Australia vota a favor de mantener a la reina Isabel II como jefe de Estado

Australia decidi¨® ayer seguir siendo una monarqu¨ªa. Con el 80% del voto escrutado, la mayor¨ªa de los australianos -el 54,7% de los 12,3 millones de votantes- rechaz¨® convertirse en rep¨²blica en el refer¨¦ndum celebrado ayer y opt¨® por mantener a la reina Isabel II de Inglaterra como jefa del Estado. La propuesta de reformar la Constituci¨®n para convertirse en rep¨²blica s¨®lo atrajo al 45,3 % de los electores, en su mayor¨ªa de las ciudades. El fracaso de los partidarios de la rep¨²blica se achaca a su divisi¨®n por la forma en que hubiera sido elegido el presidente.

La pregunta sobre la propuesta republicana del refer¨¦ndum inclu¨ªa la elecci¨®n del presidente por una mayor¨ªa del Parlamento Federal a propuesta del primer ministro, una opci¨®n que ha motivado que un gran n¨²mero de partidarios de la rep¨²blica, que prefer¨ªa que el presidente fuera elegido por sufragio universal, haya decidido finalmente votar en contra.En los referendos australianos se considera ganadora la opci¨®n que sale por doble mayor¨ªa, es decir, la que obtiene la victoria en la mayor¨ªa de Estados (como m¨ªnimo en cuatro de los seis Estados existentes), y la que consigue m¨¢s de la mitad de votos en el n¨²mero total de votantes. En el refer¨¦ndum celebrado ayer, los partidarios de la rep¨²blica s¨®lo ganaron en un Estado, el de Victoria, en cuya capital, Melbourne, m¨¢s del 70% de los votantes apoyaron el cambio constitucional. No en balde, este Estado es el que se considera m¨¢s progresista y donde vive la colonia m¨¢s numerosa de italianos y griegos.

En el Estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sidney, a pesar de que los sondeos se?alaban que el s¨ª pod¨ªa ser la opci¨®n ganadora, las zonas rurales inclinaron el voto a favor del no. En cuanto a los dos territorios que componen el pa¨ªs, los Territorios de Australia del Norte y de la Capital australiana, s¨®lamente en este ¨²ltimo result¨® ganadora la respuesta a favor de la rep¨²blica.

La campa?a a favor de una u otra opci¨®n continu¨® hasta el ¨²ltimo momento. En Australia el voto es obligatorio, no existe la jornada de reflexi¨®n y durante el mismo d¨ªa en que se acude a las urnas se puede intentar convencer al indeciso. En el exterior de todos los colegios electorales se repartieron hasta el ¨²ltimo momento panfletos a favor del s¨ª y del no.

Y los an¨¢lisis del resultado no se quedaron a la zaga. Algunos comentaristas hicieron hincapi¨¦ en que la victoria de los mon¨¢rquicos indica que Australia no es a¨²n una sociedad tan multicultural como se quiere aparentar y que el peso de la herencia brit¨¢nica es todav¨ªa muy fuerte.

El primer ministro, el conservador John Howard, que hizo campa?a a favor del mantenimiento de la monarqu¨ªa brit¨¢nica, comunic¨® formalmente el resultado al palacio de Buckingham. Howard a?adi¨® que este refer¨¦ndum cerraba un cap¨ªtulo de la historia del pa¨ªs y que ahora hab¨ªa que volver a "centrarse en los asuntos que directamente afectan a las vidas diarias de los australianos".

La reina Isabel II, por su parte, se limit¨® a declarar que "respeta y acepta" el resultado del refer¨¦ndum australiano.