La juez ve indicios de estafa en Benedicto Alfaro y su hija Carmen

La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios ha apreciado la existencia de un delito de estafa en la conducta del empresario Benedicto Alfaro y su hija Carmen, presidente y vicepresidente, respectivamente del Grupo Alfaro, y ha transformado en procedimiento ordinario las diligencias previas que segu¨ªa contra ellos. La magistrada imputa tambi¨¦n delitos de alzamiento de bienes a cuatro agentes de cambio y bolsa y ha dado un plazo de cinco d¨ªas al fiscal para que presente su escrito de acusaci¨®n.Teresa Palacios considera que la investigaci¨®n est¨¢ ya agotada y que aunque tambi¨¦n aparecen en la causa indicios de varios delitos fiscales y una falsificaci¨®n masiva y sistem¨¢tica de efectos de comercio (letras de cambio), "no resulta viable formalizar imputaci¨®n por esos delitos", en unos casos porque debido al tiempo transcurrido los delitos han prescrito y en otros porque o han sido despenalizados en la reforma del C¨®digo Penal de 1995 o han sido transformados en delitos societarios sobre los que existe una insuficiencia de pruebas.

El caso contra Benedicto Alfaro se inici¨® a raiz del suicidio del broker financiero Baltasar Egea, ocurrido el 4 de mayo de 1993 en su domicilio de La Moralpeja, zona residencial de Madrid, despu¨¦s de matar a esposa y a su hijo. Egea dej¨® escritas varias cartas al resto de su familia y al juez en las que aseguraba que su situaci¨®n financiera era desesperada, que estaba en la ruina, no porque se hubiera quedado con dinero que sus clientes inversores le confiaban, tanto en inversiones leg¨ªtimas como en dinero negro, sino porque el empresario Benedicto Alfaro se negaba a pagarle el dinero que Egea le hab¨ªa presetado, precisamente por tratarse de dinero negro.Egea hab¨ªa prestado dinero en muchas ocasiones a Alfaro, cuyo grupo atravesaba por dificultades y no encontraba financiaci¨®n bancaria, y al principio Alfaro devolv¨ªa los prestamos. Pero a partir de Julio de 1992, cuando la situaci¨®n del grupo se hizo cr¨ªtica, los pagos se demoraron.

En octubre, seg¨²n el auto dictado por la juez, Alfaro dej¨® de pagar las n¨®minas y en 1993 deb¨ªan atender compromisos con las entidades de cr¨¦dito superiores a 3.000 millones, adem¨¢s de otros 7.000 de deudas para los que Alfaro carec¨ªa de fondos. Benedicto Alfaro y su hija Carmen, segun la magistrada, "idearon entonces un procedimiento para no satisfacer la parte de la deuda representada por las letras de cambio.