Bel¨¦n Gonz¨¢lez est¨¢ acusada de un secuestro y cuatro asesinatos

Bel¨¦n Gonz¨¢lez Pe?alva, representante de ETA en las conversaciones de Argel y en la reuni¨®n del 19 de mayo pasado en Z¨²rich (Suiza) con los enviados del presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, seg¨²n fuentes gubernamentales, est¨¢ acusada de cometer cuatro asesinatos y un secuestro cuando formaba parte del comando Madrid. La dirigente etarra se encontraba en territorio franc¨¦s desde que en octubre de 1998 se fug¨® de la Rep¨²blica Dominicana, donde estaba deportada.Nacida en Beasain (Guip¨²zcoa) el 23 de diciembre de 1956, Bel¨¦n Gonz¨¢lez, compa?era sentimental de Eugenio Etxebeste, Antxon, comenz¨® sus actividades en Madrid a mediados de 1978. Junto con Juan Manuel Soares Gamboa, Javier Cervera, I?aki Arakama Mendia, Makario, y Jos¨¦ ?ngel Urtiaga Mart¨ªnez, particip¨® el 18 de abril de 1982, disfrazada de hombre, en la voladura de la central telef¨®nica de la calle de R¨ªos Rosas de Madrid.

En 1983 volvi¨® de nuevo a Madrid acompa?ada de Jos¨¦ Luis Urrusolo Sistiaga, Makario y otros dos etarras para secuestrar al financiero Diego Prado y Col¨®n de Carvajal. Ya en 1985 es sospechosa de participar en el ametrallamiento de un veh¨ªculo militar que caus¨® la muerte del coronel Vicente Romero y de su ch¨®fer, Javier Garc¨ªa Jim¨¦nez.

Tambi¨¦n se le acusa de ser la autora de los disparos que causaron la muerte al vicealmirante Fausto Escrigas, el 29 de julio de 1985. El ¨²ltimo atentado en el que aparece implicada es en la explosi¨®n de un coche bomba el 9 de septiembre del mismo a?o en la plaza de la Rep¨²blica Dominicana de Madrid al paso de un autob¨²s de la Guardia Civil. Muri¨® un ciudadano norteamericano que transitaba por la zona.

Tras esta campa?a de atentados, Gonz¨¢lez regres¨® a Francia y ya no volvi¨® a formar parte de ning¨²n comando. La direcci¨®n de la organizaci¨®n terrorista la envi¨® a Argelia como medida de seguridad. Cuando se pusieron en marcha las conversaciones de Argel con el Gobierno espa?ol, Bel¨¦n Gonz¨¢lez fue designada para acompa?ar a Antxon y a Makario en la delegaci¨®n etarra.

En la pol¨¦mica de Etxebeste con los dirigentes de ETA en Francia, Bel¨¦n se puso del lado de Antxon y acus¨® a la direcci¨®n etarra de no haber tenido en cuenta las opiniones de sus representantes en Argel, donde al parecer comenz¨® la relaci¨®n personal entre ambos etarras.

Juan Manuel Soares Gamboa, en el libro Agur ETA, critica precisamente a Antxon por haber utilizado su posici¨®n para que fuera su compa?era sentimental quien viajara deportada a Santo Domingo en lugar de otros dos activistas que estaban previstos en un principio.