Un marroqu¨ª emigrante en EEUU
El nuevo plusmarquista mundial, Jalid Januchi, es un menudo marroqu¨ª de 1,65 metros y 54 kilos con un car¨¢cter y una vida peculiares. Nacido en Mekn¨¨s, ciudad a mitad de camino entre Rabat y Fez, se sinti¨® muy pronto desaprovechado. Creyendo que ten¨ªa calidad para grandes metas y que sus entrenadores (incluido el actual de El Gerruj) no le sacaban suficiente rendimiento, dio un primer salto a Francia, que no le dio resultado. Era en 1990, pero s¨®lo empezaba su aventura.Ya campe¨®n nacional j¨²nior de cross, aprovech¨® su triunfo en los 5.000 metros de la Universiada de Buffalo (EEUU), en 1993, para ver el nuevo horizonte de ultramar. Aquello le pareci¨® una gran salida, aunque sab¨ªa que el sue?o americano se consigue tan f¨¢cilmente. Y se fue a Nueva York. Fregaplatos, chico de los recados y de la limpieza en restaurantes, a¨²n recuerda lo duro que era salir a correr a las 11 de la noche para entrenarse por las calles de Brooklyn. Pero el trabajo y la casualidad iban a dar sus frutos. Conoci¨® a Sandra Natal, una dominicana nacionalizada estadounidense, nueve a?os mayor que ¨¦l, tambi¨¦n maratoniana, y que tras casarse con ella en 1996 se convirti¨® en su entrenadora, representante y consejera. Tampoco le hab¨ªa servido una experiencia de preparaci¨®n con el m¨ªtico Said Auita. "No me gusta c¨®mo trata a los atletas", coment¨® tras dejarle. Januchi empez¨® en el circuito estadounidense de pruebas en ruta (de 5 a 25 kil¨®metros), pero su mujer le quit¨® pronto el miedo de pasar directamente al marat¨®n sin volver a la pista. Y llegaron los ¨¦xitos.
Dudas de nacionalidad
"Quiero devolverle a este pa¨ªs lo que me ha dado", declar¨® Januchi tras su ¨¦xito. Enfadado con su pa¨ªs de origen y agradecido con el de adopci¨®n, su intenci¨®n es nacionalizarse estadounidense. "Las autoridades marroqu¨ªes me ignoraron. No disputar¨¦ los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney si no obtengo la nacionalidad estadounidense", a?adi¨® emocionado en los primeros momentos. D¨ªas despu¨¦s ya duda. Quiere seguir siendo marroqu¨ª y si le dan el nuevo pasaporte no sabe ya con qu¨¦ pa¨ªs correr¨¢ o si lo har¨¢. Lo ¨²nico firme es que ya ha firmado para disputar el marat¨®n de Londres, el 16 de abril de 2000.Januchi, que ahora vive en Ossining, una peque?a zona cerca de Nueva York, puede ser, as¨ª, la gran adquisici¨®n de EEUU en una prueba en la que no hab¨ªa vuelto a brillar desde Alberto Salazar, el primer gran maratoniano de los a?os ochenta. El atleta nacido en La Habana, de padres cubanos, medio a?o antes de la Revoluci¨®n castrista, en agosto de 1958, emigr¨® con sus padres a Masschussets (no a Florida, como era lo habitual), y se integr¨® como un estadounidense m¨¢s, sin tantas ra¨ªces hispanas. Lleg¨® a tener la mejor marca mundial (entonces ni siquiera se consideraba como plusmarca) con 2.08.13, en 1981, y gan¨® tres veces en Nueva York, y una en Boston.
Lo curioso es que ahora, en la misma carrera triunfal de Januchi, en Chicago, dio la sorpresa Davis Morris al acabar cuarto, con 2.09.31, la mejor marca de un estadounidense en los ¨²ltimos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.