La playa desaparece

,Las playas del litoral de la provincia de C¨¢diz pierden cada a?o hasta el 25% de su arena durante el oto?o y el invierno. La extensi¨®n que se recupera no es ni la mitad. Los datos que certifican esta ecuaci¨®n de r¨¢pida degradaci¨®n y recuperaci¨®n lenta, que amenaza el futuro de determinadas franjas costeras, vienen recogidos en un informe elaborado sobre la erosi¨®n de las playas por el Departamento de Geolog¨ªa de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de C¨¢diz, en el que se detalla que, con esta c¨ªclica evoluci¨®n negativa en el volumen de arena, algunas playas gaditanas ¨²nicamente evitan su total desaparici¨®n gracias a la regeneraci¨®n sistem¨¢tica de arena. "La actuaci¨®n del hombre se hace imprescindible en estos casos para paliar los efectos de su propia acci¨®n y de factores propiamente naturales", precisa Francisco Javier Gracia Prieto, profesor de Geodin¨¢mica y director del grupo Geolog¨ªa Litoral y Marina, que desde 1994 estudia la evoluci¨®n de los cerca de cien kil¨®metros de playa que separan las localidades de Chipiona y Chiclana.

Durante cinco a?os, una decena de profesores ha analizado el comportamiento de esta porci¨®n de litoral atl¨¢ntico en C¨¢diz y han determinado que la mayor¨ªa de las playas gaditanas es estacional y muy cambiante. No s¨®lo varia la cantidad de arena y el aspecto que presentan, sino la granulometr¨ªa, esto es, el tama?o del grano. La erosi¨®n gradual de los inviernos dibuja en las playas pendientes bajas y un fino grano de arena. La situaci¨®n da un vuelco en verano con mucho m¨¢s volumen arenoso, pendientes pronunciadas y un grano de tama?o medio.

En esta transformaci¨®n se dan una confluencia de factores naturales y humanos. Entre los primeros, sobresale el tipo de oleaje, la frecuencia y cadencia de temporales y, de forma m¨¢s gen¨¦rica, el efecto invernadero con la subida del nivel del mar.

La mano del hombre merece atenci¨®n aparte para Francisco Javier Gracia. El caso m¨¢s repetido viene dado con la construcci¨®n de los paseos mar¨ªtimos. Estos provocan la desaparici¨®n de las dunas, que son el mejor recurso natural de las playas para recuperar su aspecto habitual tras los efectos violentos de un temporal. "La proliferaci¨®n de los paseos hace que la recuperaci¨®n de las playas urbanas se ralentice de manera sensible", subraya Gracia Prieto.

El profesor de la Universidad de C¨¢diz pone como ejemplo la diferencia entre las playas La Victoria y Cortadura, ambas en el t¨¦rmino municipal de C¨¢diz. La primera, escoltada por el paseo mar¨ªtimo de la capital gaditana, pierde mucha m¨¢s arena que Cortadura, fuera del casco urbano, donde se dibuja una densa sucesi¨®n de dunas.

El responsable de este estudio detalla adem¨¢s dos factores con enorme incidencia en el comportamiento de las playas: la construcci¨®n de embalses y espigones. Estos ¨²ltimos se dise?an para proteger playas o estructuras portuarias, pero interrumpen el ritmo normal de mareas y oleaje, y provocan un efecto da?ino en las zonas costeras colindantes. "As¨ª se explica que en la confluencia de las playas de la Victoria y Santa Mar¨ªa del Mar, separadas por un espig¨®n artificial, haya una franja de afloramiento rocoso", explica Gracia.

La construcci¨®n de embalses tambi¨¦n incide en nuestras costas, que se regeneran en un 90% por los sedimentos que transportan los r¨ªos. "Los pantanos y embalses atrapan estos sedimentos. Son aut¨¦nticas trampas para las playas", asegura Gracia.