Un ensayo propone hacer de Internet una ciudad transcultural y democr¨¢tica

Frente a los autores que piensan que Internet debe ser ante todo un mercado, o un espacio m¨ªstico interconectado, Javier Echeverr¨ªa (Pamplona, 1948) propone pensarlo como una ciudad transcultural, que antes hay que civilizar y democratizar. En Los se?ores del aire, el fil¨®sofo y matem¨¢tico diagnostica el impacto que ejerce en el ser humano la red telem¨¢tica, un tercer espacio social (m¨¢s all¨¢ del campo y la ciudad), que hoy s¨®lo intuimos.

"Ese entorno, cuyo m¨¢ximo exponente es Internet, ya est¨¢ aqu¨ª y, frente al primer espacio (el campo) y el segundo (la ciudad), no se habita pero influye en todos los campos de actividad humana", seg¨²n el fil¨®sofo Javier Echeverr¨ªa -creador de la noci¨®n de Tel¨¦polis (ciudad electr¨®nica y digital)-, quien aborda de nuevo ese espacio gestado por las nuevas redes telem¨¢ticas en Los se?ores del aire: Tel¨¦polis y el tercer entorno (Destino)."Las actividades m¨¢s relevantes se est¨¢n trasladando al campo telem¨¢tico, como se ha visto en Kosovo, la primera guerra que se gana por aire y modelo de ciberguerra. Pero, sobre todo, ha cambiado la vida cotidiana, fuertemente influida por el tel¨¦fono, la televisi¨®n, el dinero electr¨®nico y la inform¨¢tica", indica Echeverr¨ªa, premio Euskadi de Investigaci¨®n en Humanidades y Ciencias Sociales 1997.

En primer lugar, el nuevo orden social precisa ser civilizado y transformado en una sociedad transcultural, que se base en el conocimiento: "La mayor¨ªa de nosotros somos discapacitados para este tercer entorno, que ofrece m¨²ltiples posibilidades en el despliegue de formas culturales". Por eso, retomando el viejo ideal ilustrado, Echeverr¨ªa defiende la ense?anza como m¨¦todo de transformaci¨®n de la nueva sociedad, que pretende ser cr¨ªtica e integradora.

La segunda propuesta pasa por democratizar el nuevo espacio: "A pesar de lo que piensan algunos ingenuos, a¨²n no es democr¨¢tico, se basa en una estructura neofeudal que persigue, en lugar de poseer m¨¢s territorios, lograr el control de las redes". Los nuevos amos y se?ores de esa ciudad, los se?ores del aire (modelo Bill Gates o George Sooros), luchan de forma civilizada por el poder que se ha iniciado, seg¨²n el autor, quien plantea tambi¨¦n la necesidad de legislar la red: "Esos se?ores son m¨¢s poderosos que los Estados y sus empresas tienen un poder superior al de las naciones, por eso son los que proponen su desregularizaci¨®n".