El Madrid encarga goles a la cantera

A Ra¨²l y Morientes los ha dejado Toshack en Madrid descansando para que el s¨¢bado, ante el Rayo, l¨ªder, est¨¦n en plena forma. Anelka, Savio y Balic siguen en el hospital. Hierro, uno de esos tipos que, principalmente a bal¨®n parado, se las apa?a para superar la media docena de goles por temporada, tambi¨¦n est¨¢ convaleciente. Como McManaman. Roberto Carlos ha viajado, pero su poderosa zurda reposar¨¢ en el banquillo. As¨ª las cosas, ?qui¨¦n va a ser capaz de marcar un gol al Molde? La respuesta est¨¢ detr¨¢s de tres chavales desconocidos que viajaron con la expedici¨®n, reconocibles como del primer equipo ¨²nicamente por el uniforme. Son Corona, Aranda y Sestelo, y han llegado a Molde con ganas de comerse el mundo.Corona representa la gran esperanza de los t¨¦cnicos de la casa, hartos ya de escuchar que ¨²ltimamente no salen grandes jugadores. Es de Talavera, tiene 18 a?os y su nombre real es Miguel ?ngel Garc¨ªa P¨¦rez. Pero a su abuelo le llamaban Corona en el pueblo y el chico, claro, de los Corona de toda la vida. El Madrid lo descubri¨® en uno de esos torneo infantiles de f¨²tbol siete que se organizan a?o a a?o en Brunete. Internacional desde la categor¨ªa sub 16, juega en el Madrid C como organizador, aunque ¨¦l prefiere la media punta. Para llegar al ¨¢rea. Tiene poco cuerpo, pero lo que le falta por ah¨ª lo compensa con clase.

A Carlos Aranda, de 19 a?os, su f¨ªsico le ha facilitado mucho las cosas. En las categor¨ªas inferiores, este delantero a mitad de camino entre el punta habilidoso y el rompedor se ha encontrado siempre ante defensas de menor corpulencia. Es el m¨¢ximo goleador del Madrid C y tiene el gol clavado en el cuerpo. Remata con la cabeza -que lleva rapada a lo Ronaldo- y con las dos piernas, no muestra preferencias. Es un gigante con m¨¢s habilidad y velocidad de la que insin¨²a su f¨ªsico.

Menos noticias hay de Sergio Sestelo, al que la convocatoria le ha pescado ciertamente de sorpresa. Ascendido al Madrid B, llevaba tres semanas sin jugar. Era Z¨¢rate el que ocupaba su puesto en la delantera. El curso pasado marc¨® 20 goles con el C, s¨ª, pero en ¨¦ste apenas estaba jugando. De ah¨ª su perplejidad cuando se enter¨® de que Toshack le llamaba.