Genes de trasplante y de enfermedades
El Complejo Principal de Histocompatibilidad pone en marcha las 'fuerzas armadas' del organismo
El cuerpo de un adulto humano se compone de miles de millones de c¨¦lulas, cada una de ellas con su propia funci¨®n espec¨ªfica. La mayor¨ªa de estas c¨¦lulas incluyen un sistema de alarma, y as¨ª, en caso de emergencia, pueden movilizar a las c¨¦lulas de nuestro sistema inmunol¨®gico. Estas fuerzas armadas limpian el cuerpo de pat¨®genos y agentes infecciosos que pueden interferir en los quehaceres cotidianos de cualquier c¨¦lula viva.Una c¨¦lula en peligro tiene que confiar b¨¢sicamente en la acci¨®n de las denominadas c¨¦lulas B, en las c¨¦lulas T coadyuvantes y en las c¨¦lulas T asesinas. Mientras que las c¨¦lulas B -con algo de ayuda por parte de las c¨¦lulas T- pueden coordinar un ataque de misiles teledirigidos contra los agresores externos a nuestras c¨¦lulas, como las bacterias, no pueden eliminar inmediatamente los virus, que se esconden dentro de las c¨¦lulas. Son las denominadas c¨¦lulas T asesinas las encargadas de buscar las c¨¦lulas infectadas por virus y erradicarlas de nuestro sistema.
Las c¨¦lulas se comunican con las c¨¦lulas vecinas a trav¨¦s de las prote¨ªnas que sobresalen de su superficie, y transmiten informaci¨®n sobre su estado. Las denominadas prote¨ªnas CPH clase I y CPH clase II, que est¨¢n codificadas por genes del Complejo Principal de Histocompatibilidad (CPH), cuya secuencia completa se ha publicado en la revista Nature, constituyen dos grupos de esas prote¨ªnas. Se encargan de atraer la atenci¨®n de las c¨¦lulas T y de comunicarles inmediatamente las malas noticias. Las prote¨ªnas de clase I informan a las c¨¦lulas asesinas, y las de clase II a las c¨¦lulas T coadyuvantes. Pero, ?c¨®mo lo hacen exactamente?
Miles de prote¨ªnas
Miles de prote¨ªnas distintas trabajan para garantizar que una c¨¦lula pueda llevar a cabo sus tareas. A fin de garantizar la calidad de estas prote¨ªnas, y para reponer las existencias, las c¨¦lulas destrozan constantemente las prote¨ªnas viejas y las sustituyen por otras reci¨¦n fabricadas. Hay algunas c¨¦lulas especializadas que tambi¨¦n se tragan el material que les rodea, y se deshacen de este detrito de forma parecida. De esta maniobra se derivan b¨¢sicamente dos montones de fragmentos, uno que procede de las prote¨ªnas del interior de la c¨¦lula, y el otro de los materiales que flotaban a su alrededor. Las prote¨ªnas CPH clase I y clase II toman muestras de estos vertederos y cogen los trozos como si fueran un par de pinzas: las de clase I cosechan los fragmentos procedentes de las prote¨ªnas que se encontraban dentro de la c¨¦lula, y las de clase II, de las procedentes del exterior. Despu¨¦s, las prote¨ªnas CPH viajan a la membrana de la c¨¦lula y muestran su carga en la superficie para que las c¨¦lulas T la analicen, proceso que se denomina presentaci¨®n del ant¨ªgeno.Cada prote¨ªna CPH de clase I o de clase II presenta un fragmento prote¨ªnico distinto, y as¨ª sobresalen miles de dichas prote¨ªnas de cada c¨¦lula. Por consiguiente, el exterior de una c¨¦lula se eriza con un colorido ramo de prote¨ªnas CPH, cada una presumiendo de su tesoro. Este ramo de CPH refleja de forma bastante exacta las prote¨ªnas que se producen en un determinado momento en una c¨¦lula en concreto, y cu¨¢les se encuentran en los alrededores de la c¨¦lula. Las c¨¦lulas T coadyuvantes y asesinas hacen la ronda por el cuerpo 24 horas al d¨ªa, inspeccionando los contenidos de las prote¨ªnas CPH, y as¨ª actualizan su informaci¨®n sobre cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde ocurren las cosas en cada momento.
Bacterias
Pero, ?qu¨¦ ocurre cuando hay bacterias en los alrededores? Cuando las c¨¦lulas sanas se tragan prote¨ªnas bacterianas, estas prote¨ªnas se cortan en un tama?o que encaja con el de una prote¨ªna CPH de clase II. Cuando las c¨¦lulas T coadyuvantes encuentran una prote¨ªna CPH de clase II portando este tipo de residuo bacteriano, se activan y animan a las c¨¦lulas B a crear anticuerpos. Estos anticuerpos siguen de cerca a las bacterias asegur¨¢ndose de que son expulsadas del cuerpo.Por otra parte, los virus usan -o m¨¢s bien abusan - de nuestras c¨¦lulas para reproducirse. Inyectan sus genes en una c¨¦lula y explotan su maquinaria para convertir estos genes en prote¨ªnas. En contadas ocasiones se re¨²nen formando virus completos, y revientan la c¨¦lula, para adentrarse sigilosa y r¨¢pidamente en nuevas c¨¦lulas, lejos del alcance de los anticuerpos.
Sin embargo, al igual que las prote¨ªnas normales que se encuentran dentro de la c¨¦lula, las prote¨ªnas v¨ªricas son divididas algunas veces, y sus trozos son recogidos por las prote¨ªnas CPH de clase I. Cuando una prote¨ªna CPH de clase I le presenta un residuo v¨ªrico a una c¨¦lula T asesina, ¨¦sta entra en acci¨®n y destruye la c¨¦lula secuestrada y, si hay suerte, tambi¨¦n al virus.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.