S¨®lo uno de cada diez institutos ofrece m¨¢s de dos ramas de bachillerato
La falta de presupuesto y docentes impide a los centros dar a escoger las cuatro especialidades
No hay presupuesto para ofrecer todas las ramas, ni instalaciones ni profesores adecuados para impartirlas. Con estos argumentos explican los responsables educativos la incompleta implantaci¨®n del bachillerato en Espa?a. S¨®lo el 10% de los institutos ofrece m¨¢s de dos ramas, el m¨ªnimo al que obliga la ley, y la mayor¨ªa est¨¢ en Catalu?a, la ¨²nica comunidad que ofrece tres especialidades en todos sus centros p¨²blicos. Estos resultados revelan que la propuesta de Mariano Rajoy de adelantar la especializaci¨®n a la ESO es poco realista y dividir¨ªa a los centros por itinerarios educativos y, con ellos, a los alumnos.
Las cuatro especialidades del bachillerato (compuesto por dos cursos) son: Humanidades y ciencias sociales, Ciencias de la naturaleza y de la salud, Tecnolog¨ªa y Artes. Pero son dos las m¨¢s ofrecidas por los centros, la human¨ªstica y la cient¨ªfica. La mayor¨ªa de ese 10% de centros espa?oles que ofrecen m¨¢s de dos ramas est¨¢ en Catalu?a, una comunidad que ya tiene generalizada la implantaci¨®n del nuevo bachillerato, al igual que el Pa¨ªs Vasco y Navarra. Otras, como La Rioja o Arag¨®n, lo tienen generalizado s¨®lo en sus centros p¨²blicos.Los estudiantes del nuevo bachillerato tienen que elegir la especialidad de acuerdo con la carrera que quieren cursar y en la prueba de selectividad deben examinarse de determinadas asignaturas vinculadas a ella. Por esta raz¨®n, como no todos los centros ofrecen los cuatro tipos de bachillerato, muchos institutos han creado una "red paralela oculta", como la califican algunos expertos, para evitar que sus alumnos se tengan que cambiar de centro. Consiste en ofrecer a los estudiantes la posibilidad de cursar una de las dos especialidades que tenga el instituto, aunque no sea la id¨®nea para sus futuros estudios, y complementarla con materias optativas del que s¨ª ser¨ªa el bachillerato adecuado.
Con estos bachilleratos improvisados se est¨¢n creando dos problemas, advierten los expertos: los alumnos no reciben los conocimientos que deber¨ªan y el contenido de la Ley de Ordenaci¨®n General del Sistema Educativo (LOGSE) queda desvirtuado.
La combinaci¨®n m¨¢s com¨²n de este bachillerato improvisado es cursar la rama cient¨ªfica y completarla con materias optativas de la tecnol¨®gica. Los alumnos cursan asignaturas comunes (como historia o lengua), tres propias de su especialidad (a elegir entre cuatro) y varias optativas. Cinco de las 9 y 10 materias propias que se ofrecen respectivamente en los dos cursos de los bachilleratos cient¨ªfico y tecnol¨®gico son iguales: matem¨¢ticas I y II, f¨ªsica y qu¨ªmica, dibujo t¨¦cnico y f¨ªsica.
Un ejemplo: cuando un grupo de alumnos quiere estudiar una ingenier¨ªa, arquitectura o alguna rama t¨¦cnica de la FP superior, pero en su instituto no tienen el bachillerato tecnol¨®gico, que ser¨ªa el apropiado, se le ofrece la posibilidad de estudiar como materias optativas algunas de las que pertenecen al bachillerato tecnol¨®gico, como tecnolog¨ªa industrial, electrotecnia o mec¨¢nica. Las imparte generalmente el profesor de tecnolog¨ªa o incluso el de qu¨ªmica, en algunos casos, en lugar de uno espec¨ªfico para esas materias.
Los institutos hacen generalmente las peticiones en atenci¨®n a tres criterios: la trayectoria del centro, su profesorado y sus instalaciones. Los expertos en planificaci¨®n escolar aseguran que la creaci¨®n de especialidades improvisadas obedece sobre todo a la falta de instalaciones y de profesorado. Estos problemas hacen que los centros que impart¨ªan la antigua FP soliciten la especialidad de tecnolog¨ªa, adem¨¢s de humanidades, porque disponen de laboratorios o materiales espec¨ªficos (como tableros de dibujo o maquinaria). Los institutos que impart¨ªan BUP y COU eligen la rama cient¨ªfica, adem¨¢s de la human¨ªstica, y las antiguas escuelas de artes y oficios, s¨®lo la art¨ªstica. Estas ¨²ltimas son las ¨²nicas autorizadas para dar un solo bachillerato, seg¨²n se?ala la ley.
El resultado de la situaci¨®n es, adem¨¢s, que los directores de los centros se ven abocados a no escoger las especialidades en funci¨®n de las peticiones de los alumnos, como deber¨ªa ocurrir, sino que los estudiantes se acaban adaptando a la oferta de los centros. Los expertos sugieren una soluci¨®n: no resultar¨ªa tan caro dotar de profesores y medios ocasionales a los centros de cada zona que tengan un m¨ªnimo n¨²mero de solicitudes para hacer un bachillerato que no puedan ofrecer. Otro de los motivos que ha llevado a esta situaci¨®n, explican los especialistas, es el enfoque casi exclusivo que dan las Administraciones al bachillerato hacia la universidad, olvidando que da acceso a la FP superior.
Proyecto poco razonable
Si se tiene en cuenta esta incompleta implantaci¨®n del bachillerato y los motivos que la han provocado, parece poco viable el proyecto anunciado por el ministro de Educaci¨®n, Mariano Rajoy, de reformar la LOGSE en la pr¨®xima legislatura para adelantar la diversificaci¨®n de los alumnos a la ESO.El cambio que propone Rajoy supondr¨ªa crear m¨¢s especialidades en secundaria. Como se est¨¢ comprobando en el bachillerato, esas ramas no las podr¨ªan impartir todos los centros y acabar¨ªan ofreciendo s¨®lo algunas. Esto provocar¨ªa una divisi¨®n: centros para los alumnos m¨¢s brillantes y con m¨¢s recursos que fueran a seguir estudiando el bachillerato al acabar la secundaria y centros para el resto, los que se encaminaran a la FP o no quisieran seguir estudiando.
Los defensores de la escuela p¨²blica aseguran que el proyecto de Rajoy representar¨ªa un atentado a los objetivos y el esp¨ªritu de la LOGSE: la diversificaci¨®n de centros acabar¨ªa con la convivencia entre alumnos de diferentes entornos culturales ya en esta etapa educativa obligatoria.
Esa situaci¨®n se ver¨ªa adem¨¢s favorecida con la normativa que acaba de aprobar el Gobierno para dar acceso a los alumnos de la FP de grado medio a la superior. Ahora no se puede pasar directamente de una a la otra (s¨®lo tras superar una prueba al cumplir los 20 a?os) porque la superior se ha concebido tan especializada como una carrera. En conclusi¨®n, se dar¨ªa marcha atr¨¢s una d¨¦cada, retrocediendo al sistema de la antigua Ley General de Educaci¨®n.
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