Incentivos fara¨®nicos

EL GRUPO Popular ha introducido una enmienda de ultim¨ªsima hora en la Ley de Acompa?amiento de los Presupuestos, que obligar¨¢ a los directivos de las empresas que cotizan en Bolsa a declarar la cuant¨ªa de las retribuciones extraordinarias que perciban a trav¨¦s del sistema conocido como stock-options. Esta f¨®rmula consiste en asegurar a los directivos, como una f¨®rmula de retribuci¨®n especial, el derecho a adquirir paquetes de acciones a un plazo determinado y a un precio inferior al del mercado. La iniciativa pretende responder al revuelo social que ha producido la informaci¨®n de que cien directivos de Telef¨®nica, con su presidente, Juan Villalonga, a la cabeza, se embolsar¨¢n por este procedimiento m¨¢s de 30.000 millones de pesetas como premio a una gesti¨®n cuyo principal m¨¦rito es haber duplicado con creces el valor burs¨¢til de la compa?¨ªa.La pr¨¢ctica de stock-options est¨¢ muy extendida y se aplica en empresas muy respetables en todo el mundo, de forma transparente para sus accionistas. Pero en el caso del plan de acciones privilegiadas para los directivos de Telef¨®nica concurren algunas circunstancias que lo convierten en escandaloso: la compa?¨ªa ha heredado el patrimonio acumulado en r¨¦gimen de monopolio del Estado y lo que se presenta como plan de fidelizaci¨®n era para sus gestores lo que en otros tiempos se llamaba pelotazo. Era m¨¢s que previsible que el proceso de liberalizaci¨®n no iba a deshacer en tres a?os el monopolio que de hecho sigue teniendo Telef¨®nica en muchos campos de las telecomunicaciones. En esa situaci¨®n aprovecharon el momento exacto de la privatizaci¨®n para asegurarse un sistema de retribuciones millonarias a plazo fijo, con su presidente a la cabeza. Aunque una descripci¨®n general de estas prebendas astron¨®micas figura en las memorias y folletos p¨²blicos enviados a las instituciones de control del mercado, se disfrazaban bajo f¨®rmulas tan opacas que resultaban indescifrables para los accionistas.

El Gobierno ha decidido al fin darse por enterado de una operaci¨®n que conoc¨ªa de sobra y anticiparse a la alarma social con una enmienda legislativa a la Ley del Mercado de Valores. Es verdad que esta enmienda obligar¨¢ a que Villalonga y sus gestores tengan que declarar las bonificaciones autoconcedidas; tambi¨¦n los de otras sociedades. Mejorar¨¢ con ello la transparencia. Pero est¨¢ claro que esa correcci¨®n legislativa no se hubiera producido de no mediar la informaci¨®n desvelada por Cinco D¨ªas, que pill¨® a contrapi¨¦ a Telef¨®nica, pero tambi¨¦n al PP y al Gobierno.