Serra se resiste a anunciar antes de un a?o la fecha de finalizaci¨®n de la "mili"

El anuncio del secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, de que si gana las pr¨®ximas elecciones el sorteo del servicio militar previsto para dentro de dos semanas ser¨¢ el ¨²ltimo que se celebre, ha vuelto a colocar el reclutamiento forzoso en primer plano de la contienda electoral. El ministro de Defensa, Eduardo Serra, cree que es posible adelantar la supresi¨®n de la mili, prevista para diciembre del 2002, pero se opone a que por motivos electorales la fecha definitiva se anuncie antes del pr¨®ximo oto?o.

En el Ministerio de Defensa se cuenta con que las presiones para incluir el adelantamiento del final de la mili en el programa con que el PP concurrir¨¢ a las elecciones generales de la pr¨®xima primavera ser¨¢n muy fuertes. Aunque no pasan de 75.000 los j¨®venes que deber¨ªan incorporarse a filas en los pr¨®ximos tres a?os, los votos en juego superan el mill¨®n, si se suman los que tienen que cumplir la prestaci¨®n sustitutoria y los que est¨¢n pendientes de una pr¨®rroga por estudios.El hecho de que el PSOE haya convertido la eliminaci¨®n de la mili en el 2001 en una de sus principales ofertas electorales de cara a la juventud y de que todos los dem¨¢s partidos aboguen por echar ya el cerrojazo a la conscripci¨®n deja al PP en una situaci¨®n muy inc¨®moda.

Sin embargo, Serra se resiste a alterar el calendario por razones electorales, con el argumento de que la precipitaci¨®n podr¨ªa poner en peligro un proceso de profesionalizaci¨®n que debe desarrollarse con rigor.

Seg¨²n los c¨¢lculos de Defensa, s¨®lo dentro de un a?o, en el oto?o del 2000, podr¨¢ anunciarse con garant¨ªas la fecha en que se liquida el reclutamiento forzoso. Para entonces, si las previsiones no fallan, habr¨¢ 85.000 soldados y marineros profesionales. Si a ellos se suman los 17.500 que se pretende contratar a lo largo del 2001, se llega a 102.500, que es el contingente m¨ªnimo fijado en la ley del Personal de las Fuerzas Armadas.

Aunque los efectivos totales de tropa se sit¨²an actualmente en unos 118.000, los ej¨¦rcitos han asumido que esta cifra ser¨¢ sustancialmente rebajada, hasta situarse en torno a los 102.000. El reparto de este contingente entre Tierra, Armada y Aire es el gran escollo para que se apruebe el nuevo Objetivo de Fuerza Conjunto (OFC).

Ser¨ªa la aprobaci¨®n del OFC, junto a la confirmaci¨®n de que se ha conseguido enrolar a 85.000 soldados profesionales, lo que justificar¨ªa anunciar dentro de un a?o la fecha de finalizaci¨®n del servicio militar por parte del Gobierno.

Dicha fecha se situar¨ªa a finales del 2001, un a?o antes de lo previsto, de forma que el licenciamiento de los ¨²ltimos reclutas forzosos coincidiera con la incorporaci¨®n de la remesa que completara la cifra de 102.000 soldados profesionales.

Hay dos factores que, a jucio de Defensa, desaconsejan anunciar ya el previsible adelantamiento en un a?o de la fecha de supresi¨®n de la mili. El primero son los problemas con que est¨¢ tropezando la profesionalizaci¨®n. A la cuarta convocatoria de este a?o, que concluy¨® el pasado mi¨¦rcoles, s¨®lo se presentaron 9.100 aspirantes; es decir, 1,2 candidatos para cada una de las 7.500 plazas ofertadas. Este resultado, peor que los pron¨®sticos m¨¢s pesimistas, impedir¨¢ cubrir los 17.500 puestos de soldado y marinero profesional creados este a?o.

Los datos demuestran que no se trata de un problema coyuntural, sino de una tendencia que se viene agudizando en los ¨²ltimos a?os, por lo que el objetivo de tener 85.000 profesionales a finales del 2000 no est¨¢ en absoluto asegurado.

Otro factor que aconseja prudencia, en opini¨®n de Defensa, es el temor a que el anuncio anticipado de la fecha de supresi¨®n de la mili provoque una desbandada entre los llamados a ser ¨²ltimos reclutas forzosos.