La reina Sof¨ªa se sumerge en la realidad cubana

La nota de color del primer d¨ªa de estancia de los Reyes en Cuba la puso do?a Sof¨ªa poco despu¨¦s de aterrizar en La Habana. Mientras el Rey cenaba en la residencia del embajador espa?ol con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, la reina do?a Sof¨ªa pas¨® su primera noche en la ciudad en La Guarida, una famosa paladar situada en el coraz¨®n del barrio negro de San Leopoldo. Fue toda una inmersi¨®n en la cruda realidad cubana. Para llegar all¨ª, la reina tuvo que atravesar edificios apuntalados, calles cortadas por la acumulaci¨®n de escombros y basureros desbordados, el paisaje habitual de Centro Habana.La Guarida es uno de los restaurantes privados m¨¢s conocidos y pintorescos de La Habana. Est¨¢ situado en el segundo piso de un edificio de principios de siglo que sirvi¨® de escenario al director cubano Tom¨¢s Guti¨¦rrez Alea para filmar la pel¨ªcula Fresa y chocolate. La Reina s¨®lo pudo cenar en compa?¨ªa de la esposa de Aznar, Ana Botella; del director del Centro Cultural de Espa?a, Ion de la Riva, y de otras nueve personas, pues es conocida la restricci¨®n b¨ªblica de comensales por la que se rigen estos negocios privados en Cuba: en las paladares no pueden comer m¨¢s de 12 personas a la vez, so pena de grave multa o cierre del local.

La cena se improvis¨® a ¨²ltima hora. El due?o del restaurante, Enrique N¨²?ez, s¨®lo se enter¨® tres horas antes por la avalancha de personal de seguridad de la Zarzuela, La Moncloa y el Ministerio del Interior de Cuba. Esta batida no impidi¨® que a la entrada del edificio se congregasen numerosos vecinos para esperar su salida. Durante la cena, do?a Sof¨ªa se interes¨® por la pel¨ªcula de Guti¨¦rrez Alea y la obra del escritor cubano Lezama Lima, de quien en el filme Fresa y chocolate se reproduce la conocida cena de su libro Paradiso.

Entre conversaciones de literatura cubana y reflexiones sobre la realidad cotidiana, la Reina prob¨® platos criollos: frituritas de malanga, chicharritas de pl¨¢tano y yuca, y de plato fuerte cen¨® pescado a la plancha. Durante la velada se habl¨® tambi¨¦n de algo obvio: el deplorable estado de las casas de La Habana Vieja, el invento cubano de las barbacoas -divisiones o sobresuelos que se hacen en las casas de puntal alto para ganar espacio- y del humor con que los cubanos sobrellevan su calvario cotidiano de escaseces.

El postre fue doble: crema helada, uno de los platos de la cena lezamiana, y una espont¨¢nea y multitudinaria despedida en los bajos del destartalado edificio, donde viven 60 familias en diminutos apartamentos.

En medio de un amplio descansillo con ropa tendida, un grupo de vecinas, algunas con los rulos puestos y en ropa de dormir, vitore¨® a la reina Sof¨ªa y unas ni?as le besaron la mano.

Lo espont¨¢neo del acto contrast¨® con la frialdad del recorrido que hicieron ayer los Reyes acompa?ados de Aznar y Ana Botella por el casco hist¨®rico de La Habana Vieja, y que puede ser la t¨®nica general de las visitas que haga Aznar por la ciudad fuera del programa oficial.

La escasa afluencia de p¨²blico fue interpretada por los cientos de periodistas que siguieron el paseo como una muestra del disgusto que han provocado en La Habana las declaraciones cr¨ªticas realizadas por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en Honduras. A la misma hora en que do?a Sof¨ªa cenaba en La Guarida, la radio y la televisi¨®n cubanas emit¨ªan la noticia de la llegada de los Reyes a la isla, destacando que Fidel Castro y el rey Juan Carlos I eran los ¨²nicos estadistas iberoamericanos que hab¨ªan participado en todas las cumbres iberoamericanas celebradas hasta ahora.

La prensa cubana ha insistido en que, durante los a?os de su reinado, don Juan Carlos se ha comportado y manifestado de forma respetuosa con Cuba, "a pesar de las campa?as de presi¨®n y de propaganda que realiza Estados Unidos". Una de las frases que han aparecido en el diario oficial Granma en estos d¨ªas es una del Rey en la que afirmaba que cre¨ªa m¨¢s en la eficacia de David que en la fuerza de Goliat.