace saber que sus clientes est¨¢n muy interesados en edificar en la finca El Chaparral. El conseguidor -seg¨²n relat¨® ¨¦l mismo a este peri¨®dico- se lo comunica al alcalde Fuentes a la vez que le advierte de la necesidad de recalificar el terreno para permitir su urbanizaci¨®n. El alcalde no s¨®lo dice que s¨ª, que no hay problemas, sino que adem¨¢s escribe una carta -con sello municipal, membrete y registro oficial de salida- en la que, entre otras cosas, promete: "Se podr¨ªan convenir las modificaciones y distintas actuaciones dentro del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Tarifa a fin de que su proyecto se realice en nuestro municipio".

Dicho en rom¨¢n paladino: el alcalde, sin encomendarse en ning¨²n momento al pleno municipal, se compromete por escrito ante unos particulares a cambiar la ley del suelo para convertir el bosque de pino pi?onero en un complejo hotelero con 1.200 camas y un campo de golf de 27 hoyos.

?Solamente a cambio del bien com¨²n? Tambi¨¦n la contestaci¨®n a esta pregunta puede estar descansando en el despacho del fiscal jefe de C¨¢diz. Una conversaci¨®n telef¨®nica entre dos intermediarios, grabada furtivamente, habla de la comisi¨®n -en millones de pesetas- que pudieron llevarse algunos miembros del Gobierno municipal.

Habla un intermediario: "Pues el alcalde se ha llevado 25 millones...". Responde el otro conseguidor, presunto pagador de la mordida: "Todo no era para ¨¦l... Hay m¨¢s gente, m¨¢s gente".

Saltan en la conversaci¨®n -suministrada por el PSOE de Tarifa al fiscal de C¨¢diz para que ¨¦ste, a su vez, se la remita a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n- algunos nombres propios, tambi¨¦n la insinuaci¨®n de que militantes del TAIP (Tarifa Agrupaci¨®n Independiente Popular) y del PP, su apoyo en el Gobierno municipal, est¨¢n en el ajo. Los aludidos -ya fuera del Gobierno de Tarifa- lo niegan todo, pero el papel firmado, la conversaci¨®n grabada y un extra?o convenio -rubricado el 20 de enero de este a?o- entre el alcalde y los nuevos due?os de El Chaparral extienden el olor a chamusquina. Merced al referido convenio -firmado por el alcalde Fuentes y un brit¨¢nico llamado Francis Anthony Napoli, domiciliado en Gibraltar-, el Ayuntamiento de Tarifa se embolsa 75 millones de pesetas a cambio nada menos que del futuro ¨¦xito de la operaci¨®n.

Lo m¨¢s sorprendente del caso es que, en el momento de firmar el acuerdo, el alcalde Fuentes -y presumiblemente sus socios del PP- ten¨ªa sobre la mesa un informe de la Junta de Andaluc¨ªa en el que se le advert¨ªa, sin ning¨²n genero de dudas, de la imposibilidad de recalificar una finca de tant¨ªsimo inter¨¦s forestal. El actual alcalde, Juan Andr¨¦s Gil, expulsado de IU despu¨¦s de ser aupado al cargo por el apoyo del TAIP y el PP, quiere sacar el proyecto adelante y ahora -diez meses despu¨¦s de haber sido firmado en secreto- ha sacado el convenio a exposici¨®n p¨²blica.

El nuevo esc¨¢ndalo urban¨ªstico -en el tejado del TAIP y de sus socios del PP- no surge precisamente en una isla desierta. La costa de C¨¢diz se est¨¢ convirtiendo, una vez exprimidas las de M¨¢laga y Huelva, en el objetivo preferido de los especuladores. Aparte del incordio ocasional del viento de Levante, la zona se ha mantenido virgen gracias a las vast¨ªsimas posesiones del Ej¨¦rcito en el Estrecho. De ah¨ª que el actual proceso de enajenaci¨®n de los terrenos militares no haga m¨¢s que complicar el problema.

Y, de fondo, la batalla pol¨ªtica. Los socialistas -por boca de su secretario de Pol¨ªtica Municipal, Alfonso Perales- no se andan con rodeos y acusan a los l¨ªderes del PP de poner de moda el litoral gaditano -Javier Arenas y Jaime Mayor Oreja veranean en ellas, el primero en Tarifa y el segundo en Zahara de los Atunes- y de apadrinar despu¨¦s "oscuras operaciones urban¨ªsticas".