Una exposici¨®n recupera el Par¨ªs de la "belle ¨¦poque" en las ilustraciones de Xavier Gos¨¦
Una muerte prematura trunc¨® la carrera ascendente de Xavier Gos¨¦, considerado uno de los mejores ilustradores europeos de las primeras d¨¦cadas del siglo y uno de los artistas m¨¢s personales en el Par¨ªs de principios de siglo. Gos¨¦ retrat¨® los diferentes ambientes de la vida parisina, la noche, los bulevares, los cabarets, los salones y las selectas carreras de caballos, con un estilo propio caracterizado por el refinamiento y la estilizaci¨®n de las figuras. Una exposici¨®n antol¨®gica de su trabajo puede verse hasta el 14 de noviembre en el Museo de Arte Jaume Morera, en Lleida.
La exposici¨®n antol¨®gica Xavier Gos¨¦ (1876-1915). El Par¨ªs de la "belle ¨¦poque", organizada por la Fundaci¨®n Cultural Mapfre Vida y el Museo de Arte Jaume Morera, re¨²ne por primera vez 280 obras originales del artista, de las cuales 180 corresponden al fondo del museo leridano y el resto al Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) y a colecciones privadas. La exposici¨®n, comisariada por Dolores Jim¨¦nez-Blanco, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, pretende situar la figura de Gos¨¦ en el lugar que se merece, ya que, a pesar del prestigio que le acompa?¨® en vida, despu¨¦s de su muerte su obra y su nombre cayeron en el olvido.De padre leridano y madre barcelonesa, Gos¨¦ naci¨® en Alcal¨¢ de Henares en 1876, pero su familia se traslad¨® pronto a Barcelona. Se form¨® en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde coincidi¨® con Isidre Nonell, Joan Cardona y Joaquim Mir, entre otros. Sus comienzos como dibujante est¨¢n ligados al local de Els Quatre Gats, punto neur¨¢lgico del modernismo que frecuentaban artistas como Ramon Casas, Picasso y Santiago Rusi?ol. Gos¨¦ descubre en sus primeros dibujos la cara oscura del brillante modernismo y retrata a la gente de los suburbios (obreros, payeses, estibadores del puerto y ni?os jugando en su barrio) con un profundo sentido realista.
En 1900, a?o de la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs, decide establecerse en la capital francesa, la ciudad a la que estuvo ligado el resto de su vida. Pese a la precariedad de los comienzos y la dura competencia, pronto empez¨® a publicar en las mejores revistas sat¨ªricas, como Le Rire y Cocorico. Comprometido con la problem¨¢tica social, refleja en los dibujos de esos primeros a?os la s¨¢tira pol¨ªtica, la prostituci¨®n y las llamadas espa?oladas (toreros y bailaoras flamencas, muy de moda en Francia). Una de sus virtudes fue su capacidad de observaci¨®n y de absorci¨®n de todo aquello que le interesaba. En su estilo se adivina la influencia de Daumier, Toulouse-Lautrec, Ramon Casas, Klimt , Kirchner, as¨ª como de las estampas japonesas.
A partir de 1906, la mirada de Gos¨¦ cambia, se aleja de la s¨¢tira y empieza a retratar el mundo elegante y mundano del Par¨ªs de la belle ¨¦poque, con la mujer como eje central de su obra. Son famosas sus elegantes y estilizadas damas parisinas, que pasean con exagerados sombreros ovales, captadas en sus citas con atildados caballeros o en la intimidad del boudoir. Dibujos sofisticados pero sobrios, de una gran sensualidad y estilizaci¨®n con los que el artista catal¨¢n, con una personalidad art¨ªstica innovadora y ecl¨¦ctica, se avanz¨® m¨¢s de una d¨¦cada al estilo art d¨¦co.
Su evoluci¨®n se vio truncada cuando estaba disfrutando del ¨¦xito y sus dibujos aparec¨ªan en las revistas europeas de m¨¢s prestigio, en la ya citada Le Rire, la tambi¨¦n parisina L"Assiette au Beurre y en las publicaciones alemanas Junged y Simplicissimus. El comienzo de la guerra mundial y su enfermedad le hicieron volver a Catalu?a, donde imperaba entonces la est¨¦tica noucentista, tan alejada de su estilo. Gos¨¦ pas¨® su ¨²ltimo a?o de vida en casa de su madre, en Lleida, donde muri¨® en 1915, a los 38 a?os.
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