'Oriente es Oriente' gana la Espiga de Oro y el director Kitano el premio al mejor actor

La pel¨ªcula brit¨¢nica Oriente es Oriente, dirigida por el debutante Damien O'Donnell, fue proclamada anoche, en la sesi¨®n de clausura de esta edici¨®n de la Seminci vallisoletana, ganadora de la Espiga de Oro, m¨¢ximo galard¨®n que concede este festival. El premio fue discutido, porque hab¨ªa otras pel¨ªculas m¨¢s relevantes, pero no es un disparate, aunque se oyeron ruidos de disconformidad cuando fue dado a conocer a los centenares de periodistas que abarrotaban la Sala de los Espejos del teatro Calder¨®n. La actriz Linda Basset, tambi¨¦n por este filme, obtuvo el premio a la mejor int¨¦rprete.

Los ruidos de la disconformidad no iban dirigidos tanto a un rechazo de Oriente es Oriente, que es una magn¨ªfica comedia que merece entrar en la lista de las mejores pel¨ªculas que hemos visto aqu¨ª durante los ¨²ltimos nueve d¨ªas, como a una protesta sonora por la exclusi¨®n de esa lista de tres pel¨ªculas a todas luces excepcionales, complejas y de alto riesgo, pero resueltas con derroches de oficio y de talento. Se trata de Wonderland, filme brit¨¢nico dirigido por Michael Winterbottom; El viento nos llevar¨¢, ¨²ltimo gran poema visual del cineasta iran¨ª Abbas Kiarostami y probablemente su obra m¨¢s concienzudamente elaborada, y El viaje de Felicia, una aut¨¦ntica prueba de fuerza del canadiense Atom Egoyan, que resuelve un filme de enorme complejidad con precisi¨®n algebraica, fundiendo tres tiempos en uno sin acudir a la menor aritificiosidad.La exclusi¨®n de estas tres pel¨ªculas de gran calado, en contenido y en forma, que al mismo tiempo afrontan y compatibilizan la aventura de la innovaci¨®n y el mantenimiento de las reglas del clasicismo cinematogr¨¢fico, vicia de ra¨ªz la l¨®gica y desmantela los criterios -en algunos aspectos tan deficientes que rozan a la pura y simple incompe-tencia- con que ha sido confeccionada la lista de las pel¨ªculas elegidas. En efecto, de un conjunto de obras cinematogr¨¢ficas caracterizado por su exigencia, su dificultad y su adscripci¨®n al riesgo de la ruptura formal, han sido seleccionadas, con alguna t¨ªmida concesi¨®n a la inteligencia, las obras m¨¢s convencionales o los aspectos menos importantes de algunas que se salen de la norma.

Es el caso de la pel¨ªcula japonesa Kikujiru, que se ha llevado el premio a la mejor interpretaci¨®n masculina por el trabajo como actor de Takeshi Kitano, su escritor y director. Esta notabil¨ªsima y exquisita pel¨ªcula, que merece cualquier tipo de galard¨®n que quiera d¨¢rsele, ha sido distinguida, no obstante, por uno de los aspectos m¨¢s irrelevantes que hay en ella, pues proclamar vencedor a Kitano por su trabajo interpretativo, f¨¢cil y gui?olesco, al mismo tiempo que se silencia el refinamiento que alcanzan su direcci¨®n y su escritura, roza la comicidad por la disparatada, casi inconcebible miop¨ªa del an¨¢lisis cinematrogr¨¢fico. Takeshi Kitano no est¨¢ aqu¨ª, pero no ser¨ªa extra?o que cuando la noticia le llegue a su casa en Jap¨®n encuentre sobrados motivos para soltar una carcajada mientras comunica a los amigos un regalo que ¨¦l era probablemente el ¨²ltimo en esperar. Por suerte, el Premio de la Cr¨ªtica Internacional fue concedido a Kikujiru no por la interpretaci¨®n de su director, sino por toda la pel¨ªcula en s¨ª misma.

El Premio Especial del Jurado fue a parar a las manos de la directora turca Yesim Ustaoglu, por la valiente y bella Viaje hacia el sol, donde expone desde dentro un alegato visual y moral contra el genocidio del r¨¦gimen turco contra el sector de la poblaci¨®n kurda que tiene colonizado y al que desde hace d¨¦cadas est¨¢ aplastando y diezmando. Un buen premio, casi el ¨²nico coherente y a la altura de las circunstancias. Y de las tres obras antes citadas, las m¨¢s importantes de todas, s¨®lo El viaje de Felicia entr¨® en la lista de premiadas con el relativo a la mejor fotograf¨ªa, a todas luces insuficiente.