El timo de la tragedia ajena-

La historia de los que aseguran retener como rehenes a los desaparecidos tiene varios puntos d¨¦biles, como han destacado dos polic¨ªas de Europa occidental que conocen la situaci¨®n. Los dos, que forman parte del contingente internacional en Kosovo, son veteranos en la lucha contra el crimen y est¨¢n convencidos de que Lara est¨¢ siendo sometida a la estafa m¨¢s vil jam¨¢s vista.

"Este contacto suyo ha sido incapaz de ofrecer ni una sola prueba de que ¨¦sa gente est¨¢ viva", explica uno de ellos. "Si no pod¨ªa traer una grabaci¨®n, s¨ª pod¨ªa haber tra¨ªdo un papel escrito por ellos, o un mensaje en el que hubiera datos que s¨®lo conociera la familia. O alguna otra cosa. Pero la verdad es que todo lo que hay es su palabra. Y eso no vale nada. Menos que nada." Los dos polic¨ªas creen que el enlace de los Balcanes pretende seguir sacando dinero a Lara poco a poco, exprimiendo su dolor todo lo que puedan.

Lara no puede refutar los argumentos de los polic¨ªas. Lo m¨¢ximo que es capaz de decir, cuando se le pide que explique ese curioso plan seg¨²n el cual el dinero se va a entregar despu¨¦s de que liberen a su marido, es que se trata de una cuesti¨®n de "honor" por ambas partes. Que el "honor" es la garant¨ªa. Que el "honor" es la raz¨®n por la que cree que puede confiar en que su enlace la va a llevar a Serbia y de regreso a salvo. En ocasiones, recobra la raz¨®n. "Ya s¨¦, ya s¨¦, No puedo pensar con claridad. Para nosotros, la guerra no se ha acabado. Seguimos encadenados. A veces me parece que todo lo que est¨¢ haciendo esa gente es convertir nuestra tragedia nacional en negocio". Pero no se atreve a adentrarse demasiado por el camino de la fr¨ªa l¨®gica. Porque si lo hiciera seria como empezar a admitir que su marido est¨¢ muerto.