La marihuana sale del armario
Si una idea se ha escuchado durante el fin de semana en la facultad de Derecho de M¨¢laga con motivo de la celebraci¨®n de las II jornadas La bella Flor sobre el futuro legal, terap¨¦utico y l¨²dico del cannabis, es la oportunidad de que cada vez m¨¢s consumidores respetables -conocidos y respetados socialmente- levanten su mano y ayuden a la marihuana a salir del armario, contando lo que hacen y difundiendo lo que saben.Algo que, a¨²n siendo necesario, encuentra muchas resistencias en la sociedad. Eso cree Susana Soto (C¨®rdoba, 1971), profesora de derecho penal de la Universidad de M¨¢laga, para quien existe a¨²n "mucho oscurantismo sobre el tema porque hay una moral imperante que se impone e influencia a que los que tienen informaci¨®n en su mano la difundan por miedo a la reacci¨®n social".
Soto es coautora de un encargo de la Junta de Andaluc¨ªa donde se estudia la viabilidad legal de prescribir m¨¦dicamente marihuana. Una consecuencia de los crecientes estudios que prueban los efectos beneficiosos y hasta curativos en enfermedades como la histeria, el glaucoma ocular, el SIDA y algunos tumores cancer¨ªgenos.
Pero la segunda parte del encargo es a¨²n m¨¢s atractiva: abrir locales donde se pueda adquirir y consumir cannabis en Andaluc¨ªa. O sea, trasladar un modelo similar al de los coffee-shops holandeses. Soto y el profesor de derecho penal Juan Mu?oz, forman parte del equipo redactor, liderado por el catedr¨¢tico de Derecho Penal de la UMA Jos¨¦ Luis D¨ªez Ripoll¨¦s, uno de los grandes juristas espa?oles en la lucha contra el prohibicionismo que afecta a las drogas, responsable tambi¨¦n del equipo que legisl¨® para la Junta el programa de prescripci¨®n m¨¦dica de hero¨ªna.
A Susana Soto no le importa reconocer que consume cannabis. Ha participado en las jornadas adelantando las propuestas legales de su equipo. El relato de su trabajo ha levantado una gran esperanza en profesionales, simpatizantes o militantes activos en la legalizaci¨®n del cannabis. Pero Soto avisa que "en la legislaci¨®n espa?ola no se permitir¨ªa un caso igual a los coffee-shops p¨²blicos de Holanda, porque aunque su ley es similar a la nuestra , all¨ª la fiscal¨ªa mantiene una actitud permisiva". Consecuentemente, el deseo de la Junta puede verse matizado. As¨ª, el equipo propondr¨¢ "el consumo en una especie de clubs privados con ciertas condiciones para evitar problemas policiales".
La aplicaci¨®n de ambos proyectos supondr¨ªan alumbrar una vez m¨¢s las contradicciones de la ley espa?ola. Porque surge una pregunta: ?c¨®mo se proveen tanto el SAS como estos clubes privados de las sustancias cann¨¢bicas si el tr¨¢fico est¨¢ prohibido en Espa?a? "?se es el mayor problema legal", reconoce Soto, "lo l¨®gico es que hubiesen plantaciones controladas en exclusiva para ese uso".
Recuerda la profesora que estos proyectos se insertan "en la pol¨ªtica de reducci¨®n de da?o que se est¨¢ adoptando en Europa como v¨ªa intermedia frente a la prohibici¨®n queda asumir el fracaso del prohibicionismo y los efectos colaterales que produce e intentar paliar los da?os a la salud de los consumidores facilitando el control de la calidad de las sustancias y permitiendo condiciones de consumo en libertad".
Ferviente partidaria de la teor¨ªa de sacar la marihuana del armario, Susana Soto no cree que Andaluc¨ªa sea una sociedad paradigm¨¢tica en la tolerancia hacia la cultura del hach¨ªs. "Es mucho m¨¢s tolerante el Pa¨ªs Vasco", apunta.
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