La Mostra logra una asistencia de 34.000 espectadores en ocho d¨ªas

La Mostra de Val¨¨ncia-Cinema del Mediterrani, que concluy¨® el jueves, ha batido un r¨¦cord de asistencia al congregar a m¨¢s de 34.000 espectadores durante los ocho d¨ªas de proyecciones. Jam¨¢s ha habido tanto p¨²blico como en esta XX edici¨®n del festival, seg¨²n coment¨® ayer el director del mismo, Llu¨ªs Fern¨¢ndez. Casi 5.000 espectadores m¨¢s que el pasado a?o han acudido a las salas de cine. Estos datos confirman que el certamen est¨¢ enraizado en la ciudad, aunque el debate sobre su contenido y su modelo sigue abierto.

En su primera valoraci¨®n, Fern¨¢ndez, que lleva nueve a?os al frente del festival, no duda en destacar la gran afluencia de p¨²blico como el hecho m¨¢s destacable de esta edici¨®n, y a?ade: "si vienen cada vez m¨¢s espectadores es porque las pel¨ªculas y los diferentes ciclos interesan". Lo cierto es que las multisalas de los cines ABC Mart¨ª se han llenado casi diariamente, sobre todo en las sesiones de noche y en la mayor¨ªa de los pases del fin de semana. Valencia es una de las provincias espa?olas con mayor afici¨®n al cine, junto a Alicante, Guip¨²zcoa y Vizcaya. Aunque la Mostra siempre ha funcionado bien de p¨²blico, en mayor o menor medida, hace a?os se detect¨® un creciente divorcio entre el festival y los ciudadanos, pero ¨²ltimamente esa tendencia se ha invertido, increment¨¢ndose el n¨²mero de espectadores de manera notoria en los tres cert¨¢menes recientes. Una gran parte de las entradas, cerca de la mitad atendiendo a los porcentajes de a?os anteriories, son invitaciones, si bien el precio de la taquilla (400 pesetas) no parece un obst¨¢culo.

Sea como sea, Fern¨¢ndez constata satisfactoriamente el aumento de espectadores j¨®venes. "Gente que empez¨® a venir a la Mostreta [secci¨®n paralela infantil que convoca incluso a m¨¢s espectadores que la Mostra] y ahora con 18 y 20 a?os viene a la Mostra", razona.

Ha sorprendido la gran afluencia de los espectadores j¨®venes al ciclo dedicado a Luis Garc¨ªa Berlanga. Un p¨²blico que no ha tenido apenas oportunidades de ver las mejores pel¨ªculas del realizador valenciano en una pantalla de cine.

El p¨²blico tambi¨¦n ha respondido bien a los ciclos sobre los directores norteamericanos underground John Waters y Allan Arkush. Pero la triunfadora m¨¢s inesperada ha sido la secci¨®n ?pera Prima que reun¨ªa algunas de las pel¨ªculas espa?olas de directores noveles de los dos ¨²ltimos a?os. Algunos productores han mostrado su incredulidad ante este fen¨®meno dado que los filmes se han estrenado todos en los dos ¨²ltimos a?os. Fern¨¢ndez se?ala el ambiente de festival que invita a participar en ¨¦l como una de las explicaciones. Durante buena parte de su primera d¨¦cada, la Mostra ya gozaba de ese ambiente, pero con un car¨¢cter m¨¢s cin¨¦filo y una oferta m¨¢s coherente y, a decir de muchos cr¨ªticos, de mayor calidad. Era la ¨¦poca en que se dieron a conocer cineastas como Emir Kusturica. Tampoco hab¨ªa tanta competencia entre festivales como ahora.

Visconti, menos que Fellini No ha contado con tanto tir¨®n el completo ciclo dedicado a Luchino Visconti, a excepci¨®n de pel¨ªculas tan conocidas como El gatopardo o Muerte en Venecia. Los anteriories ciclos de Fellini y Pasolini -el de mayor ¨¦xito entre los directores italianos- despertaron m¨¢s inter¨¦s. Fern¨¢ndez apunta la posibilidad de que el cine de Visconti no conecte tanto con la gente ahora.

Como es habitual la secci¨®n informativa, con pel¨ªculas recientes de todas partes del mundo, ha contado con el respaldo del p¨²blico. Y tambi¨¦n, insiste el director de la Mostra, la secci¨®n oficial, con pel¨ªculas de la ribera del Mediterr¨¢neo. "El ¨²ltimo d¨ªa que se proyectaron las ganadoras, todas las salas estaban llenas", apostilla Fern¨¢ndez, quien se encuentra abierto a considerar otro modelo de festival si se plantea la cuesti¨®n. De hecho, el requisito de que la pel¨ªcula a concurso debe haberse producido en un pa¨ªs mediterr¨¢neo limita la calidad y las posibilidades de la Mostra, aunque, al mismo tiempo, es el hecho cultural singularizador de un festival que no pretende competir con los cert¨¢menes de primera clase como el de San Sebasti¨¢n.

Indefinici¨®n

Fern¨¢ndez fue el que empez¨® a combinar pel¨ªculas ajenas al Mediterr¨¢neo (gore, freaky, entre otros subg¨¦neros) con la secci¨®n oficial y los ciclos de prestigiosos directores mediterraneos. Esta indefinici¨®n ha sido una de las principales cr¨ªticas al festival que apenas tiene repercusi¨®n en el panorama cinematogr¨¢fico espa?ol. No obstante, la pasada edici¨®n ha obtenido una gran difusi¨®n, gracias fundamentalmente a la presencia de uno de los pocos mitos vivos del cine, Sof¨ªa Loren.

Entrados en esta din¨¢mica, la Mostra paga cantidades millonarias a estrellas o supuestas estrellas del cine para que aporten el glamour. No es el ¨²nico festival que lo hace, pero s¨ª parece indicativo de esa indefinici¨®n que algunos de los invitados no guarden ninguna relaci¨®n con las pel¨ªculas presentadas ni con su car¨¢cter mediterr¨¢neo.Se trata de alquilar caras conocidas a veces s¨®lo por su repercusi¨®n. Tambi¨¦n resulta chocante, y bastante inusitado en el mundo de los festivales, que todas las estrellas se hagan la foto con la alcaldesa Rita Barber¨¢ en el Ayuntamiento, que aporta los poco m¨¢s de los 180 millones de pesetas del presupuesto de la Fundaci¨®n Municipal de Cine, organizadora del festival.

Fern¨¢ndez subraya, no obstante, el "hecho cultural y social" de que el festival no "excluye" a nadie. Integra a los que van al Palau de la M¨²sica con traje de etiqueta "a ver las estrellas" y a cin¨¦filos y espectadores de distinto pelaje.