Alcalde

MIQUEL ALBEROLA

Tuvo que apresurarse esta semana don Julio de Espa?a, puesto que la tierra no se lo ha tragado de verg¨¹enza torera, y salir al paso de las palabrotas del alcalde de Pego, Carlos Pascual, a quien el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante trat¨® de fichar para el PP de cara a las pasadas elecciones. ?A qu¨¦ partido no le gustar¨ªa tener un candidato tan carism¨¢tico como ¨¦ste?, se preguntaba, d¨¢ndose la raz¨®n, en aquellos d¨ªas en que a este fen¨®meno ya no lo quer¨ªa ni una Uni¨®n Valenciana que ansiaba atraer hacia sus siglas a todos los asteroides del mercado para sobrevivir al 13-J. El alcalde de Pego no era precisamente un santo cuando deslumbr¨® a don Julio. Ya era responsable del acoso al humedal que comparte Pego con Oliva y que est¨¢ protegido desde 1995 por el Consell. Bajo sus ¨®rdenes, seg¨²n las denuncias, el Ayuntamiento estaba pagando 900.000 pesetas mensuales por el gasoil que alimentaba al generador, tambi¨¦n financiado por el consistorio, que daba energ¨ªa a tres bombas que extra¨ªan 14 hect¨®metros c¨²bicos anuales de agua del marjal -la tercera parte de su capacidad de recarga h¨ªdrica- para verterla al mar. Asimismo, con dinero p¨²blico, hab¨ªa construido un caball¨®n de ocho kil¨®metros para evitar la inundaci¨®n natural del marjal, y hab¨ªa alterado el curso del r¨ªo Racons, pas¨¢ndose por debajo de la pr¨®stata a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica y a la ley del dominio p¨²blico hidr¨¢ulico. Era el causante de una desecaci¨®n que ha reducido el nivel fre¨¢tico del humedal en casi dos metros y que, de acuerdo con los c¨¢lculos de la oposici¨®n, ha costado a las arcas municipales unos 300 millones, de los que el alcalde nunca ha dado cuenta. Aunque esto debi¨® parecerle poca cosa al presidente provincial de los populares alicantinos comparado con el pu?ado de votos que pod¨ªa aportar al PP este estadista cafre. Nadie exigi¨® a don Julio que apechugara por una frivolidad que pudo convertir a Pascual en uno de los suyos. Aunque tampoco a Eduardo Zaplana le han preocupado lo m¨¢s m¨ªnimo en todos estos a?os las trastadas de este alcalde tan genital, que han sido mayores que sus agresiones verbales. Y en esa dimisi¨®n de responsabilidades es donde ha encontrado su territorio y su nutriente.