Vengarse del pasado

"En nuestra sociedad de nuevos ricos, nuevos libres y nuevos europeos, el cambio de estatus econ¨®mico de gran parte de la poblaci¨®n no se ha producido a la par del desenvolvimiento de una educaci¨®n democr¨¢tica y de una cultura moral. Algunos almerienses olvidan las miserias del pasado y parecen incluso vengarse de ¨¦l". Lo escrib¨ªa recientemente en este peri¨®dico Juan Goytisolo, el autor de Campos de N¨ªjar, tras los violentos brotes racistas registrados en unos parajes magistralmente descritos por ¨¦l.Quienes llevan tiempo observando los cambios sociales en Almer¨ªa comparten su opini¨®n. "Cuando el dinero llega de forma s¨²bita, la prioridad es cubrir las necesidades elementales; despu¨¦s, ostentar, en ocasiones groseramente, la nueva riqueza. El siguiente paso es adquirir formaci¨®n y, por ¨²ltimo, llega la educaci¨®n, la cultura y ese refinamiento que implica siempre la tolerancia. Me temo que muchos est¨¢n en el segundo grado", opina Jer¨®nimo Molina, responsable de estudios de la Caja Rural de Almer¨ªa.

El sacerdote Juan S¨¢nchez Miranda, presidente de Almer¨ªa Acoge durante doce a?os, dice que le llena de espanto la complacencia de la poblaci¨®n aut¨®ctona frente a las injusticias que se cometen con los inmigrantes. "No hemos vivido un proceso normal de inmigraci¨®n. Esto ha sido una ocupaci¨®n salvaje, de consecuencias imprevisibles". Sebasti¨¢n de la Obra, del Defensor del Pueblo andaluz, comparte su inquietud ante el futuro. "S¨®lo aqu¨ª he visto c¨®mo la gente ha dejado de pasar por una calle porque en ella los magreb¨ªes han abierto un locutorio o una carnicer¨ªa. Creo que nos enfretamos a una espiral de odio que hemos dejado crecer demasiado. Tal vez se nos haya escapado de las manos".