Pavor
"En la estrecha rivera del r¨ªo Torio, una noche de invierno fr¨ªa y llena de niebla unas luces verdosas y azuladas seguidas de sonidos extra?os emerg¨ªan no lejos del pueblo. Las gentes, aldeanos honestos y temerosos del se?or, sobrecogido el coraz¨®n rezaban por las ¨¢nimas del purgatorio. S¨®lo los m¨¢s intr¨¦pidos, algunos inconscientes j¨®venes, en un solo cuerpo titubeante, se fueron acercando al lugar en el que se produc¨ªan los misteriosos fen¨®menos. Ya pr¨®ximos al lugar, un destello fulgurante y un chasquido seco los dej¨® paralizados hasta que el m¨¢s lerdo de ellos grit¨®: "Ojos no veo, patas no tiene, gritos no da, pavor!". Y rompiendo el encantamiento que por unos instantes el miedo hab¨ªa producido, corrieron tan a prisa que abrieron un desfiladero en la niebla, mientras las Avemar¨ªa ca¨ªan secas y agolpadas tras las puertas de sus casas que se abrieron y cerraron en un mismo instante". As¨ª, pero con m¨¢s gracia, lo contaba mi madre y el grito vino a ser frase de aviso cada vez que nos encontr¨¢bamos ante un acontecimiento que no cumpl¨ªa el protocolo de lo ya definido. Y en ella pienso yo despu¨¦s de haber estudiado los nuevos Presupuestos de la Generalitat Valenciana, Gobierno del Partido Popular.Los presupuestos son algo enorme, complejo, con muchos "programas" y ¨¦stos con muchas "l¨ªneas", sin contar con los grandes "cap¨ªtulos": el I de personal, lo que costamos los funcionarios; el IV, lo mucho que se llevan los que no son funcionarios; el II, el III... y sobre todo el VI, lo que el Gobierno se ha de dejar hecho para que los venideros lo vean sobre esta tierra, desde un puente hasta una alameda o desde un puente hasta una escuela o un instituto, que da lo mismo. Mucho ruido de n¨²meros, cifras enormes, inimaginables, ?miles de millones! Mientras estudiaba el proyecto de los presupuestos dedicados a la educaci¨®n miraba de reojo los que fueron presentados el a?o pasado y al mismo tiempo repasaba lo que de ellos ha quedado. Poca cosa. Nos dijeron que para construir institutos pon¨ªan 13.000 millones y no como los socialistas que pon¨ªan 7.000, nos repitieron que con ellos iban a construir 14 institutos aunque nuestro presidente dijese en m¨¢s de una ocasi¨®n que estaban construyendo ?110!, lo que muestra que el se?or Zaplana, cuando habla de asuntos de la ense?anza, no sabe lo que dice. Nos lo dijeron y yo, repasando, no encuentro sino cuatro o seis nuevos, en total 3.000 millones. ?Cu¨¢nta mentira escribieron en aquellos presupuestos! Por eso hac¨ªa falta hacer tanto ruido en ellos. Y con ¨¦stos vuelven a hacer el mismo ruido, por eso, "si solares no tienen, paredes no levantan, institutos no quieren, pavor".
En estos momentos se est¨¢ discutiendo lo que el Gobierno debe dedicar a la educaci¨®n. Ellos, el Gobierno y el Partido Popular, dicen que este a?o es mucho dinero y adem¨¢s se sienten orondos y satisfechos; lo que no nos dicen es si es el necesario. ?Quia! La ense?anza infantil no alcanza a toda la poblaci¨®n ni hay el profesorado necesario en las escuelas. No es suficiente que haya especialistas, los de educaci¨®n f¨ªsica, idioma o m¨²sica. No, no es suficiente. En infantil debe haber m¨¢s profesorado para poder hacer posible que se compensen las carencias con las que llega una parte significativa de la poblaci¨®n infantil y en primaria deber¨ªan existir, en aquellos centros que los necesitasen, programas de actuaci¨®n singular con alumnos o alumnas con conductas complejas, con intereses distintos o contrarios a los de la mayor¨ªa. Si en los institutos, en la ense?anza secundaria obligatoria, existe una poblaci¨®n significativa de alumnado con problemas de integraci¨®n y de aprovechamiento significa que el sistema ordinario no ha funcionado, que no ha servido. En infantil y primaria hay que gastarse m¨¢s dinero, hay que hacer otras cosas.
La pod¨ªa haber ido a ver hace tiempo, la podr¨ªa haber ido ir a ver dentro de tres meses, pero tuve que hacerlo mientras estudiaba los presupuestos. ?a commence aujourd"hui, de Bertrand Tavernier. He de confesar que en m¨¢s de una ocasi¨®n las l¨¢grimas estuvieron presentes, eran pocas, nacidas de la rabia sobrevenida al sentimiento. Las im¨¢genes me hac¨ªan recordar el esfuerzo, la voluntad, las ganas de nuestras maestras, de nuestros maestros, de m¨¢s de un director. Sent¨ªa, y entonces hubiese llorado, que del sentimiento nace el llanto abierto, pero ve¨ªa la figura del inspector, administraci¨®n pol¨ªtica, recordaba lo que hac¨ªa poco hab¨ªa le¨ªdo en estos presupuestos y aparec¨ªa la rabia, y de ella s¨®lo nacen l¨¢grimas sueltas, apretadas, de las que se sorben sin ruido ni aspavientos. S¨¦ que el se?or Zaplana no ir¨¢ nunca a verla; Taranc¨®n s¨ª podr¨ªa, pero tambi¨¦n es cierto que no le inquietar¨ªa, pues para que sus hijos no vivan lo que en esa pel¨ªcula se cuenta ya ha concertado nuevas escuelas a las que nunca ir¨¢n ni marginados, ni locos, ni maleducados que adem¨¢s llevan las manos sucias.
Los que sal¨ªan del cine, casi todos, dec¨ªan lo mismo: "preciosa" y a partir de ah¨ª comentarios diversos, pero todos diciendo que la verdad de lo all¨ª contado es la verdad de la escuela de su barrio, que lo injusto de lo all¨ª visto es lo injusto de lo vivido en su instituto, y sal¨ªan con un deseo tan difuso como el del que quiere sin poder para alcanzar lo que quiere. Se necesita m¨¢s dinero para que en la escuela algunos o muchos puedan comer, para que puedan hacer algo distinto a olvidar los libros en casa o en ninguna parte, para que aprendan a sentir y a pensar ese sentir. Para que aprendan a hablar y a saber decir, para demostrar que no es verdad que dios a unos los hizo tontos y a otros listos y que curiosamente estos ¨²ltimos est¨¢n siempre entre los ricos. Por eso, para eso, ante unos presupuestos ajenos, por no decir contrarios, al problema real de la ense?anza, en vez de salir corriendo al grito justificado de "pavor", podr¨ªamos salir paseando desde la plaza de San Agust¨ªn esa tarde pr¨®xima del 25 de noviembre y juntos decir eso que queremos.
Luis Garc¨ªa Trapiello es miembro de la Federaci¨®n de Ense?anza de CC OO-PV.
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