D¨¢divas
La Iglesia cat¨®lica y la protestante han estado separadas durante siglos porque una era m¨¢s partidaria que otra de las d¨¢divas, f¨ªjense qu¨¦ discusi¨®n m¨¢s tonta para gente convencida de la inmortalidad del alma. Mi padre y mi madre, que cre¨ªan en la indisolubilidad del matrimonio, estuvieron cinco a?os sin hablarse porque ella le puso un d¨ªa guindilla a la paella, lo que para pap¨¢, valenciano de pro, era una especie de sacrilegio. Lo cierto es que, si no hubiera d¨¢divas ni guindillas, nos matar¨ªamos por otras menudencias. Para qu¨¦ estar bien pudiendo estar jodido, que dec¨ªa el otro. As¨ª las cosas, el Papa ha hecho mal en pedir perd¨®n a Lutero, porque las miserias, con la distancia, se relativizan, y a estas alturas cualquier persona sensata se pregunta c¨®mo gente tan mayor y con tanta cultura pudo crear un cisma por culpa de una d¨¢diva.Cuando mi padre pidi¨® perd¨®n a mam¨¢, despu¨¦s de haber estado cinco a?os sin dirigirle la palabra, la familia no pod¨ªa creerse que en el origen de aquel drama s¨®lo hubiera habido una guindilla. "?Pero es verdad que estuvisteis enfadados cinco a?os por una guindilla?", preguntaban los primos en las reuniones de Navidad. Y mis padres dec¨ªan que s¨ª con el mismo orgullo con el que el Papa le pide perd¨®n a Galileo. "?Pero es cierto que llevabais a la gente a la hoguera por decir que dos y dos son cuatro?", preguntamos espantados los nietos de nuestros abuelos. Y la Iglesia asiente con la cabeza, orgullosa de rectificar despu¨¦s de tantos siglos. Lo incre¨ªble es que dedicamos las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos a la noticia. Hombre, una cosa es hablar de ello en Nochebuena, con unas copas, y otra muy distinta tratarlo como si fuera algo serio. Si el pobre Galileo levantara la cabeza.
Para no hacer el rid¨ªculo, pues, quiz¨¢ sea mejor dejar las cosas como est¨¢n. A m¨ª no me parece mal que Juan Pablo II decida hablarse con Lutero. Soy partidario de los matrimonios parlanchines. Pero no me gusta que lo haga con publicidad, sobre todo porque a veces ofende a la parte contraria, que en este caso est¨¢ muerta. Es como si mi padre hubiera esperado a que falleciera mam¨¢ para pedirle perd¨®n por lo de la guindilla. ?O era una d¨¢diva?
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