El esc¨¢ndalo de la Mutua de Estudiantes de Francia dispara la tensi¨®n entre Chirac y Jospin
Tras haber obtenido, sin verdadera lucha, la inmolaci¨®n pol¨ªtica del ministro de Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, la derecha francesa volvi¨® ayer a la carga en la Asamblea Nacional apuntando simult¨¢neamente al Partido Socialista (PS) y al propio primer ministro, Lionel Jospin. La tensi¨®n con el El¨ªseo, supuesto instigador de la ofensiva de la derecha, alcanz¨® ayer uno de los momentos culminantes de la forzada cohabitaci¨®n institucional francesa. Jospin insinu¨® que los parlamentarios de la derecha consultaban con la presidencia de la Rep¨²blica sus ataques.
Directivos de la compa?¨ªa Vivendi (la antigua G¨¦n¨¦rale des Eaux) han confirmado, por su parte, que Dominique Strauss-Kahn particip¨® efectivamente en todas las negociaciones encaminadas a que ese grupo entrara en el capital de una de las filiales de la Mutua Nacional de Estudiantes de Francia (MNEF), organizaci¨®n estudiantil cuya fraudulenta gesti¨®n ha desencadenado la crisis. Esta mutua se financia en un 75% con las aportaciones de los estudiantes universitarios y en un 25% (este a?o 254 millones de francos, unos 6.350 millones de pesetas) con subvenciones estatales. Cada estudiante ha aportado este a?o 318 francos (casi 8.000 pesetas).Seg¨²n esos testimonios, recogidos ayer por el diario Le Monde, la operaci¨®n de entrada en la sociedad de la mutua result¨® un fiasco para la actual Vivendi, que tampoco se benefici¨® del hecho de que Strauss-Kahn ocupara en aquellos a?os la alcald¨ªa de Sarcelles. La falsificaci¨®n de las fechas de las facturas que dan cuenta del abono de 603.000 francos (unos 15 millones de pesetas) al abogado Strauss-Kahn responder¨ªa as¨ª al intento despu¨¦s de regularizar esos pagos en la contabilidad de la mutua.
Durante la refriega parlamentaria de la tarde de ayer, la oposici¨®n trat¨® de establecer una conexi¨®n entre la direcci¨®n del PS y la gesti¨®n presuntamente fraudulenta de la MNEF, detonante de la crisis, pero se encontr¨® con un Lionel Jospin irritado que le devolvi¨® airadamente los golpes. "No miren hacia m¨ª", espet¨® el primer ministro, "si lo que ustedes buscan es un sistema organizado en el que el funcionamiento institucional y funcional partidario ha estado ligado durante 20 a?os a la gesti¨®n de una estructura de ventajas personales". Aunque la respuesta puede resultar farragosa, el conjunto de la C¨¢mara entendi¨® de inmediato que el primer ministro estaba ayer dispuesto a sacar a colaci¨®n los casos de financiaci¨®n ilegal y la cascada de esc¨¢ndalos que implican al anterior alcalde de Par¨ªs y hoy presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac.
Nervioso, trasluciendo en su semblante la dificultad y gravedad del momento, Jospin lleg¨® incluso a acusar impl¨ªcitamente al presidente de la Rep¨²blica de preparar las interpelaciones de la derecha. "Voy a responderles con tanto m¨¢s inter¨¦s, puesto que parece que algunos de ustedes se hacen revisar sus preguntas antes de plantearlas aqu¨ª", dijo, dando por buenas las informaciones que apuntan que la estrategia parlamentaria de la derecha es dirigida directamente por el El¨ªseo.
El jefe de Gobierno se mostr¨® tajante sobre la acusaci¨®n soterrada de que el PS se financi¨® a trav¨¦s de la mutua estudiantil. "Mi respuesta categ¨®rica es no. Por lo que a m¨ª se refiere, mi ¨²nica relaci¨®n con la MNEF es la cuota que pagaba hace 40 a?os; ustedes no encontrar¨¢n ninguna otra cosa que tenga que ver conmigo", sentenci¨®, desafiante. La ofensiva de la derecha, que tiene sus armarios repletos de casos de corrupci¨®n, exaspera a una izquierda que ha cortado el cord¨®n umbilical que un¨ªa a los fiscales con el poder pol¨ªtico.
Por encima de la agitaci¨®n pol¨ªtica, la salida del Dominique Strauss-Kahn deshace el cuidadoso equilibrio del Gabinete de Jospin y le priva al Gobierno de su interlocutor reconocido en el mundo de la empresa y de las finanzas.
Frente a la imagen "liberal" que proyectaba en algunos medios, el ex ministro de Finanzas se ha caracterizado igualmente por su defensa cerrada de la semana laboral de 35 horas y del plan de empleo juvenil. Su presencia habitual en la fiesta anual de los comunistas, integrados en el Gabinete de Jospin, ven¨ªa a testimoniar, por ejemplo, su pertenencia al paisaje pol¨ªtico de la izquierda, su disposici¨®n a levantar los recelos y a eliminar los equ¨ªvocos.
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