Locos por Marilyn

Marilyn era ya una leyenda. Ahora sus pertenencias se han convertido en iconos. Coleccionistas, revendedores, empresarios a la b¨²squeda de publicidad o, simplemente, mit¨®manos adinerados pagaron en total m¨¢s de 800 millones de pesetas el mi¨¦rcoles por hacerse con un recuerdo de la actriz en "la subasta del milenio", como la calific¨® un empleado de Christie's.Marilyn estaba en venta: ropa, zapatos, joyas, fotos dedicadas, guiones con anotaciones, sus libros profanos y religiosos, sus cacerolas... Y, sobre todo, un vestido cuyo precio ha batido r¨¦cords. Una pareja de tratantes de recuerdos de famosos se llev¨® por 186 millones de pesetas el traje que ci?¨® la piel de Marilyn la noche que le cant¨® con susurros el Cumplea?os feliz al presidente Kennedy en el Madison Square Garden. Fue en mayo de 1962, tres meses antes de suicidarse.

Bob Schagrin, uno de los nuevos propietarios del vestido, se mostr¨® exultante ante la prensa por haberlo conseguido a un precio mucho m¨¢s bajo de lo que esperaba. Schagrin hab¨ªa calculado que tendr¨ªa que desembolsar 400 millones de pesetas por hacerse con el traje que a la actriz le cost¨® dos millones de pesetas. Marilyn se lo hab¨ªa encargado al dise?ador franc¨¦s Jean Louis con una ¨²nica condici¨®n: "Que fuera un vestido que s¨®lo ella pudiera llevar". Norma Jean "parec¨ªa una sirena", coment¨® entonces su peluquero al verla ce?ida con aquella tela de seda salpicada por 6.000 abalorios.

El vestido, ahora en manos de estos negociantes de recuerdos de famosos, se ha convertido "en una inversi¨®n a largo plazo", reconocen. Podr¨¢n sacar por ¨¦l m¨¢s del doble de lo que les ha costado, calculan.

Todos los precios de la puja del mi¨¦rcoles superaron con creces las expectativas de Christie"s. Hasta el propio subastador, lord Hindlip, se sorprendi¨® por las cantidades que se pagaron por algunos de los objetos. Hindlip, un maestro de la puja, fue el mismo que condujo en 1997 la subasta de las pertenencias personales de Lady Di. Ahora parecen rid¨ªculos los 36 millones que se pagaron por el vestido que la princesa luci¨® en una cena de la Casa Blanca en la que bail¨® con John Travolta.

Unas 2.000 personas abarrotaban la sala de subastas Christie"s, en el Rockefeller Center de Nueva York. Cien empleados vestidos de gala sosten¨ªan cada uno un tel¨¦fono tras el cual hab¨ªa un millonario dispuesto a pagar cantidades astron¨®micas por un recuerdo de Marilyn. Algunos incondicionales de la actriz confesaron que incluso hab¨ªan hipotecado su casa para conseguir un recuerdo de la estrella. Cada vez que Hindlip abr¨ªa la boca, el precio sub¨ªa varios millones de pesetas. "?Por qu¨¦ parar ahora?", "si ha llegado hasta aqu¨ª, ?por qu¨¦ no seguir?". Con frases as¨ª, el subastador disipaba cualquier leve indecisi¨®n.

De esta manera se lleg¨® a pagar 124 millones de pesetas, 20 veces m¨¢s de lo calculado por Christie"s, por el anillo de platino y diamantes que el jugador de b¨¦isbol Joe DiMaggio, fallecido recientemente, le regal¨® a la actriz tras su boda en 1954.

El piano blanco que perteneci¨® a la madre de Norma Jean alcanz¨® los 100 millones de pesetas (60 veces lo previsto). Los dos Globos de Oro que gan¨® llegaron a 52 millones de pesetas; el jersey que visti¨® poco antes de su muerte en una sesi¨®n de fotos en la playa de Santa M¨®nica, 28 millones.

El dise?ador Tommy Hilfiger desembols¨® 24 millones de pesetas por un par de botas y tres vaqueros en los que piensa inspirar una nueva colecci¨®n. Massimo Ferragamo se gast¨® siete millones de pesetas en conseguir unos zapatos de tac¨®n que su firma hizo para Marilyn en 1960 y que ahora desea exponer en su museo de Florencia. "Es como una reinversi¨®n", especific¨®.

La protagonista de Los caballeros las prefieren rubias dej¨® al morir todas sus pertenencias al hombre con el que se sent¨ªa m¨¢s en deuda: Lee Strasberg, el fundador del Actor"s Studio. Cuando ¨¦ste muri¨®, el legado de Marilyn pas¨® a su tercera esposa, de quien parti¨® la iniciativa de la venta. En total se subastaron 55 lotes en esa primera sesi¨®n que ten¨ªa continuaci¨®n durante todo el d¨ªa de ayer. Hab¨ªa 1.500 objetos para repartir. Aparentemente, Norma Jean no tiraba nada. "Ella hab¨ªa tenido una infancia pobre y nunca lo olvid¨®. Eso hace que la gente sea m¨¢s reacia a desprenderse de las cosas", justifica Nancy Valentino, vicepresidenta de Christie"s.