Espa?a no habr¨ªa entrado en la moneda ¨²nica con el nuevo sistema de contabilidad europea
Con el nuevo sistema de contabilidad europea (el SEC 95) que empieza a aplicarse ahora, Espa?a no habr¨ªa entrado, por una d¨¦cima, en la moneda ¨²nica. As¨ª lo revelan los datos que Eurostat (la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n Europea) har¨¢ p¨²blicos la semana pr¨®xima y a los que ha accedido EL PA?S. Estos datos indican que el d¨¦ficit p¨²blico espa?ol alcanz¨® el 3,1% del PIB en vez del 2,6% en 1997, el a?o de referencia para el ingreso en el euro. Tras Suecia, Espa?a fue el pa¨ªs que m¨¢s se desv¨ªa del d¨¦ficit registrado entonces respecto del calculado ahora seg¨²n el nuevo sistema.
Por suerte para Espa?a y para el Gobierno de turno, el de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, durante el primer fin de semana de mayo del a?o pasado, cuando los Quince decidieron qu¨¦ pa¨ªses formar¨ªan parte del grupo de vanguardia de la uni¨®n monetaria, estaba vigente un sistema contable, el SEC 79, m¨¢s laxo que el actual. Por suerte tambi¨¦n, la decisi¨®n de entonces es irrevocable.De lo contrario, Espa?a se habr¨ªa tenido que alinear con Grecia, el ¨²nico pa¨ªs excluido por d¨¦ficit excesivo, o habr¨ªa tenido que conseguir una flexibilidad especial para ella sola, de forma que los dem¨¢s Gobiernos hubiesen autorizado el desv¨ªo de una d¨¦cima. Algo no imposible, dado que la diferencia es peque?a, pero que habr¨ªa sido dif¨ªcil de argumentar, sobre todo ante una opini¨®n p¨²blica, como la alemana, muy exigente en el "cumplimiento estricto" de los criterios de convergencia de Maastricht.
La aplicaci¨®n retroactiva del nuevo sistema indica que el d¨¦ficit espa?ol en 1997 fue del 3,1%, en vez del 2,6% calculado entonces (que qued¨® en el 2,5% en el c¨¢lculo del pasado septiembre), y que tambi¨¦n en 1998 habr¨ªa sido peor -pero ya dentro de los m¨¢rgenes autorizados por el Tratado-, al colocarse en el 2,3% en lugar del 1,7%. Habr¨¢ que ver c¨®mo el nuevo sistema corrige el resultado de 1999, las previsiones presupuestarias para el 2000 recientemente hechas p¨²blicas por Rato, y los objetivos del Programa de Estabilidad.
S¨®lo Finlandia, con cuatro d¨¦cimas de diferencia, se acerca al medio punto espa?ol. Suecia es un caso especial, pues desborda ampliamente la desviaci¨®n espa?ola, al alcanzar 1,3 puntos de diferencia (del 0,7% al 2%), aunque eso lo compens¨® ampliamente en el siguiente ejercicio (super¨¢vit del 2,3% en vez del 1,9%). El d¨¦ficit belga habr¨ªa empeorado con el nuevo sistema en dos d¨¦cimas (del 1,6% al 1,8%); el griego, en una (del 4% al 3,9%); el italiano, tambi¨¦n en una (del 2,7% al 2,8%); el holand¨¦s, en dos (del 1% al 1,2%), y el austriaco, en una (del 1,8 al 1,9%). Alemania habr¨ªa mejorado en una d¨¦cima (del 2,7% al 2,6%), y Portugal, en medio punto (del 2,5% al 2%). Entre los pa¨ªses con super¨¢vit, Dinamarca habr¨ªa empeorado en tres d¨¦cimas (de un super¨¢vit del 0,4% a otro del 0,1%). De Luxemburgo no hay datos.
Diferencias de m¨¦todo
Las principales diferencias de m¨¦todo entre el nuevo sistema y su predecesor son tres. El SEC 95 considera como pertenecientes al sector p¨²blico determinadas actividades que el SEC 79 hab¨ªa excluido de ¨¦l. El nuevo sistema registra los intereses de la deuda durante toda la vida del t¨ªtulo, mientras que el antiguo obligaba a contabilizarlos solamente una vez estuviesen pagados. E incorpora cambios en el c¨¢lculo del PIB, en general al alza.
En el caso espa?ol, de las seis d¨¦cimas de diferencia de 1997 -entre el 3,1% y el 2,5% calculado el pasado septiembre-, cinco se deben sobre todo al cambio de contabilizaci¨®n de los intereses y una al cambio de calificaci¨®n sobre lo que entra y no entra en el sector p¨²blico. En cambio, los datos de 1995 mejoran con el nuevo sistema.
Este susto retrospectivo puede redoblarse el a?o pr¨®ximo, cuando se aclare la contabilidad de los impuestos y contribuciones sociales, que deber¨¢n contabilizarse no a su devengo -al generarse la obligaci¨®n-, sino a su pago, de manera que los Gobiernos no podr¨¢n trampear con los impuestos debidos por los contribuyentes, pero no ingresados. Si se comprueba que Madrid ha usado este mecanismo para embellecer el d¨¦ficit, la cifra del 3,1% para 1997 podr¨ªa subir.
Sin efectos retroactivos
La nueva contabilizaci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico que ahora establece Bruselas no significa que Espa?a y los dem¨¢s pa¨ªses del euro tengan que pasar otra vez el examen para la moneda ¨²nica. La revisi¨®n que se produce con el sistema SEC-95 (Sistema Europeo de Cuentas), en lugar del SEC-79, se realiza ¨²nicamente a efectos de que se pueda establecer una comparaci¨®n homog¨¦nea con a?os anteriores.Seg¨²n explicaron ayer fuentes de la secretar¨ªa de Estado de Presupuestos del Ministerio de Econom¨ªa, Espa?a y los dem¨¢s pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, deber¨¢n presentar sus cuentas p¨²blicas del a?o 1999 ya con el nuevo sistema SEC-95. Los datos se enviar¨¢n en febrero del a?o que viene a Bruselas.
La principal diferencia est¨¢ en la contabilizaci¨®n de los intereses de la deuda p¨²blica. Con el SEC-79, los intereses a menos de un a?o deb¨ªan computarse como d¨¦ficit en el momento de la emisi¨®n del t¨ªtulo. Los de m¨¢s de un a?o, al vencimiento. Con el SEC-95 los intereses se computan en el d¨¦ficit a partir de la fecha de emisi¨®n, independientemente del plazo, de manera proporcional en cada a?o hasta su amortizaci¨®n.
Otra parte corresponde a los ingresos de la Seguridad Social, aunque no hay a¨²n acuerdo sobre la modificaci¨®n. Con el SEC-79, los ingresos se computan cuando se contrae el derecho (devengo) y es posible que con el SEC-95 se aplique el criterio de caja (cuando se produce el ingreso), aunque con un periodo transitorio.
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