El caf¨¦ est¨¢ relacionado con la mutaci¨®n de un gen que causa c¨¢ncer de p¨¢ncreas

Un equipo de investigadores espa?oles, dirigido por los epidemi¨®logos Miquel Porta y N¨²ria Malats, ha demostrado que existe una relaci¨®n entre el consumo de caf¨¦ y una mutaci¨®n gen¨¦tica que se produce en el c¨¢ncer de p¨¢ncreas. El hallazgo no presupone, sin embargo, que el caf¨¦ sea la causa directa del c¨¢ncer de p¨¢ncreas, porque la misma mutaci¨®n ha sido observada, aunque en mucha menor proporci¨®n, en personas que no consumen este estimulante. Eso significa que el caf¨¦ interviene en la mutaci¨®n, pero que existen otros factores, a¨²n por determinar.

Diversos estudios epidemi¨®logos apuntaron hace unos a?os que el caf¨¦ pod¨ªa estar relacionado con el c¨¢ncer de p¨¢ncreas. La hip¨®tesis provoc¨® una intensa pol¨¦mica cient¨ªfica, dado el alto consumo de caf¨¦ en la poblaci¨®n. Porta y Malats, que ayer se encontraban en un congreso internacional, han demostrado ahora un nexo biol¨®gico que sustenta las observaciones epidemiol¨®gicas."Es la primera vez que se demuestra el efecto mut¨¢geno del caf¨¦, y eso tiene grandes implicaciones. Ahora sabemos que alguno de sus componentes est¨¢ claramente asociaciado a mutaciones cancer¨ªgenas", indic¨® ayer Carlos ?lvarez-Dardet, editor de la revista Journal of Epidemiology and Community Health, que publica el trabajo en su edici¨®n de noviembre. Este hallazgo no debe llevar, sin embargo, a la conclusi¨®n de que tomar caf¨¦ provoca por s¨ª s¨®lo c¨¢ncer de p¨¢ncreas.

Para determinar si exist¨ªa un nexo biol¨®gico entre este estimulante y tumor de p¨¢ncreas, el equipo de Miquel Porta y N¨²ria Malats analiz¨® todos los casos de c¨¢ncer de p¨¢ncreas registrados en cinco hospitales espa?oles. Se trataba de observar la relaci¨®n entre el caf¨¦ y la mutaci¨®n del gen K-ras. Adem¨¢s de en el c¨¢ncer de p¨¢ncreas, el oncog¨¦n derivado de esta mutaci¨®n ha sido observado tambi¨¦n en un c¨¢ncer de colon.

De los 121 pacientes a los que se pudo realizar estudios biol¨®gicos, 94 presentaban la mutaci¨®n del gen K-ras, lo que supone un porcentaje del 77%. El estudio concluye que la mutaci¨®n era mucho m¨¢s frecuente entre los consumidores regulares de caf¨¦ que entre quienes no consum¨ªan esta bebida.Concretamente, entre los consumidores de caf¨¦, el 82% ten¨ªan el gen mutado, mientras que entre los no consumidores el porcentaje era del 55,6%.

Los autores del estudio analizaron tambi¨¦n la cantidad de caf¨¦ que consum¨ªa cada uno de los enfermos analizados, y los datos obtenidos les permiten concluir que, a mayor consumo de caf¨¦, mayor es la probabilidad de que exista la mutaci¨®n cancer¨ªgena. El promedio de tazas de caf¨¦ consumido entre los enfermos que ten¨ªan el gen mutado era de 14,5 tazas a la semana, frente a 8,8 tazas de quienes no presentaban la mutaci¨®n.

El hecho de que tambi¨¦n exista mutaci¨®n en enfermos que no tomaban caf¨¦ o lo tomaban en poca cantidad indica claramente que en la mutaci¨®n cancer¨ªgena intervienen otros factores. Los autores del estudio sostienen la necesidad de investigar estos factores y su interrelaci¨®n con el caf¨¦.

Test predictivo

La doctora Luisa Guarner, del hospital Vall d"Hebr¨®n, que ha participado tambi¨¦n de la investigaci¨®n, indica que cuando se observa una mutaci¨®n de este gen, probablemente aparecer¨¢ un c¨¢ncer, si no se ha desarrollado ya. "Este gen se ha descubierto hace relativamente poco, de modo que todav¨ªa no ha pasado tiempo suficiente para saber si todas las personas que sufren la mutaci¨®n desarrollar¨¢n o no con el tiempo un c¨¢ncer de p¨¢ncreas". Hasta ahora, para poder determinar si existe la mutaci¨®n de este gen era preciso realizar un an¨¢lisis del tejido pancre¨¢tico, pero ahora se est¨¢ desarrollando una prueba anal¨ªtica que permitir¨¢ determinarlo mediante un an¨¢lisis de sangre.

Cuando este test est¨¦ disponible, ser¨¢ posible determinar con facilidad si una persona sufre o no la mutaci¨®n. Este tipo de an¨¢lisis predictivo permitir¨ªa adoptar medidas terap¨¦uticas en fases muy tempranas de evoluci¨®n del carcinoma, lo que podr¨ªa mejorar los actuales ¨ªndices de supervivencia, que son muy bajos. "El problema del c¨¢ncer de p¨¢ncreas es que cuando da la cara ya est¨¢ muy avanzado y entonces tiene muy mal pron¨®stico", indica Luisa Guarner.