De defenestrado a goleador
De ser una instituci¨®n en el Numancia pas¨®, en pocos d¨ªas, a sentirse humillado por el club y por el nuevo entrenador, Andoni Goikoetxea, hasta el punto de verse obligado a hacer las maletas el pasado verano y largarse de Soria. El Legan¨¦s le dio cobijo y el pasado s¨¢bado Jorge Barbar¨ªn, de 28 a?os, se lo agradeci¨® a lo grande, logrando los tres goles con los que su equipo derrot¨® al ?ibar.Barbar¨ªn, el que no serv¨ªa, el defenestrado, se convirti¨® en el primer jugador que lograba tres tantos de una tacada en Segunda. Goles, se supone, con dedicatoria especial. ?O no? "No tengo nada que dedicarle a Goiko", asegura Barbar¨ªn, "m¨¢s que nada porque a d¨ªa de hoy no me acuerdo de ¨¦l ni para bien ni para mal. No merece la pena".
Ser¨¢ que no hay rencor en el pensamiento de un jugador que sali¨® del Numancia por la puerta de atr¨¢s, ¨¦l, que era una leyenda en Soria. En la historia moderna del Numancia, repleta de d¨ªas de gloria, su nombre figura escrito con may¨²sculas. Barbar¨ªn form¨® parte de aquel grupo de jugadores que fue capaz de poner nervioso al Bar?a en una eliminatoria de Copa, los mismos que ascendieron al club a Segunda, por primera vez en su historia y, dos a?os despu¨¦s, a Primera. Barbar¨ªn particip¨® activamente en el ascenso, con seis goles en 25 partidos. Barbar¨ªn era al Numancia, salvando las distancias, lo que Guerrero al Athletic. Pero su sue?o de jugar en Primera se desvaneci¨® en el mismo instante en que Goikoetxea firm¨® como nuevo entrenador del Numancia.
Mir¨® ¨¦ste a su alrededor y lo que vio no le debi¨® gustar lo m¨¢s m¨ªnimo. Consider¨® Goikoetxea que, con aquel grupo, el paso por la m¨¢xima categor¨ªa ser¨ªa de lo m¨¢s ef¨ªmero. As¨ª que el t¨¦cnico olvid¨® cualquier sensibilidad y dio la baja a m¨¢s de la mitad de la plantilla, al tiempo que iban lloviendo los fichajes, que se detuvieron en el n¨²mero 17.
"No merec¨ªa aquella salida", se lamenta el jugador. "Veinte d¨ªas antes de despedirme me renovaron el contrato por dos a?os. Y justo el d¨ªa de la presentaci¨®n me dicen que el entrenador no me quiere. Eso es no tener clase. Ni siquiera me dieron la oportunidad de hacer la pretemporada, de jugar un amistoso. No le serv¨ªa al t¨¦cnico y me dijeron que me buscara la vida".
La afici¨®n del Numancia se sinti¨® herida ante aquella decisi¨®n. Las se?as de identidad del club, una plantilla con gente de la casa y sin extranjeros, saltaron hechas a?icos. El d¨ªa de la presentaci¨®n se vieron pancartas de apoyo a Barbar¨ªn y de rechazo a Goiko. El conflicto degener¨® a velocidad de v¨¦rtigo, por lo que Barbar¨ªn, que ocupaba la posici¨®n m¨¢s d¨¦bil, opt¨® por firmar el finiquito. Se acordaron de ¨¦l en Legan¨¦s, donde a partir del s¨¢bado se acordar¨¢n a¨²n m¨¢s. Barbar¨ªn consigui¨® uno, dos y tres goles, sin dedicatoria, dice ¨¦l, pero con un enorme aroma a venganza. Con destino Soria.
Mejor sin Enrique Mart¨ªn
Los tres goles de Barbar¨ªn ante el ?ibar sirvieron para prorrogar una racha que resulta curiosa. Desde que Enrique Mart¨ªn no se sienta en el banquillo del Legan¨¦s, el equipo gana. Hace tres jornadas, el t¨¦cnico del equipo protagoniz¨® la acci¨®n m¨¢s pol¨¦mica de la temporada, cuando le quit¨® el bal¨®n a un jugador del Badajoz, que se iba en solitario. Mart¨ªn fue sancionado con 10 partidos y ese castigo ha acabado resultando un premio, porque desde entonces el equipo no sabe hacer otra cosa que ganar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.