CiU, el PP y la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa XAVIER RIUS-SANT

Pese a que la ponencia constitucional del Congreso aprob¨® el pasado mi¨¦rcoles 27 de octubre la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa de 1985 que ahora debe aprobar la Comisi¨®n y el Pleno del Congreso, persiste la duda razonable de si esa reforma necesaria, con la que todos los grupos dicen estar de acuerdo, llegar¨¢ a publicarse en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. S¨®lo si la ley se tramita en el Senado mediante el procedimiento de urgencia, podr¨¢ ser aprobada antes del 28 de diciembre, ¨²ltimo pleno antes de la disoluci¨®n de las Cortes.La coincidencia de la Ley de Extranjer¨ªa con el fin de la legislatura no se debe a que la propuesta de modificaci¨®n haya llegado tard¨ªamente al Congreso, sino a la poca voluntad del Partido Popular para que esta iniciativa de reforma llegue a buen puerto. Propuesta que naci¨® de una ponencia espec¨ªfica creada en el Parlamento para estudiar la problem¨¢tica legal de la inmigraci¨®n y la emigraci¨®n, y de tres proposiciones de ley remitidas al Congreso por Converg¨¨ncia i Uni¨®, Iniciativa per Catalunya, e Izquierda Unida. Y, evidentemente, el hecho de que en esta tem¨¢tica CiU estuviera en el mismo bando que los grupos de izquierda dejaba al Partido Popular sin los esca?os m¨ªnimos para rechazar la propuesta.

La ponencia que hace ya m¨¢s de dos a?os estudi¨® la situaci¨®n de los inmigrantes extracomunitarios reconoci¨® que la ley de 1985, pese a las mejoras aportadas por la reforma del reglamento realizada en 1995, no facilitaba la integraci¨®n de extranjeros extracomunitarios, les privaba de derechos b¨¢sicos y, sobre todo, les dejaba a menudo en situaci¨®n de ilegalidad debido a tr¨¢mites dif¨ªciles de cumplir.

Y si bien eso ya se sab¨ªa desde hac¨ªa tiempo, la mayor sorpresa del informe de la ponencia fue que reconoci¨® que el n¨²mero de emigrantes espa?oles residentes en el extranjero -un mill¨®n doscientos mil- era el doble que el de extranjeros que viven en Espa?a, rompi¨¦ndose as¨ª el mito sobre los puestos de trabajo que ¨¦stos podr¨ªan quitar. Adem¨¢s, se daba la paradoja de que los derechos sociales y pol¨ªticos que la ponencia reclamaba para los espa?oles residentes en pa¨ªses como Argentina o Suiza se estaban negando a los inmigrantes en Espa?a.

Es de justicia reconocer que uno de los diputados que m¨¢s impulso le dio a la ponencia y a la propuesta de reforma ha sido el convergente Carles Campuzano, quien en ocasiones ha capeado con la paradoja de apretar al Gobierno en cuestiones como la mili, la Ley de Cooperaci¨®n o las tem¨¢ticas de extranjer¨ªa y, a la vez, ser CiU en Madrid y en Catalu?a aliado o socio parlamentario del PP.

Y en m¨¢s de una ocasi¨®n, -por ejemplo con motivo de la Ley de Cooperaci¨®n Internacional- el alineamiento de CiU en el Congreso al lado del PSOE, provocando al PP la p¨¦rdida de una votaci¨®n a las 11 de la ma?ana, ha tenido como r¨¦plica el voto negativo o la abstenci¨®n del PP en el Parlamento de Catalu?a a las cinco de la tarde, hecho que ocasionaba que CiU perdiera una votaci¨®n.

La reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, pese a ser todav¨ªa insuficiente para la mayor¨ªa de ONG, otorga derechos educativos a los j¨®venes extracomunitarios, ampl¨ªa la cobertura sanitaria, asistencial y de desempleo, abre la puerta al posible voto en las elecciones locales y abre nuevos cauces a la regularizaci¨®n de trabajadores extranjeros.

Son reformas todas ellas consideradas como necesarias por todos en el Informe de la ponencia parlamentaria sobre Inmigraci¨®n. El Partido Popular, bien por los vientos poco favorables para mejorar la situaci¨®n de los inmigrantes presentes en la