Horizontes azules (con gaviotas blancas)
Sugiero que en nuestra vida pol¨ªtica de los tiempos pr¨®ximos la mayor novedad puede que gire al entorno del Partido Popular catal¨¢n: Vidal-Quadras con su grupo opositor Gaviota Azul por un lado, y Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz y el ministro de Industria Piqu¨¦ en el otro, que es el de la oficialidad del partido, con su bandera azul y sus blancas gaviotas como emblema. No hay halcones ni palomos seg¨²n el extra?o vocabulario period¨ªstico para indicar dureza o renovaci¨®n; en ese caso s¨®lo hay gaviotas de colores.El s¨ªntoma de novedad est¨¢ en que Vidal-Quadras, (probablemente la lengua m¨¢s larga de toda la Comunidad Europea) ha perdido serenidad y papeles, astucia o criterio, y se ha rebotado ante Aznar y la directiva nacional del PP. Parece que se siente humillado. El argumento de Vidal-Quadras consiste en que, siendo el l¨ªder del partido en Catalu?a, obtuvo una cuota de votos y esca?os importante. Ahora, sin embargo, el liderazgo de Fern¨¢ndez D¨ªaz ha sumido al partido en n¨²meros electoralmente rojos. Causas seg¨²n Vidal-Quadras: inconsistencia del mensaje. Qu¨¦ raro, a estas alturas deber¨ªa saber que un resultado electoral no tiene siempre la misma equivalencia pol¨ªtica, y en estas elecciones, a pesar del descenso en votos, el resultado pol¨ªtico del Partido Popular ha sido notable.
Si yo fuera Piqu¨¦, oro dar¨ªa por esa actitud del eurodiputado Vidal-Quadras. Al fin y al cabo, en ese hombre reposaban los restos de una estrategia electoral que, lejos de cimentarse en un proyecto pol¨ªtico, se fundament¨® buscando oportunidades en el fomento de la divisi¨®n social y cultural del pa¨ªs con un encono lamentable y muy feos modales, y eso es precisamente lo contrario a los objetivos pol¨ªticos de la nueva direcci¨®n de su partido. Piqu¨¦ dijo de ¨¦l, p¨²blicamente, que estaba lleno de odio y que el odio no es bueno ni en la vida ni en la pol¨ªtica. En resumidas cuentas, Vidal-Quadras, con su actitud, facilitar¨¢ que le echen, le marginen o le olviden en cualquier fr¨ªa ciudad de cualquier provincia europea, posibilitando as¨ª, sin incordiar, la tan necesaria y deseada transformaci¨®n del Partido Popular que encabezan visiblemente el ministro de Industria y Fern¨¢ndez D¨ªaz. La imagen del PP ganar¨¢, y los caminos para una transformaci¨®n real en contenidos estar¨¢n m¨¢s desbrozados. Un Partido Popular que asuma como propia la hist¨®rica y diversa cultura pol¨ªtica del catalanismo (es el ¨²nico partido que siempre se neg¨® a ello) es algo que ser¨ªa muy positivo para nuestro sistema pol¨ªtico y para el pa¨ªs, lo vertebrar¨ªa y consolidar¨ªa a¨²n m¨¢s.
Por otra parte, el panorama pol¨ªtico actual es francamente abierto. En tres a?os nadie sabe qu¨¦ pasar¨¢ entre Converg¨¨ncia y los democristianos de Uni¨®. Duran nunca ser¨¢ candidato a la presidencia si su partido no se fusiona en Converg¨¨ncia. Adem¨¢s, es un partido pr¨¢cticamente sin bases, s¨®lo dispone de cuadros pol¨ªticos y cargos de diverso nivel; la ¨²nica vez que se midi¨® en una contienda electoral (tiempos de Ca?ellas) no se comi¨® un rosco y a punto estuvo de morirse de hambre. Es vaticanista y su car¨¢cter conservador en lo social y cultural no le distinguen del Partido Popular, con el que retoza siempre en los foros europeos e internacionales; de vez en cuando hay roces, por supuesto, pero no son nada del otro mundo.
La transformaci¨®n que se adivina en nuestros populares aut¨®ctonos, en caso de concretarse, no hace impensable una alianza entre ambos, o incluso una fusi¨®n a lo largo del tiempo. ?Tan distinta ser¨ªa la actuaci¨®n de un consejero de Ense?anza del PP a la que ha desarrollado el inefable Xavier Hern¨¢ndez, de Uni¨®? (cuyo mayor logro real, por cierto, ha consistido
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