Cicloturista
Mi nombre es Jos¨¦ Ram¨®n Arribas, tengo 26 a?os y llevo practicando el cicloturismo (pleno disfrute del ciclismo de carretera) desde los 17 a?os. En todo este tiempo he podido disfrutar como nadie de este deporte, y he aprendido muchas cosas, as¨ª como ser mejor persona, m¨¢s solidaria, m¨¢s comprensiva, m¨¢s respetuosa y tolerante, rasgos ¨¦stos que caracterizan a todo el colectivo cicloturista (l¨¦ase disfrute con la bicicleta) de este pa¨ªs.El motivo de esta carta es, sobre todo, dejar muy claro que este deporte es, en s¨ª mismo, un deporte de riesgo, que no est¨¢ reconocido como tal.
No es nuestra filosof¨ªa arriesgar nuestra vida para disfrutar de un subid¨®n de adrenalina, pero parece (hoy por hoy) que no es posible. Sin embargo, se consideran como deportes de riesgo (bien llamados) otros como monta?ismo, escalada, puenting, parapente... y puedo seguir enumerando, pero creo que ya es suficiente.
Parece ser que la cantidad de accidentes graves e incluso con muertes que desgraciadamente acontecen con estas "pr¨¢cticas peligrosas" (con todos mis respetos hacia sus practicantes y aficionados) no se acerca ni de lejos a las sufridas en el seno de los cicloturistas.
Y a pesar de todo parece que esta situaci¨®n no tiene visos de cambiar. Es m¨¢s, quiz¨¢ la tendencia sea ir echando a los ciclistas (estorbos que en muchas ocasiones no permiten a los coches ir por encima del l¨ªmite de velocidad) de la carretera.
Se deber¨ªan hacer dos cosas. O incluimos el ciclismo dentro de la categor¨ªa de deportes de riesgo (soluci¨®n f¨¢cil, barata e inmediata) y as¨ª eximimos a los veh¨ªculos de su responsabilidad, o se act¨²a en consecuencia y se elimina todo el riesgo inherente a este deporte en relaci¨®n con los veh¨ªculos de motor. En ello se trabaja actualmente, pero se va por la l¨ªnea equivocada, aprobando leyes que cortan m¨¢s a¨²n las libertades del ciclista, olvid¨¢ndose de lo realmente importante como es obligar a los veh¨ªculos a mantener 1,5 metros de separaci¨®n lateral en los adelantamientos, prohibiendo la circulaci¨®n en paralelo a los ciclistas (que hoy por hoy es nuestra ¨²nica medida de defensa ante los automovilistas), eliminando prioridades de paso con leyes totalmente incomprensibles y/o ampliamente ambiguas, y oblig¨¢ndonos a pasar pruebas de alcoholemia, como si no tuvi¨¦semos otra cosa mejor que hacer para prevenir las p¨¢jaras que beber (se ha eliminado esta parte a ¨²ltima hora), para as¨ª obligarnos a ir con todos nuestros sentidos (cr¨¦anme que no hay otra cosa que sepamos hacer mejor).
En resumen, que si nuestra pr¨¢ctica deportiva no deja de ser un deporte de riesgo, lo sea ¨²nicamente por voluntad propia, y si as¨ª se produce una desgracia, que se pueda evitar con otras medidas de seguridad individual o colectiva (casco, guantes, protecciones, catadri¨®pticos, refrectantes, coches de apoyo). Pero esto ya es otro tema de debate, que compete a la seguridad individual de cada uno.-
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